Final

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Cuando uno está solo dentro de si mismo, se da cuenta de la oscuridad del alma, y de que aunque las lágrimas salgan, en realidad se estancan en el corazón. Yo, solo, estoy solo porque quiero, porque lo necesito, vivo preso de la angustia del beber, vivo preso de la sociedad, vivo preso del todo, con lo cual no vivo. Por qué el mundo gira en contra del sentido común, en contra de las verdaderas conciencias y sensaciones. Por qué yo siento la necesidad de desaparecer todas las noches, al pensar en lo que me rodea. Por qué caen las gotas de sangre de mi muñeca en vez del licor amargo de mis ojos. Por qué, siento este vacío dentro de mí que nada puede llenar excepto la muerte.
Quien dice que la vida es un regalo se equivoca, estamos condenados a encontrarnos a nosotros mismos. Encontrarte porque una vez te partieron en mil pedazos.

Por mucho que lo intente, la música alegre no me sirve de nada. En estos momentos de tristeza eterna parece que nada acaba, y eso duele.

El amor, no existe, es una ilusión más que nos acaba matando. Yo estoy podrido por dentro y ya no me sirve de nada ni el agua de la lluvia de cada mañana.

Vivo en una cárcel sin barrotes y cada día que pasa aumenta mi condena. No quiero volver a recordar tu mirada al nacer de entre las cenizas, tus ojos gritando piedad, tu boca llorando palabras, y mientras, yo, tumbado en la bañera con el brazo extendido, fluyendo licor de cereza, nadando entre mis piernas, acariciando mi pecho, suave aroma a final.
Y llorar, llorar por no poder gritar, blanco como la muerte, echando mierda por la boca, mientras tu imagen no se va de mi mente, te pido piedad por favor, deja de llevarme a ese día, a ese agua, tan fría.
Quiero romper las reglas de mi condena, pisando a la vida con mi lengua, con un solo de piano en mis dedos, riendo porque todo va a acabar, voy a vencer el miedo que no me deja respirar. Drógate un poco mas, siente cada palmo de tu cuerpo, como todo se termina, siente como todo se aleja, que ya nada te arrastra, hasta el fondo del pantano del propio perdón.

Ahora te miro a la cara y ya no soy yo, ya no estás, te he vencido, tu recuerdo ya no está, no me vas a volver a llevar dentro de ti, no me voy a mover de aquí, estoy muerto y drogado, y soy feliz.

Un sueño soñado por otro sueño, dormido por dormir, vivido por morir.

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