Una chica en 5sos (Luke Hemmings y Tú)

Capítulo 15: Llamadas, sustos y besos.

Ya habían pasados unos días, tres para ser exactos y no había hablado con Luke. Después de la fiesta, cuando me agarro de la mano, al llegar, me soltó y siguió su camino en silencio. No me explico nada, de porque había hecho eso o que le pasaba, nada. No habíamos hablado desde entonces. Tampoco pienso ser la primera en hacerlo, soy muy orgullosa, estaba volviendo a ser yo, sin embargo, aún seguía siendo una escupe fresas, pero bueno, es cierto lo de que el amor cambia a las personas.

Entre Luke y yo, hay algo más, lo sé aunque el tenga novia, es confuso, pues, Luke me gusta muchísimo pero yo a él, no creo gustarle. Es como una especie de atracción sexual, o sea, física, es difícil de explicar. Cada vez que bajaba a comer o a hacer cualquier cosa abajo, me lo encontraba, y era difícil no mirarlo y al hacerlo, él también lo hacía, nos quedábamos mirándome pero siempre uno de los dos rompía el contacto visual. O al pasar cerca de él, o frente a él, era tan extraño.

Fui sacada de mis pensamientos por una llamada entrante en mi teléfono, tarde unos minutos en encontrarlo hasta que por fin lo halle, debajo de la almohada.

*Llamada entrante, Any*

-¡Hola, amiga! -exclamó Any dejándome casi sorda, por lo que aleje un poco el teléfono de mi oreja.

-Hola, ¿como has estado? -le pregunté un poco desanimada.

-¿Que te pasa? ¿Estas bien? -cuestionó con preocupación. Sonreí, me hacía falta hablar con mi amiga.

-Sí, eso creo. No es nada. Mejor cuentame como estas tú. -le dije sentándome como un indio en la cama para escucharla mejor.

-Bueno, estoy bien. -le oí soltar una risita, como si me escondiese algo. Uhm.

-¿Como va todo con Calum? -le pregunté sabiendo que era eso lo que me ocultaba o no pensaba decirme.

-Bien. Hemos hablado mucho y creo que estamos bien, como amigos. -la escuché suspirar al decir lo ultimo. Si amiga, el "solo amigos" o "como amigos" apesta.

-Uhm.... entiendo. -murmuré sintiéndome mal de nuevo al recordar a Luke. Miré mi reloj que se encontraba en la mesita al lado de mi cama y eran la 1:00 de la mañana.

-¿Que haces llamándome a esta hora? Aunque no estaba durmiendo pero de todos modos, son la una de la mañana, LA UNA, ¿estas loca? -solté una carcajada al escucharla gruñir, extrañaba tanto estar con ella.

-¿Que te parece si dejas de regañarme y salimos alguno de estos días a tomar algo? -me preguntó temiendo que pudiera decirle que no, supongo que pensaba que no tenía tiempo pero lo tenía.

-Esta bien. Yo te mando un mensaje. -afirmé sonriendo, aunque ella no pudiera verlo. -Te he extrañado mucho, amiga.

-Yo igual. Lo siento, me tengo que ir. Sam me escuchó reírme y viene hacía acá, Hay Dios, ¡Santa Madre! -le escuché gritar para después colgar sin dejarme contestarle pero bueno, ya tenía cosas de que preocuparse. Como Sam.

Él es su hermano mayor, tiene 19 años y no esta mal. Ellos tienen una relación muy buena debo decir, siempre estan jugando y riendose, jugando en el sentido de hacerse cosquillas, pelear con las almohadas, insultarse en juego, una buena relación sin duda. Pero algunas veces, cuando se enfadaban, era imposible soportarlos, se veían y ya se estaban matando, o aún peor, comenzaban a discutir por cualquier cosa. Una buena relación. Parecían dos niños pequeños.

No se porque pero no puedo dormir. Se me hace imposible, no puedo, simplemente, no puedo. Mejor me tomo un vaso de agua haber si me ayuda en algo. Me levanté de la cama y salí de mi habitación para bajar las escaleras lentamente, contando cada escalón, tratando de no a ser ruido y despertar a alguno de los chicos. Todo estaba oscuro pero en la cocina estaban las luces encendidas, ¿Quién sabe? Tal vez olvidaron apagarlas.