CAPITULO 11. Una larga noche

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Caminamos todo el día y parte de la noche, solo nos detuvimos para que las niñas descansaran y comieran, Oksana no paraba de verme con recelo y las niñas murmuraban por lo bajo y no tenía ganas de husmear en sus cabecitas, nos sentamos en medio de un espacio vacío que dejaban los arboles, las niñas tomaron la iniciativa y buscaron leña para el fuego mientras la Dríade desempacaba mantas para dormir, los temblores era continuos bajo nuestros pies y termine acostumbrándome no sin dejar de ser precavida por aquello que se abriera nuevamente.

Holly y Zully se alejaron riendo y cantando, Oksana coloco una olla en un pedestal donde encendería el fuego para luego retirarse al un lugar donde pudiera ver a las niñas, cuando las tres regresaron con agua y leña se dispusieron a cocinar varios frutos mientras cantaban en una lengua desconocida para mi, al poco rato el guiso invadió el aire de un delicioso aroma recordándome que no me había alimentado desde que llegue pero sentía como este mundo absorbía mi energía a pequeños sorbos.

Le di la espalda a la tierna visión de las niñas cantando con su guardiana y me adentre en el bosque con la esperanza de encontrar algo que cazar, la sinfonía nocturna me recibió con alegría, verifique la zona solo para comprobar que no había nada en mi radar, suspire al pensar que debería caminar mas esta noche para conseguir algo de alimento, definitivamente debía evitar el guiso, podría comerlo pero no me ayudaría en nada.

Camine en silencio durante un rato hasta llegar a un pequeño claro, dos hermosas lunas se asomaban tímidamente entre las nubes, sentí como el lobo en mi interior deseaba salir a saludar, con mohín lo deje avanzar al exterior, mi rostro se extendió formando la cabeza del lobo y mis dientes se reacomodaron y mutaron para darle cabida a una sonrisa lobuna, caí sobre mis cuatro patas al tiempo que mi cuerpo se cubría de un pelaje plateado brillante, mi marca solo termino siendo un plateado más oscuro, deje al lobo aullar con alegría mientras yo sonreía por dentro. Ya me había acostumbrado hace mucho tiempo que cada una de mis formas tenían su parte animal más desarrollada cosa que terminábamos siendo dos en un mismo cuerpo, con la diferencia que yo estaba al mando.

Corrí por el bosque, el viendo golpeaba mi rostro revitalizándome e incitándome a ir más rápido, la vida era más activa conforme me adentraba, cosa que me esperanzo al pensar en el alimento, me detuve solo al llegar al borde de un pequeño llano.

Un animal apareció dentro de mi radar, automáticamente me oculte tras un arbusto con la mirada clavada en un extraño animal, su tronco estaba cubierto por escamas verde olivo con parches de un marrón oscuro, su cola era larga y cubierta de pelo amarillo, las largas patas terminaban con mechones de pelo que le cubrían parcialmente los cascos, su rostro tenían una chiva definida alrededor de su hocico y sus orejas de liebre echadas hacia atrás.

Desde mi ubicación era fácil oler su sangre, casi  podía sentir correr el delicioso liquido por mi garganta, me acomode un poco más para agarrar impulso y saltar sobre mi presa.

-       Yo que tu no lo dañaría, cosas malas han pasado por tomar la vida de los animales puros de este mundo

Al escuchar la voz, me gire de un brinco en la dirección de donde venía la advertencia, Zully me veía de forma dulce mientras Holly reía por lo bajo, obviamente divertida por el susto que me dieron, agite mi cabeza de forma negativa al ver como mi  cena huía y con un gruñido encare a las dos pequeñas ninfas

-       La única cosa mala es mi estomago vacio  -dije  aun gruñendo

-       Eso que ibas a matar es un Kirin – dijo Holly sosteniéndose el estomago con sus manos

-       “Eso” era mi cena –respondí mientras me echaba en el suelo con la cabeza sobre mis patas delanteras

-       El Kirin es un hibrido único y anuncia la llegada de un sabio – dijo Holly

DEMONIO DE PLATADonde viven las historias. Descúbrelo ahora