Capítulo 5

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Apagué el despertador que tanto odio y vi la hora: 7:00 a.m
Oidaba madrugar, lo admito, soy comilona, bajita y duermo como una marmota.
Hice un intento de no dormir cinco minutos más, porque al final serían dos horas.
Eché el almohadón hacia atrás y me levanté.
Tenía la cara como un mapache, maquillaje corrido, boca babeada.
¿Por qué?
Porque sólo a mí se me ocurre tirarme a una piscina con mi jefe.
Irónico, ¿no?
Me duché mientras cantaba "los pollitos":
Los pollitos dicen, pío, pío, pío.
Cuando tienen hambre, cuando tienen frío.
Los pollitos dicen, pío, pío, pío.
Sí, es una canción horrible e infantil.
Pero cuando me ducho, desde que tenía 5 años, la cantaba.
Era horrible, un problema, porque no me gusta esa canción pero la canto.
Salí a mi armario (closet) y me puse unos leggins pegados y grises; un top rosa fosforescente sin sostén y unos tennis nike air max en el mismo rosa.
Me hice una cola alta y me fui a desayunar.
-¡Jessica!¡Oh mi niña! Mírala si parece una mujer, que linda mi bebesita que es la..
-¡Luuuuuuz! Para, tienes 5 años más que yo, no flipes, eso sí tita hazme mi desayuno porfi.- dije rogando.
- Umm...se lo haces usted señorita mal criada- y se fué toda dramática.
Me preparé un zumo de naranja natural, y un par de pasteles de chocolate, y un helado de chocolate.
Mmm chocolate.
tock tock
-¡¡¡Jessica!!! La puerta- dijo mi madre bajando las escaleras.
-Mami me voy, adiós- y salí corriendo a abrir.
-Buenos días mocosa- me saludó mi estúpido y sexy jefe.
-Buenos días señor anciano, hijo de Matusalén- le contesté en un tono serio.
Me dí la vuelta y le daba la espalda.
Error ^.^
Me cogió en brazos y me subió como si fuera un cerdo que están vendiendo.
-Suéltame, suéltame imbécil- dije mientras pataleaba su abdomen.
Parecía que no le afectaba y salió corriendo conmigo encima como un gran saltamontes.
Cuando me bajó me dijo que si tenía agua y le dije que no y me dió cuán sermón insoportable...
-Es que si vas a correr necesitas beber, te puedes marear y mil cosas más, ¿sabes gatita?
-Emm no soy una gatita y dos, no me dió tiempo y se me olvidó, así que calla ya y vamos a correr.
Me empujó suavemente contra la pared y en un mar de nervios empecé a sudar.
Oh no.
Puso su boca en mi oído, me dió un suave mordisco y dijo:
-Gatita, me iré a correr contigo cuando quieras y en doble sentido- me dijo tan terriblemente sensual.
¿Cómo? ¿Quería follar? Ups, perdón, fornicar, practicar el coito, hacer el amor.
Se fué corriendo dejándome boquiabierta, como si no me hubiera dicho nada.
Miré como se iba corriendo, pero se paró.
Fui hacía él.
(Narra Deivid)
Estaba corriendo a ver si Jess me perseguía, pero me quedé en shock al ver a una mujer muy, pero que muy parecida a mi Aurora.
No me lo podía creer.
-¿Deivid?- dijo Jessica algo asustada.
Se me nublaba la mente, no veía nada, sólo a Aurora sentada en un banco y leyendo.
Miré a Jess mientras sonreía a Aurora.
Espera, ¿sonreír?
-Deivid, ahora vengo que me está llamando mi mamá, ¿te la presento?- dijo como una niña adorable.
-¿Tu mamá?- no me lo podía creer.
-Sí, hahaha, ya sé que es joven pero es mi madre.- dijo como si nada.
-Jessica, me voy, te quiero...te quiero pronto en la oficina mañana.
Me fui sin darle ni un beso, la dejé ahí, la hija de mi amor de adolescencia y mi secretaria a la que me empezaba a gustar.
¿Por qué a mí?
Quería follarme a Jessica, pero después de saber eso...No podía, no podía.
Al menos no ahora, seguro que hasta era virgen.
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Llegué a casa, me pegué una ducha y cancelé todas mis citas.
Me dormí pensando en dos personas.
Aurora y Jessica.

Feliz Domingo, happy Sunday bbys.
En multimedia tenemos a Aurora.
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*O* Deivid es un cochino.

Enamorada de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora