Después de cenar y charlar un buen rato, cada uno se fue a sus habitaciones, excepto Aidan, quien había decidido arbitrariamente dormir en el sofá para evitar repetir la experiencia de la noche anterior. Max intentó persuadirlo de todas las formas posibles: inventó que en la casa se aparecían fantasmas después de la medianoche, aseguró que el ruido de la calle no lo dejaría dormir y le insistió en que era mejor una cama que un sillón. Pero Aidan no se dejó convencer. ¿Quería a su primo y disfrutaba pasar tiempo con él? Sí. Pero no estaba dispuesto a pasar otra noche sin cobija.
Parado en el marco de la puerta de su habitación, con una almohada bajo el brazo y una cobija en la mano, Aidan observó a Emily, quien sostenía un vaso de agua.
—Descansa.
Emily le dedicó una leve sonrisa y asintió con la cabeza. Justo cuando él estaba a punto de irse, lo tomó del brazo.
—Gracias por lo de hoy. Realmente me divertí —confesó con sinceridad y Aidan sonrió al escucharla.
—Es que, además de ser un buen guía turístico, también soy un excelente anfitrión —bromeó, apoyándose despreocupadamente en el marco de la puerta.
—Algo más para tu currículum —siguió Emily con el juego.
—Creo que mi currículum ya tiene suficientes referencias... y la mayoría son gracias a ti —respondió Aidan con una suave risa, contagiando a Emily.
—Entonces deberías agradecérmelo de alguna manera.
Aidan arqueó una ceja con diversión.
—Bien, algún día lo haré... y con creces.
Ambos se sonrieron y bajaron la mirada levemente, dirigiendo los ojos hacia otro lado. Había algo entre ellos, una cierta tensión que ambos, de alguna manera, habían alimentado sin darse cuenta. No sabían exactamente qué esperaban que pasara cuando aquella tensión estuviera a punto de explotar, pero lo que sí sabían era que no era algo de esa noche solamente. Llevaban cargando con ello desde hace tiempo.
Sin saber qué más hacer, Emily lo empujó suavemente del hombro.
—¡Ya, vete a dormir! —ordenó con fingida autoridad, aunque una risa burlona escapó de sus labios—. Espero que descanses bien.
Aidan se encogió de hombros con una media sonrisa.
—Definitivamente es mejor dormir en el sillón que con Max —confesó, rascándose el cuello con cierta incomodidad—. Bien... descansa.
—Igual tú.
Antes de que Aidan pudiera reaccionar, Emily se acercó y le dejó un beso en la mejilla. Cuando se apartó, le sonrió con naturalidad, como si fuera lo más normal del mundo.
Aidan se quedó inmóvil por un segundo, sin saber exactamente cómo responder. Luego, una risa divertida escapó de sus labios.
—Te llamo si necesito compañía —bromeó, sacándole una carcajada a Emily, quien rodó los ojos con diversión.
Ella entró a la habitación y Aidan cerró la puerta por ella. Se quedó unos segundos de pie, repasando en su mente lo que acababa de decir. «Te llamo si necesito compañía» Bufó en voz baja mientras caminaba lentamente hacia la sala.
—Dios... qué estúpido —murmuró para sí mismo, pasándose una mano por la cara.
Acomodó la almohada mientras su mente repetía una y otra vez sus propias palabras. Se echó en el sillón, buscando la posición adecuada para dormir. Se movió durante varios minutos, girando de un lado a otro hasta que finalmente encontró una que le resultó cómoda.
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Donde todo comenzó || A.G.
FanfictionEl joven Aidan Gallagher ha dedicado toda su vida a ayudar a su padre en la librería, pero su mundo cambia inesperadamente cuando una actriz entra por la puerta. ➹ Cover hecho por @DarkDevil_23 de @Star_Club_ ⚠ Faltas ortográficas
