Capítulo 15:

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Después de una charla y tres cervezas con mi antiguo compañero, decidí marcharme a casa puesto que ya estaban haciendo estragos el efecto del acohol en mi sangre.

-Ey, joshi, me largo a mi solitaria casa- digo con un tono de amargura y gangosa.
-Ey, Jessi, será solitaria porque quieres, venga te acompaño pequeña- su tono dulce me empalagó demasiado, sin embargo le dejé que me llevara.

Mientras montaba en su Audi A5 en blanco, el caballeroso secretario se dispuso a abrirme la puerta.Yo sé que simplemente lo hace por ser cordial pero esa ecuación de: alcohol+persona del sexo opuesto...no me agradaba, no por él, si no porque yo era una loca cuando bebía, y cuando no también.

-Jess, ¿nos tomamos la última en ese pub nuevo?- preguntó intentado no parecer interesado, pero su mirada le delataba.
-Está bien, así sea pues- dije sin ganas.
Repitió el procedimiento, me quitó el cinturón y me intentó abrir la puerta, pero fui más rápida que él.
Sintiéndome algo mejor, me fijé en la fachada del lugar y el ambiente.
Element's
Ese era el nombre, sí, y para mi desfortuna sabía que no podía entrar con mis jeans rasgados, y las deportivas.
Obviamente Josh era un hombre de recursos, o eso supe cuando no me dejaron entrar por la vestimenta y el tenía no una prenda, sino una maleta llena de ropa en el maletero.
-¿Cómo tienes todo esto?- pregunté con asombración.
-Bueno, soy chófer de mi hermana, y ayer la recogí del aeropuerto y se le olvidó la maleta- me contestó con diversión, y yo, no pensaba aceptar ropa de nadie sin el consentimiento del o la dueñ@; -pues gracias de verdad, pero no puedo ponérmela, es una desfachatez sin el permiso de tu hermana.
-Oh- dijo agarrando el puente de su nariz pensando- ¿qué te parece si mañana me envías las etiquetas de la ropa y le compro la misma a Maggie?
-Yo...y-o...yo creo que está bien, mañana la compro yo mejor y te la entrego- dije hipeando por el rubor que me causaba la situación.
-Como quieras, ahora, elije lo que gustes y entraremos a algún servicio para que te cambies- comentó autoritario.

Y como el secretario dijo, me cambié.
Un vestido negro ajustado que se amoldaba a mis curvas, con el único detalle de la pierna derecha abierta, casi tanto, que no podía subírmelo o se le vería la ropa interior; unos tacones del mismo color abiertos en el puente y un collar dorado, realmente bonito, pero bisutería barata.
Mi pelo lo dejé como estaba pese al poco tiempo que tenía y solo me eché labial morado en mis carnosos labios.
Unas gotas de mi perfume Anaís Anaís y listo.

Conté el tiempo y fue todo un récord: 6 minutos y 53 segundos de espera para Joshi.
Ugg soy malísima poniendo motes.
Al salir no encontré a mi compañero y supuse que estaría a fuera repostando gasolina como antes me dijo, me apresuré en salir y en ese lapso de tiempo me dió por pensar en la extraña situación, de estar llorando y engordando por los tacos en un parque, a embriagarme y ponerme la ropa de la hermana de mi ex-compañero en un servicio público de una gasolinera, ¡qué dilema!

Como dije, el muchacho estaba ya esperando adentro del auto, pero nada más me vio salir repitió la acción de marcarse el pastel y abrirme la puerta.
-¡Pero mujer!Si estás hermosa, me alegra que te siente tan bien ese conjunto- al parecer me estaba cortejando, pero sus armas no eran muy eficaces ya que no llevaba un conjunto, solo un vestido.
Al intentar parecer agradable le asentí con una tierna sonrisa.

Llegamos a Element's y el seguridad me miró de arriba a abajo y me dejó sin titubear, pasar.
Un lugar bastante exótico, y de gran caché. Había desde algún que otro celébritie a empresarios/as deseando olvidarse de una cansada jornada laboral.
Agarrando el brazo de Josh para estabilizarme al pisar algo mojado, nos dirigimos a la barra a pedir un Smirnoff con redbull para mí, y un Blodymarie para él.
Tomamos asiento en una alejada terraza donde un grupo de personas buscaban intimidad para dialogar sin que la música molestara demasiado.
-Pues Joshi, es un lugar muy agradable la verdad- intenté sacar tema de conversación mientras bebía mi copa y recibía un simple asentimiento.

Mirando la pista de baile con ganas de probarla, capté a Josh observando demasiado a una mujer demasiado joven para mi gusto, con gafas y un adorable vestidito floreado, no tomaba nada y no la veía con cel ni bolso, tampoco estaba acompañada.
-Eh, ¿ves a esa jovencita?- le dije intentando pasar desapercibida- tú que eres tan amable deberías de hacerla compañía.- y un brillo en sus ojos llamó mi atención.
-Pues no sé, ¿y tú?- refiriéndose a qué haría yo sola.
-No te preocupes, quiero bailar y ahí hay un corpulento Adonis que me espera- y sin más me levanté con mi copa y despidiéndome con un guiño.

La verdad que ni había Adonis esperando, ni nada, pero esa muchacha no aparentaba ni 17 y me gustaría que alguien honesto estuviera a su lado para que no se aprovecharán de la nerd.
Acabando mi último trago me metí en la muchedumbre y comencé a bailar sola, sensualmente, pero sin llamar la atención.
Unas gruesas y suaves manos me tomaron por la cintura, y antes de que dijera o hiciera nada, me susurró:
-Lo siento por no haber estado a tu lado, Jess.
Y mi mente se nubló de tal manera que solo escuchaba mi nombre en sus suaves labios:
Jess, Jess, Jess...

Enamorada de mi padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora