—Rotundamente no —Isabella frunció el ceño, algo cabreada—. Ese día ella estaba enfadada conmigo por haberla delatado el día anterior, ¿usted cree que habría sido buena idea ir a hablar con ella con el cabreo que tenía?
—Lo que sí sé es que si estuviese cabreada con una amiga mía iría a intentar solucionar las cosas con ella. ¿No es así? —McAdams arqueó una ceja.
—¿Me está acusando de su asesinato indirectamente? —Isabella aún mantenía la misma expresión—. Porque si es así será mejor que no hable hasta que llegue un abogado.
—No te estoy acusando de nada, Isabella —McAdams negó con la cabeza—. Simplemente intento atar cabos y creo que puede ser que vieras a Wednesday aquella noche.
—Pues no —Isabella negó con la cabeza, cogiendo su bolso de la silla que se encontraba a su lado—. No lo hice, pero ojalá lo hubiese hecho. Así a lo mejor continuaba viva. ¿Puedo irme ya?
McAdams finalmente asintió, dando un largo suspiro.
Isabella se marchó, con el ceño fruncido, dejando a la agente completamente sola en su despacho. Se dirigió hacia su escritorio y se apresuró a abrir el segundo cajón del mismo, del que sacó una grabadora.
—Tras haber hecho preguntas a todos los chicos —McAdams suspiró y continuó hablando—, he llegado a la conlusión de que uno de ellos fue el asesino de Wednesday Fülher.
***
—Verás —Tyson se movía de un lado a otro en su habitación—. Yo... Anoche... —las palabras no lograban salir de su boca—. Anoche me besé con seis chicas. Estaba borracho y... Y simplemente surgió.
Jerry puso una mueca de asombro, abriendo ligeramente la boca para después sacudir la cabeza y articular palabra.
—Menos mal que fuiste tú quien dijo de sacar nuestra relación a la luz —Jerry movió la cabeza a un lado y soltó un suspiro que duró unos segundos—. Será mejor que me vaya.
Jerry se levantó a la par que Tyson se encontraba cabizbajo. No iba a intentar que el chico le perdonase en aquel momento, ya que sabía que no lo conseguiría. El ruido de la puerta sacó a Tyson de su ensimismamiento. Se sentó a los pies de la cama, con los codos sobre las rodillas y la cabeza apoyada en sus manos.
***
—¡Hija! —la madre de Daphne se encontraba subiendo las escaleras de su espectacular casa—. Te confirmo que el viernes tendrás la casa sola para hacer la fiesta que me comentaste.
Daphne abrió los ojos como platos y saltó ágilmente de la cama, dirigiéndose a las escaleras para darle un efusivo abrazo a su madre. Ambas rieron y pegaron algún que otro chillido.
—Gracias mamá —Daphne comenzó a hacer aspavientos—, sabes que con el tema de los exámenes me pongo muy nerviosa y necesito desahogarme.
—Lo sé, lo sé —su madre comenzó a darle pequeñas palmaditas en la espalda—. Estaré abajo, así que si me necesitas ya sabes dónde encontrarme.
Daphne asintió y sonrió, dándose la vuelta para dirigirse nuevamente a su habitación. Una ceja arqueada y una sonrisa plasmada en su rostro eran la traducción de su inminente victoria.
***
Henry se encontraba sentado en la terraza de una cafetería. Comprendía que lo mejor era pasar página en cuanto a Daphne se refería, y comenzar a verse con otras chicas posiblemente le ayudase notablemente.
La figura esbelta de una chica se aproximaba. Su pelo dorado y liso caía hasta por debajo de la altura de sus hombros y sus ojos azules se veían a lo lejos.
La joven se apresuró a darle dos besos a Henry, quien ya estaba en pie, en calidad de saludo.
—Savannah —dijo el chico, pronunciando su nombre a la par que volvía a tomar asiento.
—Hola, Henry —las comisuras de los labios de la chica se estiraron hacia arriba.
***
Sophie caminaba apresuradamente hacia la biblioteca. La habían vuelto a abrir a pesar del recente incidente, aunque la bibliotecaria que trabajaba antes allí se encontraba de baja en aquel momento.
La pelirroja abrió las puertas de par en par. La noche había caido, y solo algún rezagado se encontraba aún sentado repasando alguna lección de última hora.
—Está bien, Sophie, comenzemos a buscar —dijo la chica apenas en un susurro.
La joven se desenvolvía con destreza entre las estanterías, en busca de algún libro que le otorgase otra nueva pista. Y había pensado en buscar el mismo que ella se estaba leyendo en aquel momento.
Paso junto al lugar donde se encontró el cuerpo de Wednesday. Ese sitio y los alrededores aún se encontraban repletos de los cordones policiales. Sophie sacudió la cabeza, poniéndose manos a la obra de nuevo.
Se dirigió a la zona de libros de misterio, y comenzó a buscar, apretando los labios. Y tras unos minutos, lo encontró. Pasó las páginas, nerviosa, hasta que algo llamó su atención.
Muy lista. Te gusta la lectura. ¿Te gustan también los cadáveres?
Sophie abrió los ojos como platos. Aquello no podía ser verdad. Pero lo era, aunque pareciese increíble.
Agarró el libro y se dirigió a donde se encontraba el nuevo encargado de la biblioteca.
—Ho... Hola —comenzó diciendo, dejando el libro sobre el mostrador—. Me gustaría llevarme este libro.
El hombre la miró por encima de sus gafas, con una mueca de desagrado. Él sabía perfectamente quien era ella. Todo el mundo lo sabía. Y su reputación no es que fuese envidiable en aquel momento.
***
McAdams andaba por el párking que se encontraba justo al lado de la comisaría de policía. Era medianoche, quizá más.
Sus tacones resonaban por el espacio repleto de silencio. La mujer resopló y accionó el botón de su coche. El sonido que indicaba que este acababa de abrirse sonó. Y a los pocos segundos, McAdams entró en el vehículo.
Introdujo la llave en la ranura y arrancó.
—Que calor que hace —susurró, encendiendo el aire acondicionado.
La mujer quitó el freno de mano y pisó el acelerador, girando el volante para salir de su plaza. Bajó una planta y su mirada seguía fija al frente. Aún le quedaba otra para salir del párking.
La mujer abrió los ojos al ver la figura de una mujer a unos metros del coche, que iba recortando distancia. La misma mujer que vio Tyson la pasada noche. McAdams pegó un volantazo, evitando chocarse contra la figura, pero estampando el coche directamente contra una columna, dejando el vehículo destrozado por la parte delantera.
____
¡Hola! Qué de cosas trae este nuevo capítulo... ¿Daphne montando una fiesta? ¿Dónde le llevará esa nueva pista a Sophie? ¿Qué habrá pasado con McAdams tras su 'accidente'? ¿Dónde está Nicholas?
Todo lo sabremos en el próximo capítulo.
Por cierto, os he presentado a un personaje de la secuela de Ouija indirectamente... ¡Porque habrá una segunda parte! Ya tengo a parte del elenco y la historia. Será publicada cuando esta termine, evidentemente, y será más larga que esta.
-Jose.
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Ouija.
خارق للطبيعةUno: juega. Dos: huye. Tres: investiga. Cuatro: asústate. Cinco: muere. No es solo un juego. Al invocarlos, vosotros destruís vuestro destino. La mismísima muerte. Y eso es lo que desconocían una panda de amigos cualquiera, singular y de lo más nor...