XII. Frank en Madrid

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Miedo. A eso se resumía todo. Frank tenía miedo. Alex tenía miedo, y todo era posible en cualquier momento; ahora lo sabían.
Frank había ido unas cuantas veces a la casa de Alex después de lo ocurrido. Ahora, como era su novio, iba casi siempre. Habían pasado tres semanas desde que el Rey Carmesí había atacado a Frank (Staxx) y había dicho que se lo iba a llevar, pero la pregunta era, ¿a dónde? ¿Y por qué lo llamaba así?
La respuesta se situaba en Madrid, ahí estaba la Universidad de Madrid donde estudiaban los diferentes tipos de casos paranormales que pudieran surgir. Pero Frank no estaba muy seguro de ir cuando Alex una noche le hablo del tema.
—Frank, cariño, tienes que ir. Podrías estar en peligro y ni siquiera saberlo.
Alex le acarició el rostro, la mejilla y los labios para después besarle.
—No lo sé —inquirió Frank de pronto—. No sé si en verdad quiero saber que eso todo esto. No quiero realmente perderte. No soy quien esa cosa dice ser.
Pero Alex estaba completamente seguro que si, lo intuía, y sabía que tenían que hacer algo pronto.
Tres días después de hablar con Frank, Alex fue a la parada de autobús a comprar dos boletos hacia Madrid. Ahora estaba sentado en la cama de Frank, esperando a que él llegara para decirle que irían a Madrid a visitar la Universidad y buscar respuestas para acabar de una vez con aquello.
La puerta se abrió, era Frank; subió las escaleras en rumbo a su habitación y ahí estaba Alex, lo vio sentado, mirándolo con esos hermosos ojos de los cuales se había enamorado hace mucho tiempo.
—Frank, cariño —le dijo Alex. Frank se acercó y se sentó a su lado, le sonrió h le temo por las manos—. He comprado dos boletos para ir a Madrid.
Frank lo miró atónito, luego le sonrió y le dio un beso en la mejilla. Por su mente pasaron mil cosas horribles: gente mutilada, acribillada y asesinada, pensando que él y Alex acabarían así, que esa era la respuesta de la Universidad de Madrid y que no habría nada que hacer.
—Prométeme que si no hay nada que hacer, y si esa cosa gana, tú seguirás con tu vida —Alex abrazo a Frank, se quedaron así quizás como por un minuto, luego se secó las lágrimas y finalmente habló.
—Yo podría seguir con mi vida, pero mi corazón dejaría de latir si tú no estuvieras conmigo.
Aunque no habían sido las palabras más bellas de Alex, Frank le sonrió y lo acepto con un beso suave, dulce y tierno.
El día 22 de Abril, Frank abordó el autobús con Alex en rumbo hacia Madrid. Nadie dijo nada durante el camino, solo se limitaron a tomarse por las manos y sonreírse de vez en cuando. Al llegar, los dos buscaron hospedaje en el Holiday Inn. y luego se fueron directo a la Universidad de Madrid. Allí los atendió el maestro en casos paranormales.
—Mr. Kevin, hemos venido a...
—Sé a lo que han venido —les dijo Mr. Kevin interrumpiendo a Alex—. Tienen problemas con Él, ¿no?
—¿Él? —pregunto Frank.
—El Rey Carmesí —les dijo y los dos se echaron para atrás—, un ser con ojos rojos, cubierto por un carmesí negro y barba blanca. Es el Rey Carmesí.
Por un instante a Frank lo asalto el pánico, el terror y la angustia. Sintió que le diría que iba morir y que no había nada que hacer.
—¿Qué es el Rey Carmesí? —preguntó Alex.
—¿Han oído hablar que hay otros mundos aparte del nuestro? Otros universos de los cuales la realidad es algo irreal, y todo lo posible es posible —Frank y Alex si limitaron a asentir, aunque no sabían muy bien de qué iba esto—. Se podría decir que el Rey Carmesí es el mal puro en otro universo, aunque se se desconoce el nombre de este universo, es el universo donde todo puede pasar, y cuesta mucho descifrarlo. Ese universo ha estado inestable desde la llegada del Rey Carmesí, es, en otros términos, satanás en su universo.
Frank casi correr del miedo, pero se aferró a la mano de Alex y continuó escuchando a Mr. Kevin.
—No sé qué es lo que quiere, quizás ha venido a este mundo porque sabe que está a punto de ser destruido. Pero si viene por ti, no te dejes intimidar, lo que lo hace vulnerable en nuestro mundo, es que creas que él no es real.
Pero Frank creía que él era real, y lo era, era tan real como respirar, y ese era el problema.
Alex y Frank salieron de ahí con más preguntas que respuestas, pero al menos estaban seguros de cómo hacer que el Rey Carmesí dejara de molestar, pensar que él no era real.

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Hola chicos :D he vuelto, y también pido disculpas si no había actualizado, me han robado el cel y no había podido actualizar u.u espero disfruten el cap ya que estamos a punto de acabar el fic ;)

La historia de Frank  «Staxxby»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora