POSSESSION (Harry Styles)

Capitulo 17: "Confort"

Leer nota de autora al final 

 Niall no dijo nada, me saludó y me observaba durante la comida.

Pedí permiso para ir al baño y corrí hasta allí. Oriné y luego enjuagué mis manos y mojé mi cara. Me detuve a mirarme en el espejo y estaba la silueta de Harry en el marco de la puerta. Giré y le sonreí pero él estaba serio.

-Entiendo lo que sucede—Dijo y luego presionó su mandíbula.

-¿Qué dices?—Confundida fui acercándome a él.

-Te aburres muy fácil, criatura. Te aburres de mí, ya no soy el sujeto que te causaba terror y curiosidad, extrañas al tipo misterioso—Decía seguro y lo decía lentamente.

-Eso es una estupidez—Revoleé los ojos.

-Para ti, no para mi. Quieres poner en riesgo todo ahora con Zayn—Contagiaba odio.

-¡Harry! Creí que me apoyarías en este momento que todos se olvidan de mi, a mitad del camino que debo cumplir.

-Eres una zorra—Dijo y su lengua era venenosa.

-No me llames así, Harry.

-Agradezco no haberme enamorado de ti aún—Soltó y así se esfumó.

 Mis lágrimas se aproximaron a la cima y tomaron viaje... no paraba de desembocar ese fluido. Mojé mi rostro muchas veces y cuando mis ojos estaban rojos pero dejaron de gotear, salí y caminé hasta la mesa. Barbara me miró sorprendida, y Niall igual. Zayn no estaba, menos Harry; giré mi cabeza y vi a Zayn fumando un cigarro afuera del restaurante.

-¿Te encuentras bien?—La voz de Barbara se animó a decir.

-Tengo alergia—Dije y ella asintió, pero Niall no parecía convencido. Y hasta yo me detengo a mirarlo, ¿cómo es posible que tenga vida? ¡ellos me olvidaron! pero eso no quiere decir que traiga a la vida a Niall...

Comenzaba a sentir un dolor de cabeza muy agudo. Entonces Barbara se ofreció a llevarme. Cuando estacionó en mi apartamento giró a saludarme, yo estaba en la parte trasera. Niall, como copiloto, giró y me miraba aún extraño.

-¿Tienes Facebook?—Preguntó el rubio.

-Janis Grunt—Dije. Él sonrió y me despidió.

Me recosté sola en la cama, recordando lo que sucedió... ojala pueda vaciar mi cabeza, así sólo podré relajarme. Y no te aparezcas Harry, nunca más.

Sentí el viento tomar fuerza y abrir de par a par mi ventana. Sentí una presencia extraña, una presencia conocida.

El miedo aumentaba, sigo siendo ingenua y paranoica. Mis sensores se activaron pero el sueño me arrebató el momento.

Las suelas de mis zapatos chocaban con los charcos de agua, cada pisada delataba a la calle mojada. Mi ropa era oscura, toda oscura, salvo por la liga que sujetaba mi cabello y el anillo oro que llevo en el dedo pulgar derecho.

Escuché voces y sentí el olor a cigarro, la casa de la esquina que de lejos parecía desierta, nada a su al rededor, pero al llegar fueron apareciendo casas en su entorno. Entré por la puerta trasera guiándome por las voces en eco. Crucé la cocina, todo estaba a oscuras y supe de inmediato que un arma estaba oculta bajo la basura, me acerqué a tomarla y la cargué. El sonido de las voces aumentaba, con precaución caminé achicando el espacio, miré cada cuadro colgado en los muros de ladrillo.

Hablaban latín.

Entendí perfectamente el mensaje, como si tuviera engendrada esa lengua. Olvidé sus rostros, salvo uno... uno en particular que me resultaba conocido. Allí estaba Zayn, encendiendo otro cigarro y contestando lo que el sujeto con barba decía. Estaban molestos con Zayn y con el tipo que me recuerda a alguien.