-Un ángel encerrada-
<<¿Qué?>>
La voz dulce de Clint agobia mi mente aún dormida. Lo dice tan suave que no distingo si estoy soñando o despierta.
-¿Qué dices?-le pregunto incorporándome.
En cuanto lo hago, deja de mirarme y se centra en lo que hace.
-Te dije algo-vuelvo a decir.
-Tenemos que re hacer nuestra vida-comenta Clint haciendo caso omiso a lo que dije.No recuerdo muy bien lo que pasó. Observo el lugar donde me encuentro y para variar estoy en la bodega de un avión.
Poco a poco mi cabeza une piezas y reconstruye mis recuerdos.-Dormiste cinco horas, aunque no te culpo por estar débil-me comenta Clint alistando el bagaje.
<<¿Pero que?>>
-¿Cómo?-le pregunto acomodándome.
Veo la venda improvisada que él fabricó para mi pierna, después me fijo en que le falta una manga de su camisa.
-¿Qué me pasó?-chillo refiriéndose a mi herida.
-Soy tu héroe. Ahora alístate porque llegamos en treinta minutos a tierra y tenemos que bajarnos siendo cautelosos-responde poniendo fin a la conversación.
Mi cerebro sigue reconstruyendo lo sucedido. Ahora me acuerdo de exactamente todo, detesto admitir que si es mi héroe.-¡Cinco minutos!-grita
-¡Cuatro!-
-¡Tres!-
-¡Dos!-
-¡Uno!-
-¡Vámonos!-
Salimos de la bodega y nos mezclamos con los tripulantes.
-¿Llevas con que defenderte?-dice a mi oído .Asiento con la cabeza.
El aeropuerto de Nueva York es el mas llamativo que he visto, la verdad es que solo he visto un aeropuerto; y es el de Inglaterra.
Clint carga su maleta de mano como si fuera un tesoro, probablemente lo sea, porque hay guarda su arco.
Él ama su arco.
Al final del recorrido antes de salir hay un láser, quedo paralizada al verlo, me imagino que Clint está igual por el gesto de su cara.
-¿Ahora?-pregunto.
-No podemos pasar por hay, nos descubrirían las pistolas y el arco-dice sin quitarle la vista al láser.
En el momento que decidimos devolvernos un policía nos grita:
-¡Siguiente!-
Miro hacia atrás y veo que somos los primeros de la fila.<<¿Cuándo llegamos acá?>>
-¡Sigan!-vuelve a gritar el hombre.
Con Clint intercambiamos miradas y nos acercamos a él.
-Las maletas en la bandeja y ustedes en el láser-dice el policía que de por cierto está de mal humor debido a nuestra demora.
Dejamos las pequeñas maletas en la magnífica bandeja, Clint avanza y entra al láser.
Un bombillo verde se prende en la parte superior y creo yo, que es la aprobación para que siga.
Doy dos pasos y me paro debajo del láser, no transcurren dos segundos, cuando un timbre suena y alerta a todo el personal de seguridad.
-Esto no puede ser-digo pero nadie me escucha por el ruido de la alarma.
Ya hay cinco policías mas que vinieron.
-¿Qué pasa?-pregunta uno.
-Ella posee metal adherido al cuerpo-contesta otro.
-¿Metal?-pregunto pero siguen sin escucharme.
Estoy segura de que removí cualquier metal de mi cuerpo, a no ser de que...<<Oh no>>
-Señorita, ¿tiene algo en el tobillo?-dicen dos al mismo tiempo.
-No-respondo.
-Hay un rastreador en su tobillo-prosigue.
Se me había olvidado por completo el maldito rastreador que me colocaron , ahora ellos saben que salí del país y vendrán a matarme.
La alarma no deja de sonar y los policías no dejan de llegar. Ya he contado veinte.
Clint desapareció de mi vista, si se habrá ido sin mi, lo buscaré y lo...
-¡Hable!-grita uno pero no identificó quien es.
Yo siempre de problema en problema, ¿acaso no puedo estar un simple día sin vivir al límite?.
Por el rabillo del ojo observo mi maleta, tan solo se encuentra a un metro, pero tengo que tomar las pistolas antes de que ellos me disparen a mi. No sé que voy a hacer.
-Oigan-comienzo a decir-vengo en paz-
-¡Aja!-dicen.
Aprovecho y me deslizo por el piso hasta estar detrás de una mesa y coger mi maleta, curiosamente la de Clint, ya no está.
Levantó las pistolas y disparo a todos los policías. Unos mueren, otros no; a la final no me importa y nunca lo hará.
Caminando hacia atrás 'despejo el área' y corro a la salida.
Ya en el exterior, tengo que irme como de lugar; y preferible mente rápido.
Un taxi para, al frente mio y Clint abre la puerta.
-¿Taxi?-pregunta.
No tengo tiempo para darle una respuesta, subo y él vuelve a ser mi héroe.<<Detesto que me salven el pellejo, pero si es así, pues adelante>>
Dejamos el aeropuerto. No tengo idea de a donde me lleva.
-¿A donde vamos?-pregunto.
-No lo sé-contesta muy relajado.
-¡¿Qué?!-chillo.
-Va enserio, no lo sé-vuelve a decir.
-Y...-tartamudeo.
Clint no tiene la mínima intención de solucionar nuestro problema. ¡No tenemos a donde ir!.
-Tengo un poco de dinero, nos bastará para dos meses-digo al fin.
Queda en silencio.
-Busquemos un departamento-añado
Da su aprobación y sigue conduciendo.Mi vida a cambiado tanto y en poco tiempo. Hace unos meses llegaba a Inglaterra y ahora estoy en Nueva York.
En mi mente no planeaba venir, todo fue obra de Clint, pero podré soportarlo.
Tengo demasiados dilemas: ¿porqué habré venido?, ¿porqué no me quedé ?, tal vez fue por el hecho de que fui entrenada para algo mejor; Madame vio en mi, algo que no vio en las otras chicas, ni siquiera en Dottie. Sé que mi destino no era estar allí.
Ya cumplí con mi misión, más daño no pude hacer, en mis cuentas creo que mate mas de cuarenta hombres, entre ingleses y estadounidenses. Al matar a alguien, no siento remordimiento, al contratario, pienso que colaboro de alguno u otro modo.
Al único que no pude fue a Roll; y me agradezco por no hacerlo. Él me enseñó a ser quien soy y no a ser quien debería ser.
Pero al fin me encuentro aquí, a diez centímetros de su asesino y me cuestiono su lealtad hacia mi.
Clint me demostró ser leal, para mi la lealtad es mas que hacer un favor. Esta conlleva fidelidad, honor, amistad y gratitud; aún trabajamos con la amistad, que de por cierto es difícil en nuestra situación.
Sé que soy leal a Clint, pero también soy leal a otros factores, como: mi país. La Unión Soviética me me dio motivos para ser quien soy y no planeo cambiar.
Todo es diferente a como era antes y cada minuto mi destino cambia brutalmente.-¡Natasha!, ¿estas hay?-dice Clint moviendo mi hombro.
Vuelvo a la realidad y asiento.
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1.Black Widow
Fanfiction-¿Crees conocerme?, no lo creo- Cada uno de nosotros recibe un destino al nacer, el mio es diferente a los demás. Soy Natasha Romanov y nunca me rindo. -¿Tu te rendirás?-