1.Black Widow

Visita Inesperada

-¿Es enserio?-pregunta Clint.
-¿Qué?, ahora si me gusta. "La viuda Negra"-digo levantando las manos como si estuviera en un musical Broadway.
-Tenemos que salir de aquí, ya nos tienen ubicados-informa él.
-Déjame y traigo mis cosas-comento caminando hacia la habitación.
-Date prisa-dice y se queda en la puerta vigilando, mientras que yo entro.
Busco mis pertenencias esparcidas por todo el lugar.

<<Oh, no>>

-¡Clint!-grito a todo pulmón.
Se que me escuchó porque siento sus pisadas de apuro.
-¿Qué pasó?-pregunta y su cara me refleja suspenso.
-Las USB, no están-chillo.
-¿Cuáles?-vuelve a preguntar.
-¡Donde tenía nada mas ni nada menos que toda la información que he obtenido en estos meses!-grito preocupada.
Es oficial, no están.
-¿Segura que estában acá?, ¿recuerdas haberlas traído?-dice ayudándome a buscar.
-Si, si, claro que..-digo pero me veo obligada a hacer una pausa por la falta de aliento-¡Si las traje!-
-¿Estás segura?-pregunta mirándome fijamente.
-No soy paranoica-le suelto.
Al terminar, los dos escuchamos un ruido, creo que proviene del baño.
Clint está paralizado, como si tuviera miedo.
¿Clint con miedo?, eso es nuevo.
-Yo voy-consigo decir.
-No yo-me contradice.
-¡Estás que te haces en los pantalones y ¿tienes agallas para ir?-digo.
No habla ni hace un gesto.
-Nunca le dejes a un hombre el trabajo de una mujer-mi mente lo dice.
Con mi pistola camino hacia el baño.
-Despacio-me susurro a mi misma.
Entro, inspecciono y no encuentro nada.

<<Que decepción>>

-¡Nada!-grito.
Clint entra, nuevamente inspecciona y dice:
-Vez, no había nada-
Pongo los ojos en blanco. Si que es una nena, pero lo quiero. ¿Lo quiero?, ¿soy capaz de querer algo?.
Mi atención se centra en la bañera, no recuerdo dejarla con agua, tampoco dejar la ventana abierta.
-¿Abriste la ventana?-pregunto asomándome.
-No y tu-dice.
-No creo-respondo.
Esto está muy raro. ¿Será que el que robó, escapó por el baño?, lo sé, es imposible, solo escaparía un hombre con la estatura de un insecto, ilógico,  a no ser que me robó un insecto.

<<Sigo siento patética>>

Creo que Clint lee mis pensamientos y dice:
-Tal vez fue...-
-¿Quién, un hombre con la estatura de una hormiga?-digo con la mínima seriedad.
No le cayó muy bien el chiste, hace mala cara y continua.
-Cuando estába en S.H.I.E.L.D, Peggy Carter, mejor conocida como la Agente Carter, mencionó un caso similar a este y ...-me dice pero lo interrumpo.
-¡¿La Agente Carter?!-grito.
-Si, ¿qué pasa?-me pregunta.
-¿Sabes de ella?-le pregunto.
-Ella fundó S.H.I.E.L.D, lo sé todo-me dice sonriendo.
-Luego hablamos de eso-le advierto.
-Bueno, como estába diciendo, La Agente Carter y Howard Stark , intentaron imitar las partículas Pym, que creó su socio y amigo, Hank Pym. Él creó las partículas para reducir el tamaño de un ser vivo, cuando descubrió que sus socios querían apoderarse de ellas, salió de S.H.I.E.L.D y siguió por su cuenta-comenta Clint.
No lo puedo creer, La Agente Carter, la mujer que, creo yo, conoció a Dottie y trato de capturarla; además Howard Stark, científico, inventor, playboy y otros oficios, ¿quisieron robar las partículas Pym?, a mi entender, eran peligrosas. ¿En este momento dónde estarán?.
Sacándome de mis pensamientos Clint continua.
-S.H.I.E.L.D, se enteró de que Hank las utilizaba para hacer misiones teniendo el tamaño de una hormiga-dice.

Estoy en silencio, es mucha información que debo procesar.

-Hank, se encogía del tamaño de una hormiga, pero tenía la fuerza de un hombre; utilizaba un traje que se lo permitía-comenta Clint.
-¿Dónde está el traje?-pregunto saliendo de mi silencio.
-Nadie sabe-responde.
-¿Crees que se enteró de lo que estámos haciendo y por eso vino a quitarme las USB?-digo.
-Probablemente-dice, infla su pecho y suspira.
-El mundo es mas raro de lo que creía-suelto.
-Y eso que te hace falta conocer... -se detiene al final de la frase y sale del baño.

<<¿El mundo es mas raro?, ¿hay cosas mas raras que reducirse al tamaño de una hormiga?>>

Vuelvo a asomar la cabeza por la ventana intentando ver algo; no lo logro ver nada.
Mis esperanzas por encontrar al hombrecillo pequeño, desaparecen. Salgo al encuentro con Clint y escucho otro sonido, nuevamente en el baño.
Volteo y no hay nada. Sea lo que sea, está aquí.
-¡Clint!-vuelvo a gritarle.
La puerta se cierra de un golpe y escucho zumbidos en mi oido. ¿Qué está pasando?.
-Clint...-chillo arañando la puerta.
Levanto mi cabeza, veo cientos y cientos de insectos; me rodean.
Manoteo y grito al mismo tiempo, puedo matar a diez hombres en cinco minutos y  ¿no puedo con unos simples insectos?, un momento, Clint me habló de Hank, que se puede reducir al tamaño de una hormiga; no estoy yo sola con insectos, estoy yo, los insectos y Hank. Mejor le diré 'Hombre Homiga'.
-Me gusta mi nuevo seudónimo-escucho.
Miro a todos los lados, no hay nadie, será que...
-Hola Natasha, soy Hank Pmy-dice un mini hombre que está encima de una gran hormiga (ni tan grande la hormiga).
Abro los ojos ante la incredulidad del asunto.
-¡Nat!, abre-grita Clint al otro lado de la puerta.
-¡Estoy bien!-le devuelvo el grito.

-¿Qué hace aquí?-le digo a Hank.
Salta de la hormiga y crece a tamaño normal.
-Necesito tu ayuda-dice.
Quedo en silencio al ver cambiar su tamaño, por lo tanto no le presto la suficiente atención.
-Natasha-susurra.
-¿Qué?-pregunto.
-Necesito tu ayuda-me repite.
-¿En qué?-pregunto.
-Una misión, te necesito para...-me dice pero hago que pare, interrumpiendolo.
-No cuente con migo-le suelto
-¿Porqué?-me pregunta el misterioso hombre.
-Traaaabajo sola-mi lengua me juega una mala pasada.
-Ya veo, entonces, hasta luego-se despide.
-Puede encontrar a otra persona-le digo.
-Buscaré a alguien-me dice Hank y salta por la ventana convertido, mejor dicho, reducido.
Abro la puerta. Ya no está Clint. Camino buscándolo y siento otro zumbido. Unas cuantas hormigas  tienen en sus patas las USB, colocó mis manos juntas debajo de ellas y las sueltan.
-Gracias-les digo-se que no me entienden pero trato de ser educada.
Para mi sorpresa asienten con su pequeña cabeza y se marchan.

-¡Natasha!, hasta ahora te encuentro-me dice Clint.
-Tengo todo listo-le informo señalando mis cosas.
-Te sigo-me dice y me dedica una sonrisa.
Sus ojos azules son perfectos, yo detesto los míos, aunque sean verdes.