La Verdad Oculta

Capítulo 20: ¡¡hoy mi mala suerte aumento!!

Ya era martes por la mañana. Me había levantado y ya me encontraba desayunando junto a mi papa que de necio quería ir a trabajar, quien le quitaría lo que pasa por la mente, trabajar. Él me dijo que ya se sentía mejor para ir, pero aun así no quería que fuera, a un es un misterio lo que le pasa, nadie quiso informarme tan siquiera él y según él no siempre debe estar encarcelado como una pájaro en aula. No le insistí porque no soy quien para limitarle algo a él mucho menos sabiendo que yo soy de la misma manera, como dicen "de tal palo, está la astilla. Culminamos por lo tanto medio un beso en mi mejilla antes de irse y hacerme una pequeña cruz de bendición por primera vez. ¿A qué venia todo esto? Preferí por optar que me cuida.

Me dirigí hacia mi cuarto, a buscar mi celular ya que lo había dejado alimentando mientras que hacia algunas cositas, pero mi mala suerte siempre está presente, me di cuenta que solo se cargó un veinte por ciento que no duraría para nada. Desconecte todo y lo hecho en mi pequeña bolsa, la adicción es tan grande que hasta en la universidad lo puedo conectar.

Lo enciendo ya que estaba apagado. Reviso las notificaciones y veo que tengo un mensaje de Mark.

–Bonita no podré pasar por ti hoy, me iré con mi hermano ya que mi auto no quiso prender, discúlpame enserio. –mando con alguna caritas tristes. ¡Genial! ¡Sumamente genial!

Al carajo todo. Creo que hoy será un día de mucha mala suerte.

–no te preocupes, iré con mi papá–Miento, hace como unos minutos que se fue.

Apago la iluminación mientras salgo de mi casa, los vidrios que un día no estaba en mi casa han vuelto, pero lo que hicieron los rotos me ha dejado una cicatriz.

–ohh Mami tas bien bonita... pis pis...–comienza a llamarme, cuando paso al frente de unos viejos. ¡Que frustrante! ¡Que les den! –¡¡no te vayas mi amor...!!

–váyanse al demonio viejos verdes–grito para que me dejen tranquila, por lo tanto solo se ríen.

–¡¡sí que tiene agallas, pero así me gustan!! –grita a los lejos, ya que camino más rápido.

Gracias a Dios pasa el bus y me monto rápido porque no sé qué hubiera ocurrido si no llegaba en ese momento. Quizá me hubieran perseguido y no quiero imaginarme lo demás, ¡¡horroroso!!

Creo que nos hubieran violado.

Odio mucho que hombres como ellos o nuevos estén haciendo eso. Es que no ven que eso se ve feo. A mí no me gusta que me hagan esas clases de cosas, se las dejo a las prostitutas. O que esos tipos no tiene la conciencia necesaria para saber que tienen hijas o sus madres que tampoco le gustaría que le hicieran lo mismo, Dios esta sociedad se está echando a perder como personas como ellos.

Antes de llegar a la universidad se para el bus desprevenidamente, el busero se baja para chequear, mientras que una cantidad de humo comienza a salir, todo nos vamos asustando.

–¡¡señores y niños el bus se ha dañado!! –exclama el conductor para que nos bajemos antes que pase a peores condiciones.

Solo falta que nos caiga un rayo y no sería tan sorprendente si me ocurriera en estos mismitos instante.

El mundo está contra de nosotras.

Me bajo de este y comienzo a caminar ya que solo faltaban unas cuantas calles. Sigo en mi rumbo mientras que veo un lindo perrito, le sonrío hasta que... piso caca de perro, ¡¡me lleva!! Ahora miro al perro con odio mientras que me voy limpiando con la hierba que está a mi lado, Al llegar me encuentro a Alice sola. Qué raro ya que siempre andaba con su chicle.