BIENVENIDO THOMAS

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Ultimamente los capitulos son más largo, ojala no se aburran 

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-¡Hija! ¿Estás bien?- dice abrazándome. Llevaba tiempo sin hablarme y oír su voz de nuevo me emociona y no pude contener las lagrimas.

-¿Tan mal fue?- me pregunta.

-No, solo que extrañaba que me hablaras-

-Hoy me llamaron del colegio y me contaron lo que pasó-

-Ah- digo, de no haber sido por ese pequeño incidente mi madre nunca se habría dignado a hablarme, y esto nunca estaría pasando, por una sola cosa las otras pueden cambiar radicalmente.

-Enserio lo lamento, pensé que ese sería un buen castigo, pero me equivoque- dice cabizbaja.

-No importa- digo. Ella me abrazo y subí a mi cuarto a recostarme, los acontecimientos del día me habían dejado exhausta, y con solo poner mi cabeza en la almohada, quede profundamente dormida. Estaba decidida a cambiar, no debía cambiar, debía afrontar la situación; pero todo era más sencillo con Thomas en casa, cuando él también se fue, cambie mis ropas (las cuales eran coloridas) por los colores oscuros y en ellos reinaban el negro y el gris; adornado con mis tenis negros o mis botas.

Siento el peso de alguien más en mi cama y me despierto abruptamente, todo estaba oscuro pero por la luz que se filtraba del pasillo que era Thomas, me senté e incrédula lo llame:

-¿Thomas?-

-Hola pequeña-

Me tire a abrazarlo, no lo veía desde hace mucho y unos meses atrás había dejado de llamarme. Era increíble que estuviera ahí a mi lado; porque antes de ser mi hermano el fue mi mejor amigo, y cuando se fue sufrí mucho, aunque sabía que era su decisión siempre fue parte de mi vida, no recuerdo un solo día de mi infancia sin su compañía. Bajamos a comer la pizza que mamá había ordenado.

-¿Y Luke?- pregunta mi hermano.

-Él está bien-

-¿Algo más?- continúa mamá.

-Hasta ahora no-

-Pero te gusta ¿Cierto?- dice Thomas con su mirada intimidante.

Mi hermano siempre había sido muy alto, a diferencia de mí, que no soy tan alta pero tampoco muy pequeña; él tiene los ojos color miel mientras que yo los tengo negros, su cabello y el mío es castaño y cae en ondas. Yo no solía tener el cabello largo  pero ahora llegaba a la mitad de mi cintura y tiene algunos mechones de color rojo.

-Carla- me llama mamá.

-¿Si?-

-¿Cuál es la respuesta?- dice Thomas.

-Eh…-

-Te gusta- declara sonriente, cree que ha ganado la batalla pero…a quien engaño me gusta Luke desde los 12

-No he dicho nada-

-Pero lo pensaste- dice victorioso.

-¿Beneficio de la duda?- busco una salida.

-No-

-¡Oye!- le grito dándole un puño en el hombro, y comenzamos a luchar como cuando eramos pequeños, ambos sabíamos cómo defendernos en caso de que alguien que quisiera hacerle daño a papá tratara de lastimarnos…bueno, la mayoría terminaba en el hospital y nosotros en la comisaria. El caso es que siempre hemos molestado con esas peleas por cosas inútiles, lo cual…lo hacía más divertido.

-¡Ya cálmense!- dice mamá en medio de risas. La última vez que la vi reírse fue hace mucho tiempo cuando Thomas y yo viviamos a medio pasillo del otro y cuando íbamos juntos a la escuela. Él siempre terminaba antes y me esperaba para salir a la casa y comer un helado o hacer cualquier cosa antes de llegar riendo; solíamos hacer las tareas juntos y él me ayudaba. Sin embargo; desde que comenzó la universidad él se encerraba en su habitación y yo comencé a hacer lo mismo. Después el fue y nunca nos visito; a menos que una llamada cuente; pero estaba con nosotras en la mesa riendo.

-Bueno y ¿Qué me cuentas de ti Thomas? No creo que Carla sea la única enamorada por aquí- ríe mamá.

-Yo no estoy enamorada-

-Eso no dicen tus ojos-

Ella tiene razón, dijo algo en el fondo de mi mente y preferí callar. Pero como nadie hablaba rompí el silencio:

-¿Y bueno Thomas?-

-¿Recuerdas a Nidia Kaiser?-

Yo asentí recordando el día que la conocí. Una chica risueña de piel aceitunada y sus ojos verdes que revelaban algo de inocencia y su nariz se curvaba solo en el puente. Mamá también asiente.

-¿Qué pasa con ella?- pregunto.

-Estamos saliendo-

-Que bueno hijo ella siempre me ha parecido una buena persona- dice mamá abrazándolo.

-¿Sabes de qué me entere?- me dice Thomas.

-¿De qué?-

-De que ella y Michael Coppens son primos-

-¡¿Qué?!- grito –No se parecen en nada-

-Lo sé, pero un día que fui a su casa me lo presento y yo también reaccioné igual que tu-

No, no era sorpresa era miedo. ¿Y si era igual que Michael? ¿Lastimaría a mi hermano? Pero no parecía que ella fuera así; solo quedaba esperar y conocerla mejor. Continuamos hablando y me atreví a preguntar:

-Thomas, ¿Por qué la visita?-

-Mamá me conto lo que paso y a demás las extrañaba, por eso...-

-¿Si?- pregunta mamá.

-Quiero volver a casa- dice tímido -¿Puedo?-

-¡Claro que si, hermanito! ¡Bienvenido!- digo saltando de mi silla para darle un abrazo.

-¿Mamá?- pregunta.

-Tu hermana ya hablo, hijo- dijo uniéndose a nuestro abrazo familiar, solo falta papá

Hace muchos años que no me sentía en familia, pero ese día cambio todo, Thomas tenía sus cosas en su carro. Yo ni siquiera sabía que tenía uno y lo ayude a llevar sus cosas a su antiguo cuarto y entre los dos organizamos las cosas que estaban ahí, mientras acomodaba en el cajón unas cosas me gire para sacar otras de la caja y en ella había un portarretrato; lo tome y cuando lo gire había una foto de Thomas y yo antes de que se fuera.

-Siempre la guarde- dice –Era como un tesoro, pero ahora podemos poner otra foto en ella-

-¿A si?-

-Sí- dice y saca una cámara –Sonríe-

Así lo hice y tomo la foto, luego de que saliera la puso en el marco y este en la cómoda.

-Ahora está mejor- dice.               

-Mucho mejor-

Me fui a dormir porque tenía clase al día siguiente, a pesar de haber dormido toda la tarde me quede dormida instantáneamente. Parecía que todo fuera un sueño, mi hermano había regresado y espero que Nidia no le haga nada, aunque en ella confió pero en su primo no. Me alegra que Thomas este aquí, porque puedo evitar que Michael intente hacerle algo; pero eso no pasara, no en mi guardia. Cuando mi padre vivía con nosotros era perseguido por mucha gente; no porque fuera una mala persona; si no que él había sido un banquero muy importante y mamá tenía una empresa de muebles y ambos estaban por fuera todo el día; papá pensó que sería apropiado que  ambos supiéramos como defendernos y aprendimos defensa personal; unos meses después papá se fue a un viaje de trabajo y nunca volvió. Thomas era muy pacifico y siempre me dijo que luchar con toda la persona que se metiera en mi camino no era la solución todos podíamos hablar y que era por esto que nuestro país estaba mal.

Mi padre se fue cuando tenía 8 años, nunca supe el motivo pero Thomas sospecha de que él nos abandono; yo le creo porque… ¿Quién abandona a su esposa y a sus dos hijos si se supone que los ama?

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