Nuevo comienzo

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-¡Natasha!-
Me despierto con un grito. Es Clint, apunta desde mi terraza a los edificios de alfrentre.
No logro ver nada (tal vez sea por el hecho de que sigo dormida). Mis ojos se calibran y noto una sombra.


-¡Natasha, corre!-grita de nuevo Clint.


Me arrastro cual serpiente por el piso hasta llegar a un área segura (mi cocina), subo las escaleras, me coloco la mochila con todo adentro y voy por Clint.
Saco las pistolas y las mantengo levantadas. De una patada tumbo mi puerta y los dos salimos corriendo por el pasillo.


-Date prisa-dice él con una mancha de sudor en la frente.
-Por las escaleras del personal, nos llevarán a los parqueaderos subterráneos-comento señalando una esquina.

Hecha a reír y comenzamos a bajar los catorce pisos. ¿Qué tiene de gracioso?.

Finalmente llegamos. Lo que nos quería matar ya no está.


-Tomaremos un auto-le informo.


En este sitio hay tres. Un Volvo, un Audi y una Hummer. Nos miramos al mismo tiempo, sé que tenemos en mente el mismo auto.
Él corre a la Hummer y yo al Audi.

<<Hechamos a reír, no es tan mala compañía>>

-¿Piedra, papel o tijera?-pregunta Clint.
-Eres un infantil-menciono entre risas.
-Un dos tres piedra papel o tijera-dice.
-¡Si!-grito de felicidad, normalente no se me dan estos juegos pero gané con roca.

¡Vivan las rocas!

Nos subimos al auto y arrancamos.


-¿A donde?-pregunto encendiendo la radio.
-Crearemos una nueva vida-me responde mirándome.

Baja su ventanilla, el aire entra y sopla en toda su cara. Su pelo se despeina, es absolutamente fantástico. Se percata que lo veo pero rie y sigue conduciendo.
Hay un letrero que sobresale por encima de la autopista, es inevitable no verlo.

'Aeropuerto'

-¡¿Que?!-grito a todo pulmón.
-Confia en mi-ordena.
-Trataré-digo-¿pero a donde vamos?-
-Nueva York-contesta.
-¿Acaso estas loco?-le digo tocando mi cabello rojo con rabia.
-Será más fácil estar allá que acá-dice.
-Y que...¿no crees que nos detendrán?, soy ilegal-digo manoteando.
-Confia en mi Natasha, aunque necesitas tener otro nombre, o más bien un apodo-dice colocándose unas gafas de sol que encuentra en el auto.
-Como tu ridiculo apodo ¿no?; Ojo de Halcón-digo riéndome.
-Lo sé, es terrible-menciona burlándose de si mismo.
-Jajaja-me hecho a reír-¿cuál quieres?-sigo riendo-
-Algo atrevido; como tu-menciona aparcando el auto.
-No lo sé-logro decirle.

Vemos una pareja besándose.


-¿Amaste mucho a Roll?-me suelta.
-Si-contesto-pero nunca llegué a decírselo-todo fue muy rápido-

La pareja sale de nuestra vista.


-Ya tengo un espectacular seudónimo-me informa.
-¿Qué tiene que ver Roll con mi nuevo nombre?-le digo.
-Nada, solo trato de pensar...-
-¿Y...?-añado.
-Eres la gata de la noche-
-No-niego rotundamente.
-Es perfecto-dice-describe tus movimientos finos y pulidos-
-Dices estupideces-chillo.
-Piénsalo-me dice.


Y hay estámos, los dos en la puerta del aeropuerto; no tengo ni idea a cerca de los planes de Clint, pero si nos atrapan, nos matarán, si no es que lo mato yo  primero por ponernos en peligro.

-Quédate acá-dice haciendo un gesto con la mano.

Guardo silencio.

Él habla con la chica de una de las aerolíneas; es de pelo mono y ojos azules, casi del tono de los de Clint. Me gusta ese tono.


Vuelve hacia mi y dice:
-Le dije que nuestras maletas se extraviaron en el vuelo a Nueva York-
-¿Y?-
-Pues que nos llevará a recuperarlas-dice sonriendo y coloca sus dedos para señalar comillas.
-Vamos-añado.


Amo que la gente mienta para hacerme un bien, por eso amé a Roll por dejarlo todo y ayudarme.

La chica nos guía a "buscar nuestras maletas", nos deja en una sala y dice:
-Acá están las maletas perdidas, vuelvo en diez minutos-
-Gracias-menciona Clint amablemente.
Ella se va, miro a Clint y le digo:
-¿Cuál es el plan?-
-El vuelo K-23 es el que nos llevará a Nueva York, tenemos que llegar a la bodega de algún modo-dice sacando su arco de una mochila de mano.

¿Cómo cabe un arco en una mochila de mano?

-¿Y entonces?-pregunto.
-Entonces iremos hasta el avión y nos infiltramos en la bodega. Sé donde está, solo tenemos que llegar hasta allá-me dice.
-Okey, te cubro-digo mirando sus ojos.
Guarda silencio.
Casi han pasado diez minutos, la chica de la aerolínea está por llegar.
-Sígueme Natasha-comenta Clint.
Cuando estamos a punto de salir, la escucho venir; se aproxima por el pasillo.
Clint hace un gesto con la mano para que lo siga, nos adentramos en el fondo de la sala y dice en voz baja.
-Escóndete-
Corro detrás de unos palos de golf y él se acuesta en el suelo boca abajo; ella entra y nos busca.

-Hola. ¿Encontraron sus maletas?-dice y camina por la sala para buscarnos.
Pasa cerca a mi pero no me encuentra; tan parece que los palos de golf me esconden muy bien.
Se aleja y escucho un grito, me paro y veo que Clint le ha dado con una flecha en el pecho.


-¡¿Qué?!-grito.
-No eres la única que tiene el derecho a matar-contesta abriendo la puerta-y tampoco la única que tiene un mal pasado-


Paso alado de ella. Sus ojos quedaron abiertos, su pelo despeinado y su sangre se extiende haciendo un charco.


Los dos salimos, Clint corre muy rápido, por mi parte solo le sigo el paso.
Nadie nos ha detenido, se supone que estamos en áreas restringidas.


-¡Mira!, ese es-dice Clint señalando un avión a travez de un ventanal.
-¿Estas seguro?-pregunto.
-Estoy seguro-contesta y de nuevo corre.
Nos detenemos, le pego un codazo y le digo en voz baja para no ser oída.
-Hay cuatro guardias en la puerta que necesitamos para salir-
-¿Estas asustada?-murmura.
-No-digo.
Él coloca un flecha en el arco, salta hacia adelante y le da a uno de los guardias; yo también disparo hacia ellos y terminan todos tendidos en el piso.
-¡Bien hecho!-me dice Clint.
-Si...-digo pero caigo al suelo por el impacto de una bala.
Clint voltea, un guardia que está en el piso no ha muerto y me ha disparado.

-¡Maldito!-grita Clint al hombre.
Antes de que el guardia le de otro tiro a Clint, él le pega una patada en la cara y lo mata con una flecha en pecho.
-¿Estas bien?-me pregunta levantando mi rostro para que lo mire.
-La bala está en mi pierna-contesto.
Clint me alza entre sus brazos y va hacia el avión.

Ya he experimentado esto; es un dejavú. Cuando salvé a Roll curándolo de su herida curiosamente, también en la pierna.

-Natasha, entráremos en esos carritos que llevan el equipaje a los aviones-dice señalándolos-luego fácilmente estaremos en el avión rumbo a Nueva York-
-Si-suelto fatigada.


De nuevo me alza, camina hasta el dichoso carrito y saltamos hacia dentro; él cae encima mio, sus labios están tan cerca a mi boca que siento su calor.
Toco su mejilla. Clint está tan apenado como yo, así que se para y omite el momento.
En un descuido del personal de carga entramos al avión K-23 con destino a la gran manzana.
-¡Lo logramos!-le digo abrazándolo.
-Lo hicimos los dos-me dice.
Trato de esquivar su mirada y me acuesto en una de las maletas, mi herida está cada vez peor.
-¿Te ayudo?-pregunta refiriéndose a mi pierna.
-Ya hiciste mucho por mi-menciono.
Hace caso omiso y trae un botiquín.
Él me limpia la herida, extrae la bala (no estába muy profunda) y me venda.
-Descanza-me ordena y entro en un profundo sueño.

1.Black WidowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora