Capítulo 16: Fuerza del corazón

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¿Qué hago? Tengo miedo, quiero huir pero... no puedo.

Pensaba Flor mientras se encontraba amarrada de las muñecas al barandal de la escalera. Los cordones de zapatos que la inmovilizaban en verdad dolían si trataba de liberarse. Sentía cómo en cada movimiento sus muñecas se iban tornando cada vez más delicadas y sensibles.

Quiero huir, pensó. Quiero despertar de esta pesadilla. Esto no es real, esto no puede ser real. Cerró los ojos fuertemente y se dijo: Cuando los abra, habré despertado, y todo estará bien.

Como era de esperarse, nada había cambiado, salvo las esperanzas que tenía de poder salvarse. Es inútil, he perdido.

Jack salió de la cocina y se dirigió donde ella mientras sostenía un tenedor en su mano izquierda, y con su mano derecha comenzaba a desabrocharse la camisa.

-¿Hace calor o es mi imaginación? –se burló el chico entre breves carcajadas.

Flor lo ignoró mientras bajaba la cabeza.

El muchacho llegó a su lado y lanzó la camisa hacia atrás. Se puso a la altura de la chica y la tomó de la barbilla para que le mirara. Flor tenía los ojos húmedos y cristalizados por las lágrimas que ya querían ser liberadas.

-Qué lindura... -dijo el chico en un susurro mientras se sonrojaba y se mordía el labio inferior –por favor, continúa.

La chica no quería hacerle caso, pero sin darse cuenta, las lágrimas ya se habían escapado de sus ojos y sin permiso recorría sus suaves mejillas.

Jack se había impacientado, quería más de Flor, y de un solo tirón rasgó la parte superior de la blusa de la muchacha. Su ropa interior se encontraba expuesta, comprendió que el chico no estaba bromeando, que iba en serio. Al imaginar lo que le haría su atacante, un rubor comenzó a apoderarse de sus mejillas, y las ganas de luchar por liberarse volvieron a aparecer en su cabeza.

-Por favor suéltame –suplico la chica –qué ganas con esto.

-¿Qué gano? –Respondió el muchacho -¡Qué no gano! Tendré dinero, placer, una chica, honores y adulaciones. –Y acercándose al oído de Flor dijo en un susurro -Es todo y más de lo que pudiera pedir. –Acto seguido comenzó la lamerle la oreja.

Flor sentía asco, repulsión y miedo. No quería nada con ese chico. En un nuevo intento desesperado por huir, juntó sus piernas hacia su pecho, y con el impulso empujó a Jack hacia la pared opuesta, golpeándose la espalda fuertemente. Solo ahí la muchacha se dio cuenta de las marcas rojas presentes en los brazos del chico. Eran como espirales carmesí que recorrían sus extremidades desde el hombro a la muñeca. También notó los músculos que tenía. Estos no estaban bien marcados, pero no dejaban de ser. Además como la contextura del chico era delgada, más era el llamativo.

Esto espantó completamente a Flor, ya que él era como ella, él tenía habilidades parecidas a las de ella. Él... también era un monstruo.

Jack se levantó bastante molesto, y con la cabeza sin alzar, se acercó a Flor. Cuando estuvo cerca de ella se agachó a recoger el tenedor. Lo miró por un momento y en un abrir y cerrar de ojos lo clavó en la pierna de la albina.

Gotas de sangre habían saltado de la nueva herida, manchando todo lo cercano, inclusive la mejilla del muchacho.

Flor, quien se había mostrado silenciosa en su sufrimiento, había pegado un grito de agonía. Y no era para menos. Que recordara, nunca había sufrido una tortura similar.

El rubio se acercó a la cara de la muchacha mientras movía bruscamente el tenedor que se aún se encontraba ensartado en la pierna de su víctima. Flor no paraba de gritar y llorar.

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⏰ Última actualización: Jul 28, 2015 ⏰

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Flor MalditaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora