Draco jugaba con el libro de terciopelo azul que tenía en sus manos, el que Hermione había olvidado en la mesa de las Tres Escobas hacía ya dos días.
FLASHBACK
El chico observaba desde su escondite a la leona y sus amigos, que reían mientras tomaban cerveza de mantequilla. No era capaz de apartar la vista de sus ojos castaños, que revoloteaban mirando a los demás Griffindor. Se veía hermosa.
La serpiente esperó oculto en una de las habitaciones superiores hasta que Hermione, San Potter, los Weasley y el novio de la Comadreja pequeña (como solía llamar a Ginny Weasley) salieron del lugar, y tras esperar un momento, bajó las escaleras dispuesto a irse. Miró por última vez la mesa que había compartido con la chica; y allí se encontró olvidado el libro de Hermione. Se acercó y una sonrisa apareció en su rostro, mientras una brillante idea se cruzaba por su mente. Guardó el libro, llevándoselo consigo, ideando un magnífico plan, que incluía aquel libro.
FIN DE FLASHBACK
El Slytherin acercó las hojas a su nariz, e inspiró suavemente. El libro entero estaba impregnado con el característico aroma de Hermione. Le encantaba tener algo que perteneciese a la chica, sentirla cerca a través de objetos. No la había vuelto a ver desde la salida a Hogsmeade, pero prefería que fuese así. No quería encontrarse a la Griffindor y que le contara que había perdido su libro. Estropearía todo su plan.
Miró de reojo a la lechuza negra que dormía en su jaula, y que pronto haría un largo viaje, el día de navidad.
* * *
Dos días habían pasado desde su pequeña excursión al pueblo con Draco. La chica no había vuelto a cruzarse con el Slytherin, y eso comenzaba a desesperarla.
Necesitaba verlo, contarle aquella terrible duda que no podía quitarse de la cabeza, confesarle que creía que Dean los había visto juntos en las Tres Escobas.
Había intentado hablar a solas con el novio de Ginny, pero la chica hacía imposible la tarea. Le desesperaba no poder confirmar sus temores, y no sabía lo que el Griffindor era capaz de hacer con aquella información, si es que la tenía.
Hermione dió vueltas por la biblioteca, perdida en su mente. Tenía en las manos dos libros que pediría prestados a Madame Prince, puesto que el libro que estaba leyendo cuando fue a Hogsmeade, lo había perdido. La leona pasó un día completo revolviendo sus cosas, pero no encontró el libro encuadernado de terciopelo azul que tánto le había costado conseguir, y no alcanzó a terminar su lectura.
Se mordió el labio y recargó su peso contra una mesa. Giró la cabeza, y la reconoció al instante: era la mesa que había compartido con Draco hacía tiempo.
Miles de recuerdos inundaron su mente, analizándolos uno por uno, recordando cada detalle y cada palabra cruzada. Soltó un suspiro inconsientemente, y se quedó allí, con la mirada perdida en los ventanales, observando la nieve caer, indicando que pronto llegarían las vacaciones, y con ellas la navidad.
* * *
Los alumnos de sexto año se dirigían con pesados pasos hacia la clase de pociones, dada por el profesor Snape (N/A: Snape es profesor de pociones, para evitar spoilers de la trama original de Harry Potter en el libro mencionado!). Hermione, Harry, Ron y Dean caminaban en silencio, lamentándose las dos horas que les esperaba con el odioso profesor de pociones.
Durante todo el camino, la leoma había lanzado nerviosas miradas a Dean, que pareció reparar en ellas, e ignorarlas de todas las formas posibles. La leona pudo notar cómo las mejillas del chico se ponían rojas, y evitaba sus miradas fingiendo interés por sus libros de pociones.
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Entre Opuestos
Fanfiction¿Qué pasaría si Draco y Hermione se dieran una oportunidad para conocerse? ¿Cómo reaccionarían Ron y Harry? ¿Cómo se lo tomaría Hermione si descubre que las cosas con Draco no son como ella cree? ¿Y qué ocurriría si Draco descubre que no es el único...