ADIOS

IN MY MEMORY

Mi madre siempre ha dicho que al crecer comprendes las cosas, pero estoy a punto de pensar que es mentira, puede que tenga dieciséis pero hay cosas que no comprendo por más lógicas que sean.
Miro a mi izquierda, contemplando a Luke, se ha quedado dormido. Bajo la mirada a su mano izquierda sosteniendo mi mano derecha, su respiración calmada hace que la mía se acelere, cosa que no me agrada. He tenido este sentimiento antes, la noche que mi padre se fue...
Sin decir nada, me dejo llevar por mis sentimientos, a los segundos, lágrimas caen por mis mejillas perdiéndose en mi cuello. Cuando Luke abre los ojos, sigo llorando.

-¿Qué pasó?- pregunta confundido y sobando sus ojos suavemente, niego con mi cabeza. No pide información para rodearme con sus brazos, ignoro cuanto tiempo pasa.

-Lucas- alzo la mirada y me encuentro con la suya, sorprendida de que lo he llamado por su nombre. Sí, el que aparece en su identificación.

-María- dice, suelto una pequeña risa.

-¿Porqué siento que es la última vez que nos veremos?-

-¿Porqué?-

-Me siento así- me encojo de hombros, él sonríe tristemente y me abraza de nuevo.

-No te preocupes- acaricia mi cabello y deposita un beso sobre el.

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-¿Y Luke?- pregunto a Thomas cerrando la puerta de la casa, después de la charla con Luke me quedé dormida y al despertar no le vi. No tenía que esperarme pero mi estómago me dice tantas cosas; una de ellas es que tengo hambre y la segunda es que algo pasó con Luke.

-Es tu novio, no el mío- se encoge de hombros.

"¿A caso fue una indirecta de que era gay?" la curiosidad de asoma a través de su puerta.

Miro a mi hermano expectante.

-Ni lo pienses- dice.

-Mmm...voy a mi cuarto- subo corriendo las escaleras. Al cruzar la puerta respiro pesadamente, luego me sorprende ver una caja de color rojo con una nota sobre ella con mi nombre.

Suelto en aire que acabo de recupere y me siento en mi cama, con las manos temblando tomo la nota, doblada a la mitad y la caligrafía de Luke, trazó mi nombre y repinto varias veces. La desdoblo y mi mundo se derrumba con una sola palabra:

Adiós

Ay no.

Tanto que le pedí que no lo hiciera, tanto que le dije.

Pero hay más en la nota, con lágrimas continuo la lectura:

Sabes que te quiero, pero no puedo seguir lastimándote
Te amo, Carla.
Recuérdalo.

En la caja había un álbum lleno de las fotos que nos hemos tomado desde que nos conocemos y una camisa, no cualquiera. Una camisa de Luke, mi favorita; de color negro con una frase escrita en blanco:

"You are mine"