El reloj marcó exactamente las cuatro de la mañana cuando Will trató de despertar a su amiga Abigail. Con el rostro pegado al marco de la puerta Will susurró su nombre en por lo menos veinte ocasiones antes de escuchar movimiento dentro de la habitación, para luego sentir como se abría lentamente una rendija.
Abigail susurró con los ojos a medio abrir, "¿Qué estás haciendo aquí?".
Will volteó a ambas direcciones del pasillo para comprobar que no viniera nadie, "Algo anda mal, necesitamos hablar".
La adolescente se apartó para dejar pasar a su amigo y luego se sentó en su cama aún enredada en sus cobijas, "¿Qué puede ser tan importante para que me busques a esta hora?".
"El perrito que cuidaba con Hannibal está muerto", dijo Will sin rastro de tacto.
Los ojos de Abigail se abrieron como platos y todo su adormilamiento se dispersó, "¿Lo asesinaron?".
Will asintió con pesar, "Al parecer lo envenenaron".
"¡Qué horror!", exclamó Abigail cubriéndose el rostro con las manos, "¿Qué monstruo sería capaz de hacerle esto a un animal?".
"Me temo que el mismo que mató a William y a Freddie", contestó Will para luego tragar saliva nervioso y buscar algo en la bolsa de su pantalón, "Quién sea que lo hizo dejó una nota".
"Conoce tu lugar", Abigail leyó en voz alta la nota, "Creo que tienes razón, la persona que cometió esta atrocidad definitivamente tiene algo que ver y me temo que incluso sabe que hablaste con Freddie".
"Por eso vine a verte, hasta ahora nunca nos habíamos planteado que el culpable siguiera entre nosotros, siempre creímos que era alguien en el pasado", Will susurró sus últimas palabras como si temiera que las paredes fueran a divulgar este acontecimiento.
Abigail comenzó a morder una de sus uñas, "Si es alguien que conocemos, entonces tenemos que tener el doble de cuidado y tienes que volver lo más pronto posible".
Will se mordió el interior de su mejilla, "Me gustaría volver ahora mismo, pero no traje nada más conmigo, no tenemos forma de hacer contacto".
"No te preocupes, yo tengo unas cuantas cosas que tuve que esconder de Hannibal, seguramente alguna nos puede servir" dijo Abigail para luego ponerse de pie apresurada y comenzar a buscar al fondo de un cajón en mesa de noche, "¡Aquí están!".
La pequeña colección de cosas de Abigail estaba compuesta por algunas páginas arrancadas del diario de William, acompañadas por escasas fotografías del día a día en las que aparecían todos los integrantes del grupo de amigos. Entre estas instantáneas destacaban dos que Will logró reconocer a primera vista, primero estaba la foto de un beso y luego una foto de William sentado en la rama de un árbol con una sonrisa de lado a lado.
"¿Pasa algo?", preguntó Abigail al ver la fijación de Will en esas dos fotografías en particular.
Will señaló la fotografía del beso, "¿Cómo conseguiste esta foto?".
"Yo misma la tomé un día que atrapé a Hannibal y a William escondidos en las escaleras".
"Fui yo quien hizo eso, no William" explicó Will con un tono confundido.
Abigail sostuvo la fotografía más de cerca para examinarla con más cuidado, "Me pregunto que tanto de lo que recuerdo sobre William realmente se trata de ti en el pasado, prácticamente me es imposible diferenciarlos, quizá siempre fuiste tú... ".
Will encogió los hombros y se estiró para tomar la otra fotografía en la que aparecía William. El rostro de ambos adolescentes era idéntico, no existía ni un solo rasgo que los pudiera diferenciar y ahora hasta los actos de ambos se comenzaban a mezclar en una sola amalgama indivisible.
"Esa foto es de la primera cita de William con Hannibal" Abigail señaló la instantánea en manos de Will, "Por lo que sé fue Hannibal quien la tomó, incluso podrías volver a ese día, tengo la entrada del diario que le corresponde".
Sin decir más Will le extendió una mano a su amiga dispuesto a volver a ese día: 13 junio 1982.
Al abrir los ojos Will sintió que sus piernas no tocaban suelo firme, sino que pendían en el aire, debajo de él estaba Hannibal agitando vigorosamente una instantánea con su mano mientras le sonreía de oreja a oreja, "¿Si la tomaste bien?"
"Tendremos que esperar a que esté lista para averiguarlo" respondió Hannibal en voz baja. "Lo mejor será que nos vayamos ahora, si nos quedamos aquí mucho tiempo nos va a descubrir algún vigilante en sus rondas".
Will asintió y se empujó con ambas manos para ponerse de pie sobre la rama en que estaba sentado. El avance de Graham hacia el otro lado del muro era lento y con pasos cuidadosos para evitar caerse, en ese momento su silueta casi parecía la del equilibrista de un circo mientras hace su acto más espectacular.
Una vez que Hannibal escaló el árbol y saltó del otro lado del muro ambos adolescentes comenzaron a caminar en dirección al centro de Mirfield. El plan era ver una película en el cine y regresar antes de que cualquier persona notara su ausencia, pero la verdad es que sus ilusiones no eran muy realistas, porque cada persona con la que se cursaron en su camino llegó a la misma conclusión al verlos: Son estudiantes de la Academia que se escaparon para divertirse.
Hannibal se encargó de comprar dos boletos para E.T., el extraterrestre, el más reciente estreno de la cartelera y que según las palabras del vendedor, "Era lo mejor para ver con tu novia".
Cinco minutos antes de que comenzara la función el mismo chico que trabaja en la taquilla le indicó a Will y a Hannibal donde estaba la sala en que se proyectaría la película y con una sonrisa incómoda se disculpó con Hannibal por haberle recomendado una película para parejas.
Al escuchar esa disculpa Will tuvo que voltear hacia otro lado y contener la risa.
Dentro de la sala Hannibal le dio un codazo a Will, "¿De qué tanto te ríes?".
"Me rio de la cara del vendedor, parecía que tenía miedo de perder su empleo por recomendarle una película para ver en pareja a dos hombres" dijo Will con tono burlón.
Hannibal enarcó una ceja y le devolvió la sonrisa a Will, "Bueno, no se equivocó con su recomendación".
"Me gustaría poder decirle eso", susurró Will acercándose al oído de Hannibal.
Hannibal miró de reojo a Will y volteó para comprobar que nadie estuviera sentado detrás de ellos, "Quizá podríamos hacerlo cuando vayamos a la Universidad, escuché que ahí el pensamiento suele ser más liberal respecto a las parejas... distintas".
Un hueco se formó en el pecho de Will al escuchar esa sugerencia y simplemente le sonrió a Hannibal. Tristemente, el bien sabía que incluso el día después de ese era incierto y pensar en la Universidad no podía ser más que un sueño efímero.
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Lonestar[Hannigram]
FanfictionEn el momento en que Will Graham vió a Hannibal Lecter un deja vú lo invadió, "Yo a ti te conozco", pensó Will. En el momento en que Hannibal Lecter vio a Will Graham sintió un puñetazo que revolvía sus entrañas, "No puedes ser tú" pensó Lecter en...