Capítulo 26:
KYLE
Apagué la computadora portátil y la cerré. Guardé las cosas que necesitaba en el maletín, lo tomé y salí de la oficina, no sin antes cerrar con llave para evitar cualquier descuido. Me despedí de uno que otro compañero que se encontraba cerca de mi oficina y empecé a caminar en dirección a la salida del edificio.
Mientras caminaba por el lugar, miraba una fotografía que tenía guardada en mi celular, una fotografía donde Emily y yo salíamos juntos. Nos encontrábamos en un parque de diversiones —insistencia de ella— y suplicó para que tuviéramos un recuerdo. Al principio, me negué, pero acepté luego de saber que ella no detendría sus súplicas. Y no me arrepiento de hacerlo. Es una de las pocas fotografías que tenemos juntos, y mi favorita. Con el tiempo, y si todo sale bien, podremos tomarnos más.
De repente, choqué con un cuerpo frente a mí, y todo por ir embobado mirando la imagen en mi teléfono, el cual cayó al suelo. Lo recogí con rapidez y suspiré de alivio al notar que la pantalla no se había roto y que, al parecer, no tenía ningún daño.
—Perdón, amigo. No miré por donde iba —se disculpó Nate.
—No hay de qué disculparse, hermano. —Palmeé su hombro—. Nos vemos mañana.
—¡Espera! —me detuvo cuando estuve a punto de empezar a caminar de nuevo—. ¿Y esa sonrisa? ¿Algo sucedió?
—Emily aceptó darme una nueva oportunidad —respondí, y no pude evitar sonreír como niño pequeño al que le acababan de regalar su juguete favorito.
—¡Me alegro mucho, amigo! —festejó—. No desaproveches la oportunidad. Sé que la amas y...
—¡Kyle! —Un grito lo interrumpió.
Ambos miramos detrás de Nate, descubriendo que se trataba de mi mejor amigo, quien parecía venir corriendo de un maratón de 10 kilómetros. Al llegar a nosotros, puso sus manos en las rodillas mientras trataba de recuperar la respiración.
—Joder, tenía que encontrarte antes de que te fueras. Es urgente —dijo, cansado.
—¿Qué? ¿Pasó algo? —pregunté, preocupado. Nate también lo miró con inquietud.
—Mira lo que me acaban de enviar hace unos instantes.
Me pasó su celular y vi lo que me quería mostrar. Nate también se acercó, curioso de lo que Louis quisiera enseñarnos. Pensé que se trataba solo de alguna broma, pero al ver la imagen, no pude evitar sorprenderme.
Se trataba de una foto de Lena y Emily secuestradas, junto con un "Tranquilos, que ya nunca más las volverán a ver". Le di el celular a Louis antes de que fuera capaz lanzarlo y romperlo por el coraje. Maldito Adam, tiene a mi novia y a la novia de mi mejor amigo. Ese idiota solo está complicando aún más las cosas. Lena y Emily, que no tienen nada que ver en esto, son las que sufren por mis propios problemas, pero esto no puede seguir.
Solté un grito de frustración tan fuerte que los que pasaban a nuestro alrededor nos miraban con miedo, pero me importaba muy poco. Nate se mantenía sereno, aún con la sorpresa en su rostro, y Louis hacía hasta lo imposible por no empezar a llorar del coraje. Adam Marx ha hecho de nuestras vidas un infierno. Mató a mis padres, intentó matar a Emily y, ahora, también tiene a Lena.
De algo estoy muy seguro: no me quedaré quieto hasta ver a Adam muerto y su cuerpo cortado en miles de pedazos
—Llama a Zachary y Robert. Iremos todos nosotros —hablé, serio.
ESTÁS LEYENDO
Un Asesino Suelto
AkcjaÉl arruinó mi vida en el pasado, y yo ni siquiera lo sabía. Pero, ahora me pregunto: ¿cómo se puede perdonar al hombre que te quitó tu razón de vivir, aunque sea el mismo del que te hayas enamorado? [Novela original. Cualquier publicación sin mi c...