-Luke- susurro –Han pasado tantas cosas- confieso.
-Tenemos toda la noche- hace un gesto con su mano, abarcando el prado y el cielo donde nos encontramos.
-¿Quieres oírlo?- pregunto emocionada.
-Siempre me gusta escucharte- hace que mis mejillas cambien de color, como lo hacía antes.
*Flashback*
No es necesario que les diga como estuve después de que Luke se fuera, me negué a ir a clases y lo aceptaron porque había estado muy enferma. Solo falté por una semana pues la siguiente comenzaban los exámenes finales y la niña genio dentro de mi me exigía asistir.
Milena ni me dirigía la mirada, me afectó y me dolió demasiado, pero no me iba a poner a rogarle por su amistad.
También había sido informada de que apenas terminara el año escolar nos mudaríamos a Londres.
Después de todo, ya no había nada que perder.Me sentía devastada, sola, arrepentida.
Debí haber muerto aquella vez.
Pero no he vuelto a cortarme.
Creo que ya lo superé.
En fin, en menos de un mes había finalizado los exámenes finales y por un pelo de rana calva me había salvado.
Había pasado el año y ya no había nada que nos a tara a New York, Thomas había pedido un traslado, el cual fue aceptado.
Y yo había ingresado en una escuela pública.-¡Papá!- gritamos Thomas y yo al unísono pero yo fui más rápida y corrí a abrazarlo. Puede que haya pasado mucho tiempo pero yo estaba más que contenta de verlo.
Pasamos por el típico reencuentro de la familia y si por mi hubiera sido me habría negado a ir al colegio la semana siguiente.-¡Tienes que ir!- gritó Thomas quitando las cobijas de mi cuerpo y haciendo que en un intento desesperado por tomarlas gire en falso y termine en el suelo del nuevo apartamento. Al alzar la mirada, él se agacha, poniendo su mano sobre su estómago y riéndose, mientras que la otra mano tiene mi cobija. Me siento y tomo el otro extremo de la cobija, tirando hacia mi.
Juro que mi intención era tomar la cobija para volver a arroparme y volver a dormir pero mi hermano y yo tenemos en común algo, la torpeza. Así que no me es extraño que él se caiga y para completar, cae sobre mi espalda.-¡Idiota!- me giro empujándolo.
Al fin y al cabo tuve que ir al colegio.
Es horrible, no conocía a nadie y existía la posibilidad de que no encajara y en realidad me aterra. Fui por mis horarios y me dieron indicaciones de cómo llegar al salón, me equivoqué un par de veces pero llegué.
Abrí la puerta e inmediatamente todas las miradas se posaron en mi
¿Y cómo no hacerlo? Si un cabello azul eléctrico llama la atención por todos los lados.
Antes de venir me había mandado a cortar el cabello en capas y tinturarlo de mi color favorito.
Si iba a empezar una nueva vida, debía hacerlo con una nueva imagen. Mi padre lo apoyó pero ya se han de imaginar la reacción de mi madre.
Después de que el profesor dijera mi nombre lancé una tímida sonrisa y me dirigí al único asiento al fondo. Las mesas eran compartidas por tres personas así que me toco en medio de una chica peliroja de ojos azules y su amiga de cabello negro de ojos verdes. Ambas me sonrieron y les devolví la sonrisa.
-Bien, Carla- dijo la peliroja en la última hora de clase su nombre era Aileen –No te hemos presentado a Aiden-
-¿Aiden?- arquee una ceja.
-Mi hermano- contesta la de ojos verdes, Alina.
Mucha gente con nombre que empieza por A.
-Lo lamento chicas- un chico llegó corriendo hasta nosotras, en realidad era guapo, alto, de piel pálida, cabello castaño oscuro y ojos miel.
Su cabello se parece al de Luke.
"Deja de pensar en él" reclama la lógica.
"Eso lo veo difícil" contesta el amor sacando un álbum y unos videos.
Ahora no.
-Tranquilo- salí de mi mente cuando Aileen golpeó mi hombro.
-¡Ay!- sobé mi brazo dándole una mirada asesina. Alina rodó los ojos y tomando mi otro brazo me acercó a ella.
-Ella es Carla- dijo señalándome.
-Es un gusto- tomó mi mano y me acercó a él para darme un beso en la mejilla.
-Lo mismo digo-
*FIN DEL FLASHBACK*
-En fin, nada interesante- agito mi mano –Solo los conocí a ellos-
-¿Aiden?- arquea una ceja –Me parece nombre de niña-
-Es el capitán del equipo de fútbol-
-Americano-
-Sí- asiento riendo.
-Yo no-
-Del otro equipo de fútbol-
-Pero a ti te gustan los ingleses- hace un puchero.
-Pero hacías algo de mi país- me encojo de hombros –Y me gustaba...además no entiendo el fútbol americano-
Sus músculos se relajan y se ríe echando su cabeza hacia atrás. Segundos después mira su reloj, que está en su mano izquierda, sonrío al ver que no ha cambiado. Su mirada se oscurece.
-¿Qué pasa?-
-Ya se va a acabar- alza la mirada, suelto el aire y me levanto ofreciéndole mi mano, él la niega y se levanta para tomarme de la cintura y besarme.
Sería una mentirosa si les dijera que no extrañé esto.
También sería una mentirosa si digo que no besé a Aiden.
Y me siento como una puta por eso. Pero solo fue una vez y tenía mis tragos encima. Al día siguiente el dolor de cabeza me las cobró.
-Vamos- toma mi mano e ingresamos al salón.
No sé si exagero pero las miradas se posaron sobre nosotros. Y peor aún, en su agarre sobre mi cintura. Me acerca más a él cuando intento alejarme.
-Luke- susurro.
-Carla- dice sonriendo, tiene un plan. Y no me va a agradar.
-Ay no-
-Ay sí-
Comienza a caminar para arrastrarme hacia donde están sus padres.
-Padre- llama, Jeremías gira a vernos y abre un poco sus ojos sorprendido –Ya he decidido-
¿Decir qué?
-¿Y quién es la afortunada, hijo?-
Oh, ya entendí...
-Carla Ross- su mano deja mi cintura para subir y acariciar mi brazo.
-Lucas...- empieza.
-Ella está de acuerdo, ¿no es así?- me mira, le sigo la mirada y me doy cuenta de su plan.
-Claro- paso mis brazos por su cuello.
-Pero tu padre dijo que tenías novio- su padre quita las manos de su frente y nos mira.
-Pero usted ha olvidado que su hijo me dio este anillo- alzo mi mano izquierda, donde el anillo de dragón sigue ahí –Hace dos años- muevo los dedos mientras canturreo.
-Aún lo tienes- murmura él.
-Y la invitación- le guiño un ojo.
Su padre palidece y masculla.
-Bien- sale de nuestro campo de visión y estallamos en carcajadas, desde que llegué al salón es la primera vez que me importa un bledo lo que la gente pueda llegar a pensar.

ESTÁS LEYENDO
ADIOS
General FictionCarla, una estudiante promedio se ha convertido en una estudiante problema, nadie sabe la causa excepto sus mejores amigos: Milena y Luke. Las cosas cambiaran cuando quieren reclutar a Luke para liderar una sociedad. ¿Hasta dónde son capaces de lleg...