Pasaba un algodón por la frente ensangrentada de Bárbara. A pesar de la sangre que salía en un principio, solo eran pequeños cortes, aunque profundos.
No quería contarme como se había hecho aquello, y por mucho que insistiera, seguiría sin hacerlo.
Mi tía no se había despertado, seguro que ni sabía que Bárbara salió.
Al día siguiente volvía a estar nublado. Odiaba los días así. Era lunes, y llegaba tarde al instituto, como seguramente la mayoría que ayer se encontrasen en la fiesta.
Tras acicalarme, vestirme, y coger todo lo necesario para las clases, cogi una manzana y salí de casa a toda prisa. Mientras caminaba, empecé a leer los mensajes de WhatsApp. Me centré en el grupo que compartía con mis amigos.
Soph: Nich, ¿dónde estás? 2:34am
Wed: ¡Déjalo y ven a beber! xoxo 2:34am
Ty: Me piro a casa 3:04am
Daphne: Creo q alguien me esta siguiendo, jajajaja, sera la borrachera. Hasta machana xx 5:15am
Vaya, al parecer Daphne estaba muy solicitada. Seguro que hoy no aparecería por clase, ni Henry tampoco. Aceleré el ritmo, las ocho en punto.
Cinco minutos más tarde, me hallaba en la entrada del instituto. Llegaba tarde, como preveía, y solo los más rezagados me acompañaban. No había visto a Bárbara esta mañana, por lo que seguramente había sido tan puntual como siempre y había llegado hace tiempo.
Dejé las cosas en mi taquilla y me dirigí a clase de química.
Dentro se encontraba la mayoría de la gente de mi clase. Entre ellos Sophie, Wednesday, Tyson, Isabella y Jerry. Ni rastro de Henry y Daphne, como supuse minutos atrás.
Me senté al lado de Sophie mientras toda la clase se volvía para mirarme. La profesora Michaelson me echó una rápida mirada amenazadora. Tragué saliva.
-¿Dónde te habías metido? Ayer fuiste de los primeros en irte y, encima, llegas tarde -Susurró Sophie mientras la profesora empezaba a escribir todo tipo de fórmulas imposibles de memorizar.
-Ayer pasó una cosa muy rara -Hice una pausa-. Mi prima, la cuál estuvo en la fiesta, estaba sangrando, y tuve que curarla sin avisar a mi tía para que no la echase una bronca.
-¡Ride, Walker! -La profesora se giró-. ¿Queréis compartir con nosotros vuestros susurros?
Ambos nos mantuvimos en silencio y nos centramos de nuevo en la clase. Mejor comentar aquel tema con todos a la salida del instituto.
El timbre sonó cuarenta minutos después. Para lo único que servía era para despertarnos.
Todos mis compañeros recogieron sus cosas y salieron del aula, dirigiéndose a sus respectivas materias.
Tras acabar la jornada, nos reunimos todos los que estábamos en la entrada del instituto.
-Daos prisa, tengo entrenamiento -Dijo Jerry, con la mochila sobre el hombro.
-Yo igual -Tyson se puso a su lado.
-¿Os podéis esperar y dejar que siquiera empiece? -Sophie y sus cabellos pelirrojos parecían amenazadores en aquella situación.
Les expliqué lo que había pasado, el accidente de Bárbara y la confusión con Isabella.
-Estarías borracho -Isabella soltó una risa irónica-. Primero estuve con las chicas, y después con Tyson.
-Estaba completamente seguro de lo que vi -Le apunté con el dedo-. ¿Entonces cómo os explicais lo que me dijo Bárbara, lo que le sucedió?
-Tío, estaría fumada -Jerry dejó caer el brazo y empezó a andar-. Es solo una cría.
No sabía si darle la razón o defender a mi prima. Lo de ayer parecía una situación seria. Tras Jerry, fue Tyson quién se marchó, despidiéndose con un leve movimiento de mano.
-Tengo clase de piano -Wednesday se abrazó y comenzó a caminar-. Ya hablamos.
Isabella hizo un leve movimiento de cabeza y siguió la estela de Wednesday.
-Yo te creo, Nicholas -Sophie le puso una mano en el hombro-. Te llevo conociendo desde pequeño, y sé cuando mientes o alucinas y cuando no. Está pasando algo desde aquella noche, y habrá que avergüarlo.
-Lo que más me extraña es la actitud de Isabella -Nicholas comenzó a andar en dirección a su casa, con Sophie a su derecha-. Al día siguiente de la ouija, estaba mal, y ahora, es todo lo contrario.
-La regla -Sophie rio lévemente-. No le des más vueltas.
Continuamos hablando sobre cómo les había ido las clases aquel día, hasta que Sophie se despidió al llegar a su casa.
Aún quedaba una manzana más para llegar a la mía, por lo que anduve un poco más. Miré el móvil de nuevo, por si había alguna señal de Henry o Daphne.
Henry: Brutal resacon. Hay q repetir 15:35pm
Wed: ¿Daaaaaaphne? 17:15pm
Isabella W: A saber debajo de qué puente está 17:16pm
Wed: Wow, golpe durísimo. ¡Me voy a ensayar! xx 17:28pm
Soph: Te has pasado Isa xd 17:43pm
Vaya, la conversación se empezaba a poner interesante, pero ya estaba a las puertas de casa.
Saqué las llaves del asiento delantero de la mochila y metí la llave correcta en la cerradura, accionándola a continuación.
La casa se encontraba silenciosa. Mi tía hoy no trabajaba, y Bárbara debía haber llegado hace tiempo.
-¿Hay alguien en casa? -Dejé las llaves en la mesa de la entrada. No obtuve respuesta-. Está bien, no respondais todas a la vez -Solté, irónico.
Subí las escaleras, y un rastro rojo se encontraba en el lateral. ¿Sería pintura?
Lo más seguro. No tendría sentido que fuera sangre.El suelo, de madera, seguía manchado. El rastro llegaba hasta mi habitación.
Desde luego aquello no era pintura. Agarré el móvil y marqué el 911, para ir avisando a la policía, por si acaso.
Avancé con pasos lentos, y cuando entré por el umbral, me alegré de haber llamado a la policía. Aunque una sensación de tristeza y a la vez terror me subía por todo el cuerpo.
Mi tía se encontraba tirada en el suelo con un corte profundo en el cuello, y la mirada perdida.
Bárbara de encontraba colgando de la lámpara del techo de la habitación, con las mejillas cortadas simulando una sonrisa que no existía.Ahora sí que empezaba a inundar sus sentimientos de terror. ¿Quién podría ser capaz de hacer una cosa así?
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ME ODÍAIS POR SUBIR UNA VEZ AL MES. PERO ESTOY DE VACACIONES, COMPRENDEDLO.
De todas formas, aquí tenéis otro capítulo.
No me convence mucho, pero bueno, si me dejáis en comentarios qué os ha parecido, decídmelo.
¡Gracias por votar y leer tanto!
Ya somos 700 solo con 4 capítulos. ¡Miles de gracias, y a seguir creciendo!

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Ouija.
ParanormalUno: juega. Dos: huye. Tres: investiga. Cuatro: asústate. Cinco: muere. No es solo un juego. Al invocarlos, vosotros destruís vuestro destino. La mismísima muerte. Y eso es lo que desconocían una panda de amigos cualquiera, singular y de lo más nor...