|| Indignación ||

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Lily no resultó ser tan mala. Me ayudó a subir agua para todos los "señores" y al parecer la noticia del asesinato ya había quedado en el olvido, ahora todos estaban concentrados en el recién descubierto heredero de La Clave.
Jace, desde luego, no puso objeción en ser el centro de atención.

Lo odio.

–Creo que eso es todo –mi padre se levanta y Jace lo imita–. Me alegra que resolviéramos este asunto.

–Desde luego –Camille le extiende la mano a Jace–. Y me alegro de finalmente conocer al heredero de la Clave. Muy guapo por cierto.

Jace toma la mano y la besa.

–Mi lady, le aseguro que el placer es mío y no puedo esperar trabajar con usted.

–Todo un caballero. ¿Los acompaño a la puerta?

–Por favor.

Mi padre da la vuelta y yo espero a que Jace lo haga para seguirlo. Camille camina a mi lado, es increíble como a pesar de tener tacones de aguja no provoca gran eco, su caminar es muy delicado y preciso, tanto como su puntería. Escuché que una vez tomó un cuchillo regular de cocina y mató a siete hombres de un tiro.
En este negocio todos tienen su reputación.
Mi padre es conocido por su fuerza, existe el rumor que aplastó la cabeza de un hombre con una mano. Valentine se vale de su inteligencia, hay quienes dicen que con un celular desechable logró hackear el sistema central de la CIA.
Al llegar a la puerta, Lily nos abre y me sonríe, claro, ahora cree que soy como ella, un vil sirviente de una organización asesina.

–Adiós, Robert, Alexander, espero verlos pronto bajo circunstancias más favorables.

–Hasta pronto, Camille –mi padre sube al auto y Jace le dedica una sonrisa antes de seguirlo.

Hago una reverencia a Camille y entro al auto.

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–Pareces celoso –menciona Jace–. ¿Algo te molesta?

Cuando mi padre cierra la puerta de la casa me lanzo contra Jace. Me coloco encima de él y sostengo sus manos encima de la cabeza.

–Qué mal guardaespaldas eres.

–¡¿Cómo pudiste presentarte como yo?!

–Eh, tranquilo, Rodrigo. Fue una broma.

–Eres un... –quiero golpearlo, pero mi padre me detiene y con un movimiento me levanta

–Fue algo muy imprudente de parte de Jace hablar. Es obvio que Santiago no lo reconoció porque había salido con tu disfraz, sin duda ya lo estarán imaginando, pero ahora debemos apegarnos a nuestra historia. Alec, a partir de ahora irás a todas partes con Jace...

–Pero...

–Tenemos que mantener la fachada –me interrumpe mi padre–. A partir de ahora, Jace será Alexander y tú Rodrigo, ¿entendido?

–Entendido.

–Ahora sube a descansar, mañana entrenaré contigo, Rodrigo.

Sin poder hacer nada subo las escaleras hasta mi cuarto. Parece que a partir de ahora seré el guardaespaldas de ese rubio.

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–¿Cuál es tu nombre?

–Rodrigo Gonzales.

La maquina suena y mi padre se frota la cara.

–Debes responder sin titubear –mi padre me quita la cinta del brazo y se la coloca–. Escucha. Mi nombre es Alicia, tengo trece años y me encantan las rosas.

Siete Latidos ||Jonalec|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora