XIII. Frank y Claudia

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Frank empezó a quitarle lentamente la camisa, le bajo la cremallera y luego se arrodilló ante Alex. Lo miró con dulzura y cierta morbosidad, este le devolvió el gesto y se levanto para darle un beso en la boca. Habían llegado al hotel después de haber consultado a Mr. Kevin, quien les había dicho una posible forma de evitar que el Rey Carmesí obtuviera lo que sea que quería. Frank había estadounidense nervioso antes y después de haber visitado al Mr. Kevin.
La clave es creer que no existe, había dicho Mr. Kevin, el es capaz de hacer cualquier cosa. Pero si crees que no es real, no pasará nada. Aunque para Frank todo era real; y en cierto aspecto lo era. Todo era tan real como respirar.
-Quiero mostrarte algo -le dijo Frank a Alex.
Alex se limitó a asentir. Frank se bajó los bóxers y luego bajó los de Alex. Tomó el miembro de Alex con una mano y con la otra tomó el suyo. Entonces comenzó a moverlo de arriba hacia abajo, arriba y abajo; Alex miraba embobado como la mano de Frank subía y bajaba sobre su miembro muy erecto. Entonces la voz de Frank lo saco de sus pensamientos.
-¿Quieres que me lo meta a la boca? -había dicho Frank-. A mí no me importa...
Entonces, Alex hizo que la mano de Frank se apartara de un golpe. Lo empujó hasta la otra pared y Frank lo miró atónito. Entonces Alex dijo:
-Marica. Eres un marica.
Frank frunció en ceño, luego, soltó una carcajada que pareció un grito. Se levantó del pisp y se acercó de nuevo hacia Alex. Alex lo miraba enojado, como si Frank de repente le hubiera caído mal.
-Alex, cariño, deja de jugar.
-No le llames cariño, marica -volvió a decir Alex, enfadado.
-Bueno, ¿a ti se te ha salido un tornillo o qué? -le contestó Frank muy enojado.
Alex se quedó petrificado, como si fuera una estatua, Frank le observo unos segundos más esperando una respuesta. Al final, fue Frank quien volvió a hablar.
-¡Contestame Alex, coño!
-¿Frank? ¿Por qué me llamas Alex? -dijo aquella voz. Esa voz que Frank podía reconocer con sólo pensarla. Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, se hayaba frente a él Claudia.
-¡No! -fue lo único que dijo Frank.
-Con que ahora eres maeoca, Frank, mi Frank. Te dejo unos años y ya eres marica.
No eres real, pensó Frank, no eres real, no eres real. Entonces, como si esa cosa le hubiera leído la mente, le dijo:
-¡Claro que soy real! ¡Mírame! ¡Mírame! ¡Mírame!
-¡No, no, no, no!
Em cuarto empezó a desvanecerse, ahora se hallaban en un lugar oscuro, había humedad y olía a madera vieja. Frank se vio atado con una soga de los manos y de los pies, Claudia estaba frente a él con un vestido color carmesí y ojos furiosos.
-Cen conmigo, Staxx. Te llevaré a donde perteneces.
Entonces, Claudia movió los dedos en espiral y a un costado de ellos, se abrió un portal, dentro de él estaba oscuro y había pequeños puntos blancos que a simple vista parecían estrellas.
-Esa es nuestra galaxia. A donde pertenecemos, ven conmigo.
Frank miro hacia el agujero negro, luego hacia los ojos enfebrecidos del Rey Carmesí, que ya no era Claudia.
-Iré. Pero respondeme unas preguntas.
-Bien...
El Rey Carmesí empezó a desatarle los brazos mientras esperaba las preguntas de Frank, quien ahora era Staxx para él.
-¿Qué pasó con Claudia? ¿Todo eñl tiempo fuistye tú?
-No. Soy un ser con poderes extraordinarios, algo que en tú mundo le dicen Dios. He adoptado la forma de tu novia para intentar convencerte, así como también adopté la de Alex, tú novio, por unos instantes.
Frank se quedó horrorizado, la cabeza le daba vueltas y sentía unas inmensas ganas de vomitar.
-Si voy contigo, ¿qué pasará con Alex?
-Si te refieres a que si sufrirá, en lo absoluto, él jamás recordará haber escuchado el nombre Frank Carnes. Nadie te recordara.
Entonces, ya que estaba desatado de manos y pies, el Rey Carmesí lo coloco colocó delante del portal. Frank pensó en toso lo que había vivido, en todo lo que le habían prometido a Alex. Y entonces, cuando estuvo a pinto de saltar, el cuarto volvió na desvanecerse lleno de luz, se vio por los pasillos del hospital, entrando a la sala y luego acostado en la camilla.
Entonces, Frank abrió los ojos.
-Frank, cariño, gracias a Dios -dijo Alex dándole un beso.
-Dios no tiene nada que ver en esto -musitó Frank.
Alex le volvió a dar otros tres besos y finalmente dijo:
-Te has convulsionado y he llamado a la ambulancia.
-Has hecho bien, mi cielo -dijo Frank.
Pensó en lo que el Reyh Carmesí le había dicho, en que casi saltaba hacia el otro mundo y en que Alex le acababa de salvar la vida. Pero sabia que el Rey Carmesí volvería, no se daría por vencido hasta que ese portal se cerrara.
Entonces, comprendió todo de golpe. Era el portal, tenia que cerrar el portal con el Rey Carmesí dentro para que desapareciera finalmente. Aunque primero había que hayar el portal.

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Hola❤ aquí les dejo otro cap. Espero lo disfruten ^^

La historia de Frank  «Staxxby»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora