Thomas Smith, murió en un trágico accidente en la madrugada del domingo. O eso era lo que reportaron los periodistas. La verdad era que los cinco guardias que envió George tras él, habían saboteado el helicóptero. ¿Cómo lo habían hecho? No era algo que quería saber.
Sabía que debía sentirme mal por su muerte. Pero no podía, no después de lo que había hecho. No me refería a mi secuestro o a que sus hombres hubieran atentado contra la vida de Richard, Ashley y Karl y el otro guardia que ahora sabía que su nombre era Pablo. Me refería a lo que iba a hacer con las otras tres mujeres del almacén, a lo que hizo con las otras antes de ellas. Eso era mucho peor. Tom traficaba mujeres, pero no cualquier tipo de mujeres, sino aquellas como yo, con genes extra, genes de otros animales. Su socio, el jefe de los hombres que me secuestraron, las localizaba. Las pobres mujeres no tenían las ventajas que había tenido yo, tener una familia famosa, estar rodeada casi constantemente de otras personas y principalmente tener amigos que sabían lo que soy y que constaban con los medios para encontrarme.
Los Bennet-Bardackov y los Ivanov, tenían conexiones con la policía lo que ayudo a encarcelar a los sujetos que ayudaban a Tom. No les había ayudado que tuvieran un record policivo lleno de delitos.
– ¡Hey! Estas despierta. – Richard acababa de entrar a mi apartamento. Su bolsa llena de libros en una mano y en la otra un ramo de flores. – He traído los apuntes de tus clases y esto. – Me entregó las flores.
– Gracias, Richard. – Beso mis labios dejando ese sabor a chocolate al que me había vuelto adicta. – ¿Sabes cuándo regresará mi hermana? –
– En un par de semanas. – Pasó suavemente un dedo sobre uno de los moretones de mi cara. – Solo hasta que estos desaparezcan. Pero si vuelve y hace alguna pregunta tendremos que decirle que te caíste de una escalera o algo. A menos que quieras contarle parte de la verdad. –
La verdad. En algún momento tendría que contarle a Melody. No solo era algo relacionado conmigo sino con ella y mi futuro sobrino o sobrina. Teníamos algo que nos hacía únicos, algo que nos hacía especial y que a la vez nos ponía en peligro como ya lo había experimentado. Algún día le diría, por ahora la dejaría en dónde estaba a salvo e ignorante de la verdad en casa de lo Bennet-Bardackov.
– Melanie...– Richard tomo una profunda respiración. – Yo... han pasado un par de días desde lo ocurrido y ahora sé que te estabas alejando de mí por culpa de Tom. –
Desde que regresé no había hablado con Richard de lo sucedido, era cierto, estuve unos días en el hospital luego me llevaron a mi apartamento y me dijeron que no iría en toda la semana a clases. Richard había conseguido que algunos de mis compañeros le prestaran sus apuntes o sino él iba si podía y los tomaba personalmente.
– También sé que sientes algo de celos por mi pasada relación con Meghan. Esa pequeña información me la suministró Ashley. – Me sonrió tímidamente. – No tienes por qué estar celosa, aunque extrañamente, eso me hace sentir querido. – Quito el ramo de flores de mis manos y lo colocó a un lado. Con sus dos manos sostuvo las mías. Su mirada más seria. – Quise mucho a Meghan, pensé que estaba enamorado de ella. Pero no era así, ella y Ashley están hechas la una para la otra, me empecé a dar cuenta de eso con el pasar del tiempo. Y tú, tú me ayudaste a entenderlo de verdad. A ella la amo, pero como a una amiga, una hermana. En cambio a ti. A ti te amo más que a mi vida. Contigo me siento completo. Cuando estás conmigo siento que soy capaz de todo. Te amo Melanie. –
Una lágrima corría por mi rostro. Richard la limpió y volvió a tomar mis manos. – También te amo Richard. –
– Gracias a Dios. – Se sentó junto a mí en el sillón. – Porque si no lo hacías iba a hacer hasta lo imposible por conquistar tu corazón. – Otro beso. Antes de que pudiera profundizarlo se apartó. – Ahora bien, teniendo en cuenta que te amo y tú me amas también, quiero que sepas que no hay nada en ti que me haga dejarte. –
– Ni siquiera todo eso de que soy una quimera. – O así dijo Max que nos llamábamos. –
– Precisamente por eso lo digo. – Su rostro la imagen de la sinceridad. – Quimera, mutante, extraterrestre... nada de eso importa. Solo tú. –
![](https://img.wattpad.com/cover/45472554-288-k667596.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Increíble (Una historia sobre Quimeras 2)
FantasyIntento mantenerme bajo el radar y que no me molesten, pero con mi familia eso es tarea casi imposible. Para ellos atraer miradas es para lo que vinieron a este mundo. Digo que soy diferente a ellos, pero al parecer esto no depende enteramente de mí...