Enamorada de mi padre

Capítulo 12

Deivid
No me puedo creer el mensaje que me ha mandado la mocosa/hija/secretaria/chicacaliente.
Necesito hablar con ella para contarle la verdad pero antes tengo que leer la carta de los resultados para saber si es cierto lo que dijo el doctor tarado...espera un momento...¡y la carta!¡Dioooos me la he dejado en el taxi!
Tengo que llamar a la central de taxis por si encuentran mi carta o si no la tendré que dejar calva a Jess porque seguro que la vuelvo a perder.
Le mandaré un mensaje para reírme de ella; antes voy a darme una relajante ducha con mi patito Tomy, y no, no es un juguete sexual malpensados.
Desde que era pequeño Tomy me acompañaba a cada baño porque me da miedo que salga la china esa de la bañera y me mate, pero con mi Tomy no ocurrirá.
Y mientras me estoy enjabonando me viene a la mente Aurora, no, es cierto murió. Y cuando me quiero dar cuenta estoy llorando, llorando por el amor de mi vida y mi conciencia me advierte de que como siga tan despistado perderé todo lo que amo, pero la pregunta es, ¿qué amo?
Luz
Después de la pérdida de mi hermana y la marcha de mi sobrina, ya no me queda nada, y sí, sigo hablando con ella pero está tan distante.
Hoy empiezo otra vez a trabajar en una revista, Divas, me pongo una falda de tubo ajustada hasta las rodillas en un gris claro pero con motas negras en la cintura, junto con una camisa en negra de manga larga y unos tacones en negro también.
Aunque sea joven siempre he tenido que madurar muy temprano, ya que nuestros padres murieron en un incendio, y ella también...
Venga Lucecita no recuerdes más, ellos no te quieren ver así.
Dice mi subconsciente.
He estado pensando en ir a comprar comida china, la favorita de Jess, y pasar una tarde de tía/sobrina, mejor dicho, hermanas. Ella es muy importante para mí, Aurora nos crió practicamente y es más, Jess me cuida a mí.
Llegando a la revista me paro en una starbucks para pedir un café con vainilla y lo mejor es que un ojiverde me atiende con una sonrisa ladeada.
Próxima víctima de los encantos de Luz.
-Hey, rubia, ¿qué te pongo?
-Bueno del uno al diez me pones ocho, pero si te quedas sin ropa y con ese delantal un nueve y medio.- contesto más seria de lo que pensaba.
-Porque seas hermosa no tendrás a todo el que quieras, y ahora pide.- me ordena con un tono burlón.
-Café con vainilla, y un agua.- le pido autoritariamente, el cliente siempre lleva la razón JA.
Y después de conseguir mi café y el teléfono de un par de chicos, menos el del camarero misterioso, me dispongo a poner rumbo a mi nueva oficina.
Jess
Me despierto por el horrible despertador con un dolor de cabeza inaguantable, ¿por qué?
Jess+Alcohol= resaca
Anoche fue una locura y apenas pasa la mañana me llegan vagos recuerdos.
*Flashback*
-Pero guapa, eres muy linda como para beber en una taberna así.- me dice al oído el atractivo (pero sin whisky no tanto) chico.
-¿Quieres serso playboy?- le digo a voces por la alta música.
-Mira, haremos una cosa, me dices donde vives y te llevo a dormir a tu casa, ¿vale?- contesta con un gesto tierno, acariciando mi mano.
-Con la condición de que el elfo que se está bebiendo mi cerveza deje de bebeeeerla.- se lo hago saber arrastrando las palabras.
Y después todo fue borroso hasta tornarse oscuro, pero logré sentir esa colonia one million que tan buenos recuerdos me trae.