La historia de Frank «Staxxby»

IV. Frank y la dáliva sangrienta

Regresábamos de la playa por la carretera 50, pero esta vez, nos acompañaba también Alex.
Un día de playa se había convertido en un día de amor para Frank.
Lo digo porque miré por el retrovisor (Frank ya no iba conmigo en el asiento del copiloto, iba atrás con Alex) y juro por el amor de Dios Todopoderoso que los vi agarrados de la mano, lo juro.
Pero me sentía bien, por Frank, por Alex y por mí. Me sentía bien porque ya no vería a Frank todos los días acostado en su cama sollozando en silencio mientras apretab contra su pecho aquella foto donde estaba con ella.
En cambio, (espero yo) lo cambiaría por estar más tiempo con Alex, con ese chico que dijo que sería suyo, y que ahora podía decir que lo era.
Dejamos a Alex en su casa, porque iba a bañarse y alistarse para acompañarnos a ir a ver la dávila de Claudia. Aunque no era buena idea, de hecho, nunca lo fue.
Me quedé con Frank hasta la noche para platicar con él.
-Así que... ¿que sucede con Alex? ¿Te gusta?
Frank se sonrojó, era obvio.
-Sí, siempre me ha gustado, Guille, me sorprende que no lo sepas.
Me miró con ojos intuitivos y yo eché una carcajada.
-Ya sé -dije-. Y me agrada que él sienta lo mismo... ¿qué? ¿creíste que no me di cuenta? -Frank se volvió a sonrojar y miro hacia el piso. Fue ahí cuando supe que estaba en lo cierto, Frank y Alex iban tomados de la mano.
-Bueno, ya, tío. Tú no viste nada si te pregunta.
-Vale, vale.
A pesar de que Frank me había dicho eso, era obvio que no diría nada, uno no puede ir por ahí contando los secretos de los demás.
La noche cayó sin darnos cuenta, y cuando voltie a ver el reloj, ya era hora de ir a por Alex.
-Bien, Frank, vamos por tú Príncipe Negro -dije a forma de burla.
-Vamos pues -aunque lo dijo con un acento de Vamo' puej'. Y me hizo reír.
Cuando recogimos a Alex y se subió atrás, un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo. Algo va mal, pensé, algo saldrá mal.
Manejé hasta el cementerio con Richie Valens tocando La Bamba en la radio.
Quise volver a ver si Frank y Alex iban agarrados de la mano, pero la oscuridad de la noche no me permitió ver, y menos mal que no lo vi, de lo contrario me hubiese echado a reír.
Bajamos y los escalofríos aumentaron aún más, y me sorprendió que ni Frank ni Alex se hubieran dado cuenta de eso, llevaba la piel de gallina.
-Aquí es -dijo Frank. Se paró enfrente de la dáliva que decía AQUI LLACE EL CUERPO DE CLAUDIA, QUE DESCANSE EN PAZ.
Todo el cuerpo empezó a temblarme, el lugar me ponía de nervios, todo esto me ponía de nervios. Me maldije por haber aceptado, pero si no hubiera aceptado, no hubiera creído lo que a continuación sucedió.
Frank se quedó inmóvil cuando se encontró enfrente de la dáliva, y los ojos se le humedecieron. Alex se acercó a abrazarlo, le tomó de la mano y lo envolvió entre sus brazos.
Fue cuando todo sucedió...
De pronto, la dáliva empezó a moverse, se escuchó un estruendo, como cuando hay un terremoto y una pared se rompe, pero a diferencia de eso, fue la dáliva la que se partió en dos. Frank dio un salto hacia atrás a apretó con más fuerza a Alex.
Fue cuando de las grietas de la dáliva, empezó a salir sangre.
La sangre brotaba a chorros, aunque no parecía emanar de algún sitio, solo salia como cuando abres el grifo de la llave.
Frank gritó, Alex cerró los ojos y yo me quedé totalmente inmóvil.
Busqué alguna explicación lógica, pero no la había, no para esto, entonces Frank se abrazó más a Alex y el chorro de sangre aumento más.
«Celos», esa es la única explicación lógica para esto, pero, ¿celos del más allá? ¿Era eso?
-Frank, apártate -le dije. Lo safe de los brazos de Alex y el chorro de sangre dejó de salir.
Todos nos quedamos perplejos ante esto.
-Vámonos de aquí -dijo Frank.
-Es una buena idea -dijo Alex.
Nos subimos a mi carro, dejando atrás a la dáliva y al pasto salpica de sangre.
Y nadie habló de lo sucedió esa noche.

-----------------
Hola lectores, espero les haya gustado el cap. Pronto irán sabiendo que onda con todo esto:)