La Verdad Oculta

Capítulo 3: tramando venganza

Me levante de un salto, al recordar que estaba en el sofá, pero del mismo me caí a un lado ¿de la cama? ¿me transporte por medio de un artefacto o qué? Me golpee un poco mi trasero y mis brazos, , miro para todas direcciones entre abriendo los ojos en cada momento, el sueño me estaba ganando de nuevo, sin embargo el asusto aún lo tenía, al mirar hacia alrededor y haber analizado donde me encontraba ¿en mi habitación?

Como rayos llegue hasta aquí.. ¡¡Estas cosas son del DEMONIO!! Corre Scar....

Pero recordé que pudo haber sido mi padre quien me habrá traído en sus fuertes brazos ¿Cómo habrá podido conmigo? No que diga que sea la persona más pesada del mundo mundial pero de que peso, peso y no pluma.

–¡Scar! –la puerta esta media abierta mientras me observaba asomado –pensé que aún seguías dormida , ¿qué haces ahí tirada en suelo?

Nada aquí saludando un poco las hormigas que pasan por aquí, ¡oh! también viendo si hay un monstruo debajo de la cama ¿Por qué? ...

– ¡pues! – niego mentalmente en no decir lo que acabo de pensar, mientras que el me extiende una mano para ayudarme– deberías levantarme para que acueste sola, me he dado un buen susto, pensando que aún estaba en el sofá...

– Lo siento, era irresistible recordar viejos tiempos – le brillan los ojos mientras lo dice.

–no quiero parecer tan madura papá pero ya estoy un poco mayor–paso una mano por mi cabello tratando de arreglarme supuestamente con la mano.

–Pero nunca dejaras de ser mi bebé–en tono tierno lo dijo ¡qué lindo!

– ¡papá! –dije pronunciando la última vocal más seguida.

–nada, más bien alístate que yo te llevaré el día de hoy para la universidad.

Al rato se marchó dejándome parada sin nada que hacer, me acerque a la ventana para que entrará más la iluminación mientras que puedo observar algunos niños corriendo de alado donde viven unos vecinos, ellos sienten la mirada fija en ellos y me saludan ¿ cómo pueden estar despierto dando batería estas horas?

Me alejo poco a poco, para ir alistarme antes que mi padre me haga otro llamado para que me apure, es de las pocas personas que les gusta estar tarde.

Me ducho rápidamente, seguido de que busque algo para ponerme, busco en todas las esquinas de mi armario, pero se me viene un idea no tan absurda pero lo quiero hacer.

Cuando estaba niña descubrí ropa de mi madre en un lugar de mi habitación y yo había dicho que cuando estaba grande me prometí que me pondría algo de ella, así será.

Rebusque por arriba del armario en lo más alto, donde tenía que subir con un pequeño banquillo, toque lo poco que alcanzaba, donde una textura suave se hizo presente, no dude mucho y jale aquel objeto, para atraerlo a mí, pero lo hice tan bruscamente que me caí lastimándome aún más mi trasero ¡quedaré sin nada por estas caídas!

Pero tenía en mi poder una pequeña bolsa, suerte que mi padre no escucho nada, me levanto adolorida, mirando hacia el piso, donde un pequeño cuaderno callo con todo lo que jale.

Lo agarro con una de las manos que tengo libre, lo soplo un poco por el polvo que tiene encima, nunca este pequeño cuaderno lo había visto, pude notar que dice "apuntes" con una letras rojas cursivas.

Me llegue a preguntar ¿Por qué no antes lo habría descubierto? ¿Por qué aún estaban estas cosas en mi cuarto? ¿ y lejos de mi alcance? ¿Qué tanto apunte tendrá? ¿Será de mamá?