DESCUBRIMIENTOS

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-Dime algo- comenta Luke en el camino a mi casa; me había prestado una de sus camisas y uno de sus jeans para que no hubiera problema al salir de su casa…sería extraño ¿No creen?

-Depende- contesto al ver su cara seria.

-¿Qué te paso en las piernas?-

“Ay no” se desmayo la honestidad.

“Cambia de tema, ¡Rápido!” grita el desespero, mientras que la lógica busca un vaso de agua para después tirárselo en la cara a la honestidad.

¡Ah!

-¿Me viste en ropa interior?-

-Fui yo quien te quito la ropa llena de sangre- me mira rápidamente y vuelve su mirada a la carretera –No fue intencional- me sonríe –No puedo decir que no me gusto, pero me importaba tu salud y no pensaba dejarte así…Eso no es lo importante, quiero saber que te paso en las piernas-

¿Qué puedo decirle? ¿Qué quiere escuchar? ¿Me aceptara si le cuento? No es que haya matado a alguien, pero es algo parecido, ¿Me entienden?

-Necesito saberlo, Carla-

-Es difícil de explicar…-

-Lo haré fácil- la ternura y el cariño han desaparecido de su rostro, ahora solo veo confusión y tristeza ¿Por qué? -¿Por qué te cortaste?-

Directo al grano.

No puedo mentirle, y tampoco a mí misma.

Debo decirle, pero no como me siento al respecto.

Sentiría pena de mí.

-Fue antes de que el experimento explotara, nunca pienso cuando lo hago, es un hábito-

-¡¿Hábito?!- grita aferrando con fuerza el volante –Eso no es un hábito, Carla- dice más calmado. Piensa que soy una niña pequeña. No lo culpo –Podrías matarte- susurra.

-No lo he hecho en cinco años, no veo el motivo para hacerlo ahora-

-¿Cinco años?- pregunta incrédulo -¿Hace cinco años haces esto?- pregunta de nuevo, poniendo su mano en mi rodilla.

Mi nuevo lema: Pensar antes de actuar.

Asiento.

-¿Por qué?-

-No lo sé, nunca lo pienso-

-Te quiero, Carla y no quiero que te pase algo- da un ligero apretón a mi rodilla.

-No me pasará nada, lo prometo-

-¿Solo es en tus piernas?-

Asiento de nuevo. No quiero que nadie se entere, ellos no necesitan saberlo…y Luke se encontraba entre ellos.
Nadie tiene que saber cómo me siento cuando la cuchilla raja mi piel; la sensación del dolor reemplaza todo lo que puedo sentir y discernir, el dolor me hace dejar la realidad y olvidar…
¿Olvidar qué? Ni yo lo sé, solo sé que el dolor es mejor que cualquier otra sensación y sentimiento.
Cada dolor es único y diferente, ninguno se parece al anterior y no se puede recuperar el dolor.

-No vuelvas a hacerlo-

-Lo intentare-

-Hablo en serio-

-Yo también- digo –Pero ten en cuenta de que no será muy fácil para mí dejarlo-

-Lo sé- me da una sonrisa –Pero yo te ayudare-

-No le digas a nadie-

-¿Milena lo sabe?-

-No es necesario que lo sepa- digo.

ADIOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora