Capítulo 1

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Capítulo 1: 


EMILY

Entré a Garden Of Time, el cementerio donde fue sepultado mi hermano mayor, Tyler, unos cuantos años atrás. Antes de entrar, compré unas flores blancas para su tumba. No tenía ni idea de qué tipo de flores le agradaban más, así que, cada vez que se secaba el ramo que le dejaba, compraba un tipo de flores diferente. Sé que a él le hubiera gustado eso.

Empecé a buscar el lugar donde decía su nombre, hasta que encontré la lápida donde decía "Tyler Wright, gran hijo y hermano", junto con su fecha de nacimiento y el día que falleció; aunque debía admitir que esto ya es una costumbre para mí, así que nunca me tardaba al buscar el lugar donde se encontraba descansando. Un nudo se formó en mi garganta mientras recordaba el día en el que supe sobre la muerte de mi querido hermano, la persona que me enseñó a manejar bicicleta, la que me dio su helado cuando a mí se me cayó, la que me ayudó con mis tareas, la que me llevaba al parque...

¿Por qué siempre tienen que irse las personas más buenas en este mundo? A pesar de que las personas dicen que tarde o temprano lo superarás, ¿cómo puedes superar la muerte de tu hermano, de tu sangre, de tu otra mitad? Alguien dígame cómo es eso posible, ya que lo he intentado por todos estos años y, de plano, no puedo sacarlo de mi mente ni siquiera por un momento. Él está presente siempre en mis pensamientos. Sus ojos claros, su cabello que siempre me gustaba despeinar, su sonrisa tranquilizadora y el buen humor que hizo que su novia se enamorara de él son cosas que nunca podré olvidar. El cielo es tan afortunado de tener a una excelente persona como él, pero yo soy miserable al no tenerlo conmigo.

Fruncí el ceño al pensar en las personas que me dieron la vida: mis padres. Ellos se fueron a Los Ángeles para "superar todo". Sin embargo, yo no me fui. No quería dejar mi infancia atrás, no quería dejar la ciudad donde viví momentos inolvidables, no quería dejar el único lugar donde se encuentra mi hermano sin cuidados. Por eso, me quedé, y ahora trabajo en un restaurant-bar llamado Dark Night para ganarme la vida y poder ahorrar para mis estudios.


—Hermano —dije, inclinándome para dejar las flores en su tumba—, te extraño tanto. Tú no merecías morir de esa forma. Hace cinco años que te fuiste, y aún no supero tu pérdida. Siempre serás el mejor hermano del mundo. Gracias por todo, Tyler. —Sollocé y sequé mis lágrimas que corrían por mis mejillas.


Me quedé unos cuantos minutos más, admirando el enorme cuadro de cemento con esas letras grabadas. Sin embargo, al sentir pequeñas gotas de agua fría cayendo en mis brazos, supe que era momento de irme. Por eso, me puse de pie y abrí el paraguas que siempre cargaba conmigo por si acaso. Mientras, secaba las lágrimas con mis dedos.

Al salir del cementerio, noté que un hombre vestido completamente de negro, con la capucha puesta y unos lentes de sol se encontraba recargado en el enorme portón negro. Cuando pasé frente a él, me sentí nerviosa al notar que su mirada se dirigía hacia mí. Sin embargo, traté de no tomarlo mucho en cuenta, así que caminé tratando de parecer que no acababan de darme un susto enorme, pero caminando lo más rápido posible.

Al sentir unos pasos detrás de mí, me di media vuelta, decidida a enfrentarme a esa persona extraña. Por desgracia, al voltear, él fue más rápido y puso un trapo en mi nariz. Dejé caer el paraguas y empecé a forcejear contra ese hombre, pero su fuerza era tanta que pudo sostenerme con un solo brazo, mientras que el otro sostenía el paño con un líquido muy fuerte que me iba arrebatando los cinco sentidos poco a poco.

Un Asesino SueltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora