"Un nuevo comienzo" Capitulo 1

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Un día nuevo, dirigiéndome hacia mi nuevo destino, temprano, por la mañana... tan solo quería dormir, pero no podía... Se veía a lo lejos un auto sumándose a aquel embotellamiento de cualquier mañana típica para mí. Y ahí estaba yo, una joven chica cuyos ojos eran color esmeralda y su cabello aun más oscuro que en épocas pasadas, estaba cambiada, todo había cambiado...

En tascada en un terrible embotellamiento, ahí me encontraba yo, Ámbar Johnson quien luego de un año y tan solo meses al cual ya tenía veinte años, había cambiado demasiado. Estando ahí me daba cuenta que las cosas habían cambiado, ya todo era diferente, esta vez yo ocupaba el lugar de mi padre, esta vez yo conducía en el profundo trafico... y ahora lo entendía... "Lo siento papa, lo siento por nunca antes haberte entendido". Trato de borrar todos los recuerdos posibles, trato de no pensar más en aquel año, en mi último año de la preparatoria, trato de olvidar.

Las cosas este último año habían cambiado bastante, yo había cambiado. No podía creer como el tiempo había pasado y yo tan solo quería pararlo y que no siga mas... era mi más glorioso deseo. Había veces en la que también deseaba volver el tiempo atrás y remediar algunas cosas y no me refería por el... por que se que sin él, estaba mejor, aunque me doliera, ya no lo necesitaba. Pero al que si necesitaba cada día, era a mi padre quien luego de un tiempo en el que terminara con Tobías, mi padre me había dejado, mi amado padre ya no estaba y todo por culpa de la vida, y de aquella terrible enfermedad. El tan solo pensar en que ya no lo tenía más, en que tan solo hace un año atrás me había dejado, tanto a mí como a mis hermanos, en ese entonces la familia no siguió siendo la misma, yo no seguí siendo la misma. Había cambiado completamente, ya no era aquella nena, era otra...

En tascado en aquel embotellamiento, ahí estaba yo, observando el paisaje, la vista, disfrutando cada minuto como si fuera el ultimo. En aquel embotellamiento que tan solo tenía justo frente mis ojos me encontraba yo, Tobías Dorney aquel chico "mujeriego" "consentido de mama" y hasta aquel chico "cara bonita", ese chico ya no existía... maduro. Había dejado de existir hacia tiempo.

Era un día común, típico, como cualquier otro, en que como todos los días, tan solo el paisaje me traía demasiados recuerdos, me reflejaba su sonrisa, su ser, me recordaba todo de ella. Aunque ya estaba todo perdido, ya no estaba aquí conmigo, se había ido y yo la había dejado ir... Para no sufrir fue por eso que recordaba los buenos momentos, por ejemplo la vista, que tan solo ella me ayudo a abrir los ojos y a darme cuenta de las cosas. De repente mis pensamientos se interrumpen, el embotellamiento de autos había comenzado a avanzar. Me centro en las agujas de mi reloj. ¡Llego tarde mierda! - decía. Por lo cual decido avanzar a toda velocidad, esquivando autos, haciendo maniobras peligrosas. En ese momento no podía tener tanta mala suerte... un auto se había frenado, parado, ¡De verdad que aquella persona era inútil! - pensaba fastidiado. Es por eso que decido pasarlo, dándole un fuerte bocinazo, para que sepa lo inútil que era, lo cual esa persona me responde de la misma manera, pero aun más violenta. Miro el espejo retrovisor y tan solo llegue a ver un tan simple gesto desagradable al igual que la persona. Sigo avanzando, eso no me detendrá...

Centrada en el embotellamiento sigo pensando, pienso y pienso y de verdad que tan solo en un año las cosas habían cambiado mucho. No sabía si las cosas cambiaban o las personas eran las que cambiaban, ¿Las personas cambian o el tiempo las cambian?, las respuestas no las sabia, nadie las sabia...

En ese instante mis pensamientos se interrumpieron. El embotellamiento se dispersaba, llegaba a su fin y así yo pudiendo avanzar, aunque ya llegaría tarde. Intento arrancar, volver al tráfico, a la ciudad, a la normalidad. Pero algo me lo evite... mi fastidioso y odioso auto al cual no era el auto "último modelo" pero lo había heredado de mi padre, por lo que era único para mí. Armada de paciencia intento arrancarlo, en ese instante un auto a toda velocidad pasa, tocándome bocina para que yo simplemente me sintiera "mal", ¡Pero no!, ¡Por supuesto que no!, en ese instante sin dudarlo y sin pensar que era un desconocido, toco bocina y saco por la ventanilla un gesto no muy apropiado para una mujer, ¿Pero quién se daría cuenta de que soy una mujer? ¡Si no me ha visto!... Luego de esto y de ver con furia a aquel auto, logro poner en marcha mi coche y así siguiendo mi camino...

Creo en tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora