Capítulo 10

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Mi corazón sufría por lo ocurrido en la familia de Richard. Estaba contenta de haber seguido el consejo de Meghan y Ashley y quedarme a pasar la noche.

– Richard necesitará ver un rostro que ame mañana cuando despierte. – Había dicho Ashley. Ambas parecían creer que eso, amor, era lo que sentía Richard hacia mí. No quise corregirlas y decirles que Richard no me había dicho que me amaba.

– Oh si, mañana cuando despierte, te necesitará. – Concordó Meghan. Estaba acostada en el sofá con la cabeza en el regazo de Ashley. La otra chica, pasaba distraídamente la mano entre el cabello castaño y de vez en cuando le tejía pequeñas trenzas. – Te lo dice alguien que tuvo una experiencia parecida a esa. –

Esto hizo reír a ambas chicas. Después de eso me prestaron algo de su ropa y fui a la habitación de Richard con una almohada y cobija extra. Me metí a la cama manteniendo mi distancia de él. No quería despertarlo.

La mañana siguiente llego más pronto de lo esperado. Daba la impresión de que solo había cerrado mis ojos por unos minutos y cuando los abrí ya era de mañana. Me bañé rápidamente, con lo que me sentí más despierta y con energías. Ordené las cosas que había utilizado y salí de la habitación. Las chicas ya estaban despiertas. Debatían que preparar para que Richard y yo desayunáramos.

Les aseguré que cualquier cosa estaría bien para mí, pero que no creía que lo mismo aplicara para Richard. Cuando ya habían decidido que preparar me ofrecí a ayudarlas.

– No somos como tía Deb y tía Claire así que con gusto te dejaremos ayudar. – Fue la respuesta que me ofreció Ashley antes de retirarse de la cocina. No sabía quiénes era esas mujeres de las que hablaban o a qué se referían, pero no pregunté.

Regrese con Richard cuando las chicas estaban terminando. Ashley había regresado a ayudar después de cambiarse de ropa así que mi ayuda no era tan indispensable que me quedara con ellas. Richard estaba despierto, primero me miro con sorpresa y después con vergüenza, pero sobre todo, en su mirada había tristeza.

Supe a que se habían referido las chicas la noche anterior mientras Richard me contaba lo que había ocurrido la semana anterior. Lloré con él la pérdida del pequeño Gilbert y le aseguré que estaba allí para él.

– Sé que aún estas celosa por mi relación con Meghan y te puedo demostrar por qué no debes sentirte así. – Estábamos parados en la puerta de la cocina, Richard hablaba en voz baja. – Hay algo que aún no te he dicho, no es sobre mí, así que no soy quien debe decirlo, sin embargo es algo que ayudará a que te relajes. –

Lo mire como diciéndole que siguiera y explicara a que se refería. Me sonrió.

– Esa es la razón por la que no debes sentirte insegura. – Movió mi cabeza para que mirara hacia la cocina.

Al principio no note nada extraño. Meghan estaba contra la mesa cerca del lavavajillas, Ashley estaba detrás de ella, su cabello suelto cubriéndole el rostro. Ashley apartó el cabello de su rostro y también del cuello de la otra chica y fue cuando me di cuenta que no estaba diciéndole algo a Meghan sino que dejaba pequeños besos por las partes expuestas de su cuello. El brazo izquierdo de Ashley desapareciendo en la parte delantera superior de Meghan.

No sabía que decirle a Richard. Lo que estaba viendo no era algo que esperaba ver.

– ¿Recuerdas la pregunta que te hice antes de Halloween sobre si eras homofóbica? – Su tono de voz era igual a cuando me hizo la pregunta a finales de octubre. – ¿Sigue siendo tu respuesta la misma o después de ver esto ha cambiado? –

¿Meghan y Ashley eran la razón de qué me hubiera hecho esa pregunta? Ahora entendía por qué no las mencionaba mucho.

– Mi respuesta sigue siendo la misma. – Seguí mirando a las chicas, Meghan se había girado un poco y ahora besaba a Ashley directamente en la boca. – Pero no creo que este bien hacerles esto a los chicos con los que están comprometidas. –

Increíble (Una historia sobre Quimeras 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora