Cada letra de esta canción, cada acorde, cada cuerda, todo, ya no es nada. Cada golpe de púa sobre el metal sonoro, cada llanto de un niño sobre el frío suelo, cada caricia bajo una sábana de miedo y perdón, todo eso, yo, ya no lo siento.
Cada paso que doy se convierte en un recuerdo anclado al pasado sin sentido ni forma. Cada letra que escribo llora el viento del olvido, porque escribo lo que lloro, y lloro lo que escribo. Cada lágrima que cae del párpado humedecido, acaricia tus pupilas, porque yo, ya no siento nada.
Ni siquiera el perdón de tus propias emociones puede llevarte a la calma ansiada del dormir. Dependencia a escribir en un papel lo que siento, es todo lo mismo de siempre.
Plasmar tu conciencia en un papel sin vida, y acabar vacío latiendo por fuera y muerto por dentro.