"Un contacto no tan ajeno" Capitulo 17

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Me estaba alejando de él como antes...

Miro por el espejo retrovisor. El me saluda. Las lágrimas se quieren apoderar de mí pero no lo logran.

Tal vez yo tendría la costumbre de abandonar todo aquello que quería, había dejado a mi padre, a Tobías, mis esperanzas. Lo había dejado todo... tal vez ese siempre fue mi error.

Esta vez creía que sería todo diferente, siempre pensé que al encontrarme con el todo sería diferente pero no... todo era igual. Lo volví a dejar. El me dejo ir sin saber que yo quería volver y él me dejo ir pensando que volvería pero no... el estaba con una chica, el estaba bien sin mi...

Llego a mi casa exhausta, agobiada.

-¡Hola mama!.

-Hola hija, ¡La comida esta lista! ¿Vienes?.

-No gracias... no tengo hambre – respondo dirigiéndome hacía mi habitación.

-¿Te sientes bien hija? – pregunta preocupada.

-No... - digo recostándome en mi cama. Mi madre se sienta junto a mí.

-¿Qué sucedió? ¿No fue muy buena la exposición?.

-No, no madre no es eso, solo quiero dormir – digo cansada.

-De acuerdo... cualquier cosa llámame.

-Está bien.

Se va. Y Yo tan solo quiero dormir y olvidarme de todo.

Las últimas semanas me encontraba muy estresada y con la aparición de Tobías todo había cambiado. De alguna forma u otra el había vuelto a mi vida.

No pudiendo conquistar el sueño cojo mi Smartphone. Selecciono "contactos" y comienzo a mirar. Llego a la "T" y ahí estaba Tobías. Tenía una necesidad interminable de llamarlo constantemente pero... -¿Qué le diría? – Ya todo estaba dicho. Me mantengo unos minutos mirando aquel contacto, aquel numero que tiempo atrás lo llamaba constantemente. En ese momento me suena el celular. Siento un conjunto de sentimientos mezclados con sorpresa y miedo, miedo a que fuera él, el que me estaría llamando y que tan solo esa llamada cambiaria mi vida pero tan solo mi móvil marcaba el destinatario de esa llamada: "Dakota". Me relajo, mi pulso se controla y atiendo.

-¿Hola? – digo.

-Hola amiga – se oye al otro lado de la línea. – ¿Cómo estás? – Bien ¿y vos?.

-Bien... te he llamado todo el tiempo... ¿Dónde estabas nena?

-Ah... Em.... - comienzo a balbucear. – tenía el móvil apagado.

-De acuerdo... te quería felicitar por la exposición ¡fue genial! Quise comprar unas fotografías pero era tarde, algún cabron ya las había comprado. – (Tobías pienso en mi mente.). – Bien... quería que me confirmaras lo de la fiesta – dice entusiasmada.

En ese momento recuerdo la fiesta de compromiso. ¡Su compromiso!. Tan solo faltaba... – miro el calendario. – días.

En ese instante finjo mi nerviosismo ya que me había olvidado por lo cual me llenaba de culpa. Respondo.

-¡Oh! ¡Si... ahí estaré amiga...

-¡Genial! ¡Entonces te veo allí! Besos.

-Besos...

Cuelgo.

Ahora tenía otra preocupación pero no por eso menos importante. ¡Tenía que conseguir un vestido!.

"Tobías..."

Sin poder pensar más, sin poder dejar de pensar en aquel encuentro al cual nunca me hubiese imaginado que fuera así... luego de tanto tiempo me decepcione por aquella perspectiva de mi sueño que nunca se realizo. Me imaginaba que al verla luego de tanto tiempo ella vendría a mis brazos y yo tan solo la aferraría junto a mi pecho no dejándola ir y dándole un beso apasionante... como los de las películas, pero era obvio que solamente aquel encuentro seria real nada más y nada menos que en un drama de amor pero esto no era una película, era la vida real y ella jamás correría hacía mi... por lo menos no ahora.

Mis pensamientos iban y venían una y otra vez, centrados en Ámbar más que todo pero también en Cielo. Me preocupaba como las cosas continuarían a partir de ahora, me sentía terriblemente mal al saber que aquella chica con espíritu libre la había hecho sufrir, estaba hecho de un profundo corazón de hielo sin sentimiento. No sabía lo que sentía por Ámbar, pero tampoco sabía exactamente lo que sentía por Cielo. En este momento no conocía la palabra sentimiento.

A pesar de olvidar aquel significado por alguna razón mí impulso o tal vez mi intención hizo que mis ojos estén mirando aquel número telefónico. Aquel numero que antes llamaba constantemente y hoy hace vario tiempo ya ni siquiera sabía que existía. Aquel primer contacto en mi lista de "amigos", ahí estaba "Ámbar" quien por alguna razón había vuelto a aparecer en mi vida, la había cambiado. Había cambiado mis sentimientos, ya no era la misma... tenía que aceptarlo, ella había vuelto sin saber porque la vida me jugaba esta mala pasada pero tampoco respondía todas mis preguntas, aun no sabía si había venido para quedarse o tal vez se iría una vez más...

Creo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora