Un Asesino Suelto

Capítulo 29

Capítulo 29:

El día de ayer, Louis invitó a Kyle a quedarse un rato más con nosotros. Creo que sintió algo de lástima cuando él mencionó que había pasado Navidad solo porque los chicos se habían ido con sus parejas. A pesar de que el ambiente se sintió muy tenso al principio, logramos adaptarnos a su presencia. Pasaron algunos minutos y Kyle pudo entablar una conversación amistosa con Carl. Creo que, después de todo, él no mentía cuando decía que se arrepentía de todo, y Kate y Helena parece que quieren darle una segunda oportunidad.

Cuando ya casi eran las 2 de la mañana, decidí irme a mi casa. La señora Louisa nos invitó a dormir, pero preferimos que vendríamos mañana para seguir con el festejo y, además, comer del pastel que Kyle había traído, ya que nos encontrábamos tan satisfechos con la comida que preferimos guardarlo.

—Nos veremos mañana, Louisa. —Le di un abrazo rápido—. ¿A las 5 está bien?

—Me parece muy bien —aceptó.

—Muchas gracias por venir, amiga —habló Kate, despidiéndose de mí con un beso en la mejilla—. No falten mañana.

—Por supuesto que no. —Sonrió Kyle.

A pesar de que le dije mil veces que Carl y Helena me dejarían en casa, él no aceptó y se ofreció a llevarme. Incluso, me extrañó que Kate dijera que nos esperaba a ambos. En verdad que Kyle Evenson sabe cómo hacer que lo perdones en un dos por tres. Lástima que no funcionó conmigo.

Nos subimos a su auto y, mediante un silencio no tan incómodo, llegamos a mi casa. Me quité el cinturón de seguridad y me bajé del auto sin decir palabra alguna, abriendo la puerta de mi hogar. Kyle entró detrás de mí y cerró la puerta con cuidado. Decidida, me giré y lo miré.

—Te agradezco por la fotografía que tenían en tu caja de recuerdos de las víctimas que has asesinado —hablé, sonando irónica—, pero tengo una condición si ambos queremos estar juntos.

—No... no pensé que tomarías eso de esa forma. —Se llevó la mano a la nuca, pareciendo nervioso—. Solo quería mostrarte lo arrepentido que me encuentro de todo lo que te he hecho.

—De eso es lo que tengo que hablar.

Le hice una seña para que me acompañara al sofá. Ahí me senté, y él se posicionó a mis lados algunos segundos después, manteniendo su distancia. Juntó sus manos y me miró, esperando a que hablara.

—Cada vez que discutimos, terminamos recordando el pasado del otro, y eso es lo que no nos permite avanzar —declaré—. Si en verdad queremos estar juntos y tratar felices, entonces tengo que proponerte algo.

—Dime. Haré lo que sea —dijo inmediatamente.

—Solo te daré una oportunidad más, y tú me darás una más a mí.

—Yo no tengo que darte...

—Por supuesto que tienes que dármela —lo interrumpí—. No solo tú me has hecho daño, Kyle. Los dos nos hemos dañado mutuamente, y por eso, quiero proponerte que, a la primera que te haga daño o que tú me hagas daño, nos separemos y ya no nos volvamos a ver nunca más.

—Lo que me pides es muy doloroso, Emily —gimió—. ¿Cómo me crees capaz de vivir sin ti?

—Ni yo podría hacerlo —susurré, moviendo los mechones de cabello que ocultaban mi cara—, pero es la única forma de poder salir adelante.

—Está bien. —Asintió—. Te prometo que no te haré más daño, Em. Sé que tú nunca me dañarías.

Sonrió y se acercó a mí, rodeándome con sus brazos y dejando uno que otro beso en mi cabello. Cerré los ojos mientras mi nariz disfrutaba del aroma que el cuello de Kyle desprendía. Solo espero que, esta vez, las cosas sean diferentes. Si en verdad estamos destinados a estar juntos, como lo dijo Jack, espero que todo salga bien.