Hermana de Niall Horan

8

Cuando Zayn se apartó, Harry se acercó a ella sentándose en el sillón. Un trueno la hizo saltar del susto y cubrirse los oídos. Harry la rodeó con sus brazos.

-Tranquila.- susurró en su oído. - Estoy acá, estoy con vos. Nada malo va a pasarte.

Ella le tomó la mano con fuerza y con su otra mano formó un puño tomando la camisa de él.

Harry le besó la frente mientras tarareaba canciones en su oído.

La tormenta iba parando mientras Niall, Greg y Pier preparaban las habitaciones.

Lia fue tranquilizándose entre los brazos de Harry. Los chicos los miraban en silencio. Zayn y Louis trataban de asimilar lo que pasaba. Lia parecía atormentada, pero cuando Harry la tomó ella se aferró a él con fuerza, él la tranquilizó suavemente y ellos se preguntaban a dónde había ido el mujeriego de Harry Styles.

-Ya están las habitaciones.- dijo Greg posando su vista en su hermana que respiraba tranquilamente en los brazos del amigo de su hermano.

Harry se puso de pie y ella igual a su lado. Todos subieron las escaleras guiados por Greg. Ella compartiría habitación con sus hermanos esa noche por falta de lugar. Sabía que no podría agradecerle a Pier hasta la mañana siguiente ya que él probablemente estaba durmiendo.

-Voy en un minuto. - le susurró a Greg.

Él entró en la habitación y ella se quedó con Harry.

-Gracias. - murmuró. - Te quiero, Harry.

Él se inclinó a besarla a la vez que acunaba su rostro entre sus manos delicadamente.

-Te quiero,  Lia. - susurró él sobre sus labios.-¿Segura que estás bien?

Ella asintió levemente y se despidió con un corto beso antes de entrar en la habitación con sus hermanos y acostarse entre ambos. Se quedó dormida al instante.

-No me gusta verla así. - dijo Greg.

-A mi tampoco. Podemos arreglarlo, juntos.

-Claro que si, - dijo él. - todo sea por ella.

Se recostaron y ambos la abrazaron quedándose dormidos también.

...

La chica bajó por la mañana y encontró a Pier en la cocina.

-Perdón,- dijo ella. - sabes que odio que esto pase.

-No hay problema, pitufina. - dijo él sonriéndole.- Las puertas de mi casa siempre están abiertas para ustedes.

-Te quiero, tontin.- rió ella.- Voy a ver si se despertaron los demás.

Subió las escaleras y revisó los cuartos. Todos dormían, todos menos Harry,  que estaba sentado en la cama bostezando.

-No te vayas. - dijo antes de que ella cerrara la puerta. Ella entró cerrando la puerta tras de si. Se acercó a él lentamente.

-Buenos días. - le sonrió él.

Ella se quedó perdida en sus ojos, completamente muda.

Él frunció el ceño mirándola. Ella salió de su trance y le sonrió.

-Me gustan tus ojos. - susurró y se tapó la boca al notar que lo había dicho en voz alta.

Él soltó una leve risa y la tomó por la cintura haciendo que se sentara en la cama a su lado.

-Te queda hermoso el rojo. - murmuró él y ella se cubrió el rostro con las dos manos.- No, no te tapes la cara, me gusta verte.

Ella quitó lentamente las manos y él se acercó a besarla. Ella intensificó el beso rápidamente. Harry la recostó suavemente en la cama colocándose sobre ella, manteniendo su peso con uno de sus antebrazos. Se apartó y la miró con el ceño fruncido.

-¿Qué pasa, Lia?- preguntó él recostándose a su lado y rodeándola con su brazo.

-¿Estoy haciendo las cosas bien? Digo, creo que estoy decepcionando a mis hermanos. Ayer... no me gusta hacerles pasar por eso.

Harry le acarició la mejilla dulcemente.

-No fue tu culpa,  mi amor. - susurró él.

Ella se volteó mirándolo fijamente a los ojos.

-¿Harry?

-¿Qué pasa?

-¿Qué somos nosotros?

Él sonrió marcando sus oyuelos y la abrazó antes de besarla.

-No pensaba pedirtelo así, quería ser un poco mas romántico pero... ¿Queres ser mi novia?

Ella se acercó y lo besó. Harry la tomó por la cintura pegándola a él.

-¿Eso es un si?- sonrió él. Ella sonrió y él volvió a besarla.

Se levantaron lentamente de la cama y bajaron a la cocina. Liam ya estaba ahí.

-Hola. - saludó ella feliz.

Liam la miro sonriendo.

-Que feliz que te despertaste hoy.- rió él.

Ella lo abrazó con fuerza y se sentó en la silla a su lado.

Harry la miró con una sonrisa y ella sintió que el corazón se le salía del pecho.

...

Volvieron a la casa para el almuerzo. Todos la notaban radiante y feliz y eso se contagiaba.

A sus hermanos les gustaba verla así, pero no sabían el motivo.

La chica corrió a la playa y mojó sus pies en el agua.

-¿Alguien viene conmigo?- preguntó haciendo puchero.

Harry se acercó y ella sonrió mordiéndose levemente el labio. No podía despegar la vista de sus tatuajes. El chico la tomó por las piernas levantándola del suelo y ella rió mirándolo a los ojos.

-Hola, mi amor. - dijo él.

Ella se ruborizó y escondió su cabeza en el cuello de él.

Harry caminó con ella entrando al agua y sintió como ella temblaba al sentir en agua fría contra su cuerpo.

Niall los miraba desde lejos con el ceño fruncido sin entender nada.

Ella se separó lentamente de Harry y él la abrazó por la espalda mientras seguían adentrándose en el agua. Entonces la vio voltear y mirar fijamente a Harry que le beso la mejilla dulcemente.

-Ay, no. - murmuró preocupado al entender lo que ocurría.