1.Black Widow

Nueva York

-¿Qué pasa?-le pregunto.
-Te he dicho que si tienes hambre-dice.
Mi estomago no ha recibido nada ya hace algunas horas, con el ajetreo que tuvimos, la adrenalina se apoderó de mí y no me dejo tiempo para pensar en comida.
-Vale-le digo señalando un restaurante.

-¡¿Qué?!-le grita Clint al camarero, cuando trae la cuenta.
-Señor, ya le expliqué, no puedo hacer nada-dice él con una sonrisa falsa.
-Esto debe ser una broma-continua Clint.
El camarero se va. Clint está de mal humor por el precio de la cena, en primer lugar él me invito.
-Cálmate-menciono al fin.
-No me digas eso Nat-contesta.
Su expresión es neutra, no presenta enfado alguno al dedicarme esa hermosa frase, donde me llama con dulzura.

<<Nat>>

-¿Cómo me llamaste?-le digo con suavidad.
-De ninguna manera, solo vámonos-dice dejando el dinero en la mesa.

Afuera hace mucho frío, no es tan cálido como lo era en el restaurante. Mis dientes se escuchan chocar los unos con los otros.
Sin pensarlo Clint me coloca su abrigo (no sé de donde lo sacó) y me arropa.
-G r a c i a s-agradezco con pausas entre las letras.
Tras un silencio que a mi parecer fue incómodo, el dice:
-Lamento mi comportamiento está noche-
-Tranquilo-respondo.
-No es enserio. Al pagar esa cena me gasté el poco dinero que tenía, quería ayudarte colaborando económicamente, pero veo que eso ya no es posible-jadea.
-Tranquilízate-murmuro tocando su hombro.
-Nunca pensé que estaríamos así-comenta mirando mi mano en su hombro.
-Yo tampoco-digo bajando mi mano.
-Creí, que por matar a tu amigo me matarías a mi cuando tuvieras la posibidad. Hasta ahora no se ha dado y no quiero que se dé-confiesa.
-Estoy en números rojos contigo-espeto.
-No Nat, no es así-me dice.
Paro de caminar y él se detiene un paso adelante.
Volvió a decirme "Nat", ¿qué le pasa a este hombre?, no es el mismo que quiso matarme.
-¿Porqué me llamas de esa manera?-lo interrogo.
Queda en silencio y los dos seguímos caminando. Sin un lugar fijo a donde llegar, continuamos.
A la distancia observo un hotel, se ve caro pero creo que lo puedo pagar yo sola.
-Clint mira-digo señalándolo.
-Ni hablar, no dejaré que lo pagues sola-contesta.
-No discutiré-le suelto y camino en dirección al hotel.
En un apresurado movimiento por pasar la calle, un auto rojo casi me atropella. Al ver Clint lo sucedido intenta sacar su arco para estamparle una flecha al idiota que no sabe como conducir; debió estar boracho.
-¡No!-grito desde el otro lado de la calle.
Cierra la pequeña maleta y pasa la vía.
-Pudo matarte-me dice.
-No pasó-digo.
Sin separarnos, caminamos hasta el hotel, entre mas cerca estámos, más lujoso se ve.
Ya en la recepción, nos registro y nos dan las llaves, es fabuloso.

-Me encanta-digo entrando a la habitación.
-No está mal-dice Clint.
De re ojo veo un jacuzzi y pego un grito de emoción al instante; nunca había estado en un jacuzzi.
-¡Solo hay una cama!-grita Clint desde...; donde sea que se encuentre.

<<Ni loca duermo con Clint>>

-¡Yo en la sala!-devuelvo el grito.
Dejo de admirar el jacuzzi (lo amo) y voy en búsqueda de Clint.
Al encontrármelo (sé que me buscaba por sus ojos de preocupación) me dice:
-No, yo en el sofá-
No discutiré, la verdad no quiero estar allí.
-Vale-digo y me dirijo al cuarto.
-¿Y ahora qué pasará?-pregunta cogiéndome del brazo.
-Mañana hablamos-le contesto y me suelta.
Camino y escucho que dice:
-Duerme bien Nat-
Me detengo, estoy harta del apodo que me dio. Me volteo mirándolo a sus ojos (que ojazos).
-No me llames así-suelto.
-Está bien Nat, no te llamaré Nat-se burla.
Presiento que me sale humo de las orejas, puede hacerme tan feliz y al mismo tiempo me hiere.
Vuelvo al dormitorio y cierro la puerta. Al cabo de unos minutos da golpecitos en la puerta y se disculpa con un "perdón".
-Déjame en paz-digo desde el otro lado.
-Déjame entrar-me pide.
-No-contesto
-Natasha, por favor-vuelve a decir.
-No-vuelvo a contestar.
-Nunca pensé que alguien pudiera herirte los sentimientos-dice .
Guardo silencio.
-¿Porqué no puedo llamarte así ?-pregunta todavía del otro lado.
Abro la puerta y le digo:
-Recuerdo que mi padre me decía de esa manera-
Sin pensarlo me abraza. No sé en qué momento, pero ya estoy derramando una lágrima.