ADIOS

CONFESIONES AL LADO DE LUKE CROWLEY

Este es un capitulo algo largo...espero que les guste

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Me desperté en la enfermería, Luke estaba en la silla junto a mí.

-¿Luke? ¿Qué paso?-

Él se sobresalto, se puso de pie y se acomodo a mi lado, me tomo de la mano y cuando hablo su voz era entrecortada:

-Pensé que te perdería-

¿Pero qué paso?-

-Tu experimento exploto- dice.

-¿Cómo? ¡Yo no le puse nada!-

-No, fue Michael-

-¿Por qué él?- pregunto confundida.

-Porque me quiere lastimar-

-¿Lastimarte? ¿Cómo?-

-Lastimándote a ti- dice cabizbajo.

-¿A mí?-

-Si-

-No entiendo- digo aun mas confundida ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?

-Si te hacen daño, me tendrán-

-¿Quiénes?- inquirí.

-No lo sé, solo sé que me quieren y mi madre insiste en entregarme-

-No dejare que te hagan daño-

-Eres mi punto débil- dice mirando con los ojos rojos.

No sabía que decir, a penas entendía lo que me decía, pero algo era seguro: Nada ni nadie lo apartara de mí.

Cuando habían pasado los efectos del químico me permitieron marcharme. Luke me acompaño hasta mi casa, ya que sabía que nadie me hablaría, solo mi hermano Thomas. Era tres años mayor que yo y está en la universidad. Ya no lo veo porque se mudo con unos amigos; pero mantenemos en contacto. Subimos a mi habitación y llame a Milena.

-¿Cómo estás? ¿Qué paso?- dice.

-Bien, no sé qué pasó pero lo averiguare-

-¿Por qué te fuiste?-

-Me dijeron que descansara y Luke me trajo- Explique y en ese momento quise morderme la lengua pero Milena ya tenía sus ideas.

-Ok, te dejo en compañía de tu chico-  dice y cuelga, dejándome con la palabra en la boca

Mire el teléfono y me quede pensando: ¿Cómo lo supo? Él solo es mi amigo ¿No? Mire a Luke que estaba con su brazo derecho recostado en el marco de la puerta, se veía preocupado ¿De qué?
Él miraba hacia el piso como si ahí encontrara todas las respuestas, seguí mirándolo y al parecer lo noto porque levanto la mirada y le digo:

-Si quieres te puedes ir-

-Me quedare-

-¿Seguro?-

-Sí, quiero asegurarme de que no vengan por ti-

-¿Quieres algo?- pregunto.

-Verte feliz-

-No me refería a eso-

-Pero yo si-

-Yo soy feliz-

-¿Enserio?- pregunta arqueando una ceja.

-Sí. ¿Por qué no?- digo mientras inclino mi cabeza hacia un lado.