La cuenta atrás. {Wigetta}

Cap 10

Samuel encontró a Guillermo dormido apollado en el unas almohadas haciendo que se encontrará en una posición un tanto extraña y retorcida; se notaba que le había intentado esperar despierto y que no pudo. Samuel lo tumbó y lo arropó cuidadosamente para finalizar beso su frente.

-Buenas noches mi niño.- Samuel se fue al salón y se acomodo en un gran sofá de cuero que parecía que nunca había sido usado, se recostó e intento conciliar el sueño pero le fue imposible en aquel sofá así que se dedico a dar vueltas hasta que amanecio.

Guillermo despertó por unos cantos que parecían dirigirse sonoramente hasta su cuarto, fingió seguir dormido y oía como su enfermero entro en su cuarto.

-Venga chiqui, despierta.- dijo Samuel moviendo a Guillermo que seguía fingiendo no despertar. Samuel abrió unas cortinas de las que entro mucha luz y Guillermo debido a la incomodidad tapo su cabeza con las sabanas. -Guille venga, vamos a desayunar.- Guillermo descubrió su cabeza y quedo desconcertado pues no vio ninguna bandeja en las manos de Samuel.

-¿Donde esta el desayuno?- dijo desperezándose mirando a Samuel.

-Vamos, desayunaremos en el salón.- Samuel agarro a Guillermo del brazo sirviéndole de apoyo para que se levantara. Guillermo se intento levantar mientras el enfermero lo sujetaba con ambas manos, cuando Guillermo permaneció completamente erguido Samuel le acerco la silla de ruedas.

-No.- dijo Guillermo mientras negaba con la cabeza. -Quiero ir andando.- Samuel no parecía gustarle mucho la idea pero le acompaño hasta el salón. Cada paso era mas costoso que el anterior pero Guillermo aun estando exhausto a mitad de camino seguía, Samuel le sujetaba de ambos brazos y caminaba hacia atrás despacio y de vez en cuando mirando si detrás suyo había obstáculos. Guillermo seguía lentamente pero es un momento sus piernas fallaron y quedo reposando en la pared .- Samu.- dijo Guillermo intentando recuperar la respiración en mitad del pasillo casi llegando a su destino.

-¿Que te pasa?- dijo Samuel intentando que no callera completamente al suelo y mirar a Guillermo a los ojos, este giro la cara y contesto.

-No puedo más.- dijo con una sonrisa y entrecortado.

-Creo que es suficiente por hoy- Samuel llevo en brazos a Guillermo hasta el sofá. -Ya hemos llegado, estoy orgulloso de ti.- dijo girando la cabeza de Guillermo para besarlo y este le siguió.- Vamos desayuna rápido que hoy empezamos con la recuperación para que puedas volver a andar.-

-¿Volver a andar...?- dijo en un susurro, Guillermo no se podía creer esas palabras.

-Si chiqui, lo conseguiras.- Samuel beso su mejilla. -Confió en ti.- Guillermo trago saliva, el se veía incapaz de hacerlo.

-Pero antes casi me muero intentando venir hasta aquí.- respondió Guillermo.

-Claro no estas preparado para andar aun, tienes que ir poco a poco.- Samuel sujeto la mano de Guillermo. -Tu puedes.-

Guillermo afirmo con la cabeza y miro a Samuel a los ojos con una sonrisa un tanto rígida pero convincente.

Después del desayuno Samuel preparo a Guillermo para llevarlo a recuperación, lo monto en su coche y después de un gran viaje lleno de silencios llegaron y los nervios e inseguridades de Guillermo se hacían mayores. Samuel saco del coche a Guillermo y lo llevo empujando su silla hasta la recepción. El enfermero se dedico ha hablar con la recepcionista mientras Guillermo miraba las puertas y vio cruzar a un gato grisáceo con rayas negras, este gato se le quedo mirando y Guillermo a él hasta que desvío la mirada hasta una enfermera que empujo su silla hasta otra sala, Guillermo quiso volver la vista a aquel gato, pero desapareció.

La enfermera que empujaba la silla de ruedas era seguida por Samuel. Llegaron a una habitación llena de artilugios extraños pero no pararon en ella.

-¿No es ahí?- pregunto Guillermo a la enfermera.

-No, aun ni has empezado con la rehabilitación, esa sala es para los que van avanzando o con iniciativa, tu no vas ahí.- la respuesta seca de aquella enfermera molesto algo a Guillermo pero tenia razón él nunca llegara ahí.