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Pier la subió al auto, furioso. Ella guardó silencio.
-Si vienen, deciles que no voy a permitir que sigan haciendo esto. La llevo a casa ahora mismo.-le dijo a Louis y arrancó a toda velocidad, llevándose a la chica con él.
Al entrar en la casa, Greg y Niall todavía peleaban.
-Se la llevó. -soltó el chico de los ojos azules.- Pier se llevó a Lia. ¿Saben qué? Ella estaba feliz porque había recuperado el relicario de su primo y hasta creí que no la iba a volver a ver llorar. ¿Sabes qué, Greg? Yo sé dónde está tu hermanita. Tu hermanita está muerta porque la dejaste sola en un lugar que ella veía como un infierno. Porque es imposible que nunca hayan notado que su padre estaba enfermo. Ahora la entiendo mas que nunca. Lo que no entienden ustedes es que estas vacaciones eran más por ella que por ustedes. Solo buscaba encontrar esa gota de felicidad que se había perdido hace tanto tiempo pero en su lugar se encontró con que, todo en lo que creía, estaba destruido. Felicidades, Lia ya no sabe por qué vivir. Yo creo que si no fuera por Harry, Liam y Zayn, y me incluyo también, si no fuera por nosotros la habrían perdido tras la primera semana de vacaciones.
Subió a buscar sus cosas.
-¿A dónde vas?-preguntó Zayn.
-A casa.
El moreno, el de los ojos esmeralda y Liam lo siguieron. Ya no tenía sentido seguir con esa farsa. Lia Horan estaba destruida y ahora solo querían estar con ella.
-Chicos...-empezó Niall mientras ellos subían sus cosas al auto.
-No, Niall. Arreglá tus cosas con Greg. Ya es tarde para todo lo demás.-dijo Louis.
Harry fijó su vista en los columpios que se movían con las fuertes ráfagas de viento que presidían a la tormenta.
-Vamos.-dijo Liam, poniéndole la mano en el hombro.
-Tengo que estar con ella.-susurró él.- Le prometí que no iba a dejarla sola.
Niall vio tal angustia en sus ojos que se estremeció. Él jamás había pensado en que la había sola. Comenzaba a comprender cada vez más toda la situación. Ellos sí la habían abandonado después de todo.
Los chicos se alejaban por la ruta, igual que Lia y Pier. Todos se iban. Ahora los hermanos Horan comenzaban a sentir lo que había sentido ella cuando ellos se marcharon.
Ese era el lugar que Lia amaba pero, de todos modos, lo abandonaba. Tal vez ella tuviera razón después de todo y ese fuera su tope. Lia había cambiado mucho pero nadie había querido notarlo antes.
-Todo va a estar bien, Lia.-susurró Pier mientras le acariciaba el brazo con suavidad.
La tormenta hacía que no pudiera ver mas allá de cincuenta metros. Ella tenía su cabeza recostada contra el cristal, deseando que todo acabara de una vez.
Pier se detuvo y se volvió hacia ella con las manos extendidas, invitándola a hundirse en sus brazos.
-Sé que no te lo pregunté pero no podía permitir que te quedaras ahí.
-Está bien.-susurró ella con un hilo de voz.- Solo... ¿Por qué no puede ser todo como antes?
-No lo sé, preciosa.-susurró él y le acarició la espalda formando círculos.
-Pier, no quiero volver a casa. No sé siquiera dónde quiero estar. Solo... extraño a los chicos.
-Para fortuna tuya...-dijo mirando por el espejo retrovisor.- Tengo el presentimiento de que el auto que se acerca es el de ellos. Y si no son ellos, esperemos un rato más, estoy seguro que van a venir.
Lia se presionó más contra su pecho.
-¿Cómo lo sabrías?
-Porque esos chicos te aman.
El auto se detuvo tras ellos y Harry se bajó con rapidez mientras Pier besaba la mejilla de ella y le prometía ir a visitarla pronto.
La puerta se abrió y Lia bajó, arrojándose en brazos de su novio. Éste la estrechó con fuerza entre sus brazos y la besó con rapidez.
-Harry. -le reprendió Liam.- Suban al auto. Están empapándose.
Ellos obedecieron y vieron cómo Pier regresaba a casa.
-Vamos a casa, mi amor. Vamos, ya se terminó todo preciosa.
-¿Lo prometes?
-Lo prometo.
Louis arrancó luego de mirarla con tristeza al igual que los demás. Todos sabían que Thalia Horan se sentía terriblemente mal aunque no quisiera admitirlo. Pero ellos lo arreglarían, lograrían solucionarlo todo de algún modo.

Hermana de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora