Una chica en 5sos (Luke Hemmings y Tú)

Capítulo 27: "Confusión, peleas y una chica loca"

Hola, perdón si tarde en publicar, y también si está muy corto, he estado ocupada con lecciones extras y eso, espero que les guste el capítulo y le den a votar y comenten, me hacen muy feliz la verdad, gracias por leer y estar aquí, dándole una oportunidad a mi historia. Los quiero mucho y me alegra saber que cuento con ustedes, me hace feliz en serio :) de todos modos, quería desearles ¡Feliz Haloween! El próximo cap es de eso, Halloween, buuu, ya que no había podido subir este y no podía subir el otro antes que este así que bueno, creo que entendieron. Gracias por todo, nos vemos pronto :D

Capítulo 24: "Confusión, peleas y una chica loca"

Miré a Luke a los ojos, podía ver la frustración en ellos. Me acariciaba la mejilla suavemente como si temiera que fuera a romperme. Me sentía tan perdida. No podía dejar de mirarlo, de sentirlo, quería acercarlo más a mí y besarlo como si no hubiera un mañana, más sin embargo, estaba ahí, inmóvil, es como si mi mente estuviera ahí pero mi cuerpo no. Temía lo que Luke estaba pensando, ya que tenía una cara de idiota retrasado pero bueno, nadie se resiste a mis encantos.

Sí, claro. Sobre todo eso.

Cállate y déjame ser feliz.

Luke tragó saliva y cerró los ojos, exhalo con fuerza para luego abrir los ojos lentamente y mirarme con el ceño fruncido. Lo miré con confusión, ¿qué mierda le pasaba? Parecía un esquizofrénico haciendo ejercicios mentales o algo así. Apretó la mandíbula alejando su mano de mi rostro, lentamente, como si fuese a desaparecer al alejarse.

-Aléjate de mí, Tn.-su voz sonó firme pero sus ojos demostraban lo contrario. No entendía a Luke, primero me decía "¡Oh, Tn, me gustas mucho!" y ahora me dice que me alejé de él. Muy normal, Luke, muy normal.

-¿Qué mierda, Luke? No entiendo nada.-dije en voz baja para no despertar a nadie. De verdad que no entendía nada, es decir, yo sé que soy estúpida pero esto parece ser una prueba de esas para ver cómo va el funcionamiento de tu cerebro, y bueno, el mío no va ganando.

Debe ser la hora, es decir, ¿quién piensa bien a las 2 de la mañana?

Todos menos tú.

Le saqué mentalmente el dedo a mi estúpida consciencia. Hacía todo, menos hacerme sentir mejor. Para eso estamos. Si, ya me di cuenta.

-Solo, aléjate de mí, no te acerques, no me tientes, no me quieras, solo...-hizo una pausa y me miró a los ojos, detrás de su voz había dolor.-Aléjate.

Una presión me apretó el pecho. No podía respirar, me dolía el estómago y las lágrimas amenazaban con salirse de mis ojos. No quería llorar. Me sentía tan estúpida. Me dolía tanto, era un dolor tan asfixiante. Sentía rabia, ira, dolor, tristeza, impotencia y muchas emociones más que me golpeaban el corazón.

-¡¿Qué mierda te pasa, Luke?!-grité, apretando mis puños y conteniendo el enojo. Me valía mierda si se despertaban o no, ya no podía ni siquiera creerlo. Estaba en un estado que, eso ni siquiera me parecía real, es decir, me dolía tanto, estaba tan herida que no podía asimilar lo que estaba pasando.

-Tn, baja la voz que...-lo interrumpí.

-¡No! Me vale mierda si se despiertan o no. ¿Qué quieres, Luke? ¿Qué? Primero me dices algo y luego me dices lo contrario, vienes a mí pero luego te vas, ¿Qué demonios te sucede? ¿Crees que eso no me duele?-grité con toda la rabia que estaba conteniendo, no me importaban los vecinos, solo quería sacar toda la ira que tenía dentro.-Me atrapas y luego me sueltas, ¿Qué es esto? ¿Un juego para ti? No esta Katherin, pero esta Tn ¿no? Pues, ¿sabes qué? Bien, te dejaré solo, me alejaré de ti, pero no vuelvas por mí. Quédate con Katherin y con tu estúpida vida. Pero yo...-mi voz se quebró pero traté de mantenerme firme.-Ya no existo para ti.

Di media vuelta y los chicos estaban apoyados en el marco de la puerta, no sé si ya estaban ahí antes o si acaban de llegar pero no me importa en este momento. Con las lágrimas a punto de deslizarse por mis ojos, salí hecha una rabieta de la habitación, pasando al lado de los chicos que estaban sorprendidos por todo lo sucedido. Si, el chisme de la semana. Entré a mi habitación y di un portazo con tanta fuerza, que si la puerta pudiera temblar, ya lo habría hecho.

¡Imbécil! Claro, como no soy la zorra de Katherin entonces no ¿verdad? Agh, lo odio. Sé que eso no me lo creo ni yo misma, porque a pesar de todo, yo nunca podría odiarlo. Por más que me esfuerce, no puedo. Pero si lo detesto. Claro, quiere que me aleje de él y lo dejé en paz para que pueda vivir feliz con la zorra de Katherin.

-¿Por qué, Luke? ¿Por qué?-le pregunté a la nada, esperando que quizás el viento, me devuelva la respuesta. Ni siquiera necesitaba cerrar los ojos, las lágrimas salían solas, y con ellas, todo el dolor que tenía dentro.

* * * *

Desperté con más pereza de lo habitual, ni siquiera podía con mi alma. Bostecé y me quité de mala gana el edredón pero este se enredó en mi sensual pierna derecha y me hizo caer contra el hermoso y frío piso, mierda, traté de levantarme pero al parecer dejar las medias en el piso no es buena idea porque resbalé y volví a caer pero esta vez, caí sobre mi trasero.

Oh, bello y hermoso piso. Tal vez haya nacido para estar contigo, tú, que me recibes cada mañana tan frío y lleno de trampas mortales contra mi persona.

Bien, mejor me doy una ducha antes de que empiece a hablar cosas raras como lo anterior, aunque a quién engaño, siempre he sido una rara marginada con una dulce infancia exiliada de la sociedad. Bueno, ahora que recuerdo, tenía un amigo, aparte de Austin, pero no recuerdo su nombre, ah, qué buena amiga soy que ni recuerdo su nombre.

Entré al baño y me lavé la cara, los dientes y me di una ducha caliente, muy relajante la verdad. Luego de unos 20 minutos, cuando parecía una pasa mojada, salí del baño y me vestí con unos vaqueros, una blusa con una chaqueta negra y unas converse. Salí de la habitación y bajé las escaleras con cuidado, no quería ver a Luke, ni a ninguno de ellos, así que iba a irme sin que ellos se diesen cuenta e iba a visitar a Austin, si es que seguía aquí o a Any, que debe estar haciéndome una brujería en este momento por dejarla sola en la heladería.

Justo cuando iba a abrir la puerta para salir, alguien toco el timbre. ¿En serio? Que es mi vida sin ti, mala suerte, karma, satánas, quien quiera que sea. Abrí la puerta y me encontré con una chica pelirroja con el ceño fruncido y la mandíbula apretada, con la cara roja, no sé si de la rabia o de la vergüenza o tiene una congestión en el rostro.

-¿DONDÉ ESTA EL PUTO?-gritó, abriendo la puerta de golpe como si fuera su casa. Si, adelante. Con confianza.

-Eh, ¿A qué te refieres?-pregunté confundida. ¿El puto? Debe ser uno de los chicos pero... ¿quién? Ella enarcó una ceja y sonrió con sarcasmo.

-De seguro tu eres una de sus zorritas ¿no?

Señor, lo que es la droga hoy en día.

-No sé de qué hablas, si buscas a alguno de los chicos están en la cocina.-me encogí de hombros, restándole importancia. No estaba de humor para pelear, y mucho menos si no sabía de que demonios hablaba esa chica.

-Oh, te haces la tonta ¿no? Pues deberías alejarte de él, todos los hombres son unos putos machistas.-dijo golpeándose el pecho como tarzán y sonriendo con orgullo, como si decir eso fuera el discurso de la vida. ¿Quién sabe? Tal vez pueda ahogar mis penas con ella.

-No soy novia de ninguno de ellos, ni su zorra mucho menos, soy Tn, una integrante de su grupo, bueno, medio integrante.-le extendí mi mano, sonriendo.

-Me alegra, por fin una chica cuerda, ya estaba cansada de puras zorras o fresitas, soy Allice Walk.-se presentó, estrechándome la mano para luego volver a su rabieta y entrar gritando por toda la casa.

-¿DÓNDE ESTAS, PUTO? ¿DÓNDE ESTA MI GALLINA, ALIIE DE LOS ANGELES  WALK MACHADO?

Pobre gallina, un poco más y se queda sin nombre.

Iba a marcharme de aquel lugar cuando alguien me toca el hombro y giró mi rostro para verlo. Me quedó congelada, mierda. ¿Por qué todo me pasa a mí? Eso debe ser la vieja del súper-mercado que me vendió unas hierbas que utiliza para brujería. Sí, eso debe ser. De seguro me metió un papelito en el bolso o algo así donde invoca al demonio. Oh Dios. Entrecerré los ojos y me voltee para mirarlo de frente. Espero que no sea lo que pienso.