Una chica en 5sos (Luke Hemmings y Tú)

Capítulo 28: "Fiesta de Halloween" Parte 1

Hola, gracias por votar y comentar, espero les guste el cap y lo disfruten, denle a votar y comentar :D esta es la primera parte, la segunda la subiré mañana ya que tengo algunos problemas ahora y como ya tenía esta parte, pensé que sería mejor subirla, ya que de la segunda me falta un poco. Pero gracias por leer y estar aquí ;D quería decir también, que comenzaré a editar los capítulos, osea, los errores y eso, ahora si, lean :)

Capítulo 28: "Fiesta de Halloween" Parte 1

-¡Feliz Halloween!-gritó Asthon emocionado. Unas fuertes ganas de llorar me invadieron, no quería que Ash me preguntara algo, somos amigos pero no quiero pensar en eso.

-¿Qué quieres, Asthon?- lo miré a los ojos, tratando de no derrumbarme. Lo menos que quería en este momento era lanzarme a sus brazos a llorar como una niña pequeña, aunque necesite desahogarme.

Su rostro se tornó serio y preocupado, al igual que su voz:-¿Qué sucede, Tn? ¿Estás bien?

Bajé la mirada, ocultando mi rostro. Si lo miraba, me rompería a llorar, quería hablar con Asthon de esto, de todo lo de Luke y sus problemas, de todo lo que sentía, pero no sé si pueda hacerlo en este momento. Asthon se acercó quedando frente a mí y tomó mi mentón haciéndome levantar la mirada.

-Dime, linda. ¿Qué sucede? Estoy preocupado por ti. Si no quieres hablar, por lo menos déjame animarte.-habló con tanta ternura y sinceridad que sentí como mis ojos se cristalizaban y una lágrima resbalaba por mi mejilla.

-¿Por qué, Asthon? ¡Yo no hice nada! Yo no podía evitarlo... de verdad traté con todas mis fuerzas pero es como si todo eso solo me uniera más a él.-sollocé abrazándolo con fuerza mientras lloraba en su hombro.-No lo entiendo, ¿Por qué tiene que ser así?-susurré respirando profundamente, me dolía tanto y había llorado tanto, que me dolía el corazón y no me salían más las lágrimas.

Luego de unos minutos en silencio, me separé limpiándome los restos de lágrimas que habían quedado en mi rostro. Asthon apretó la mandíbula y sus músculos se tensaron, todo su cuerpo parecía estar a la defensiva, sus ojos expresaban la furia y la ira contenida, sus manos hechas puños estaban fuertemente apretadas. No entendía su repentino enojo.

Tengo tres opciones: 1. Le molesto algo que dije. 2. Tiene serios problemas de agresividad. 3. Es esquizofrénico y en su mente alguien quiere secuestrarlo.

-¿Qué pasa, Ash? ¿Estás bien?-al escuchar su apodo, su cuerpo se relajó y exhalo profundamente.

Me miró a los ojos.

-No. Estoy jodidamente molesto por como Luke te ha tratado.

Oh, bueno, no esperaba tanta sinceridad.

-Está bien, Ash. Déjalo.-me encogí de hombros, restándole importancia. En parte era mi culpa, por más que quiera pensar que no.

-Ha sido un idiota contigo mientras tú no te lo mereces.-espetó pasándose una mano por el cabello.-Eres importante para mí, Tn. Y no quiero que nadie te haga daño. Y menos él.-suspiró, extendiendo sus brazos para que volviera a abrazarlo.-No importa que nos la pasemos peleando, yo siempre voy a estar ahí para ti.-se separó y me rodeo el hombro con su brazo.-Ahora, vamos.

Subimos las escaleras y entramos a mi habitación. Me senté en la cama y él junto a mí, aún con su brazo rodeando mi hombro. Me alegraba tener un amigo como Asthon y sé qué también soy una amiga para él. Tener a alguien a parte de Austin, que casi nunca esta, y Any, a la cual no veo mucho últimamente, es algo realmente bueno. Respiré profundamente y comencé a contarle todo lo que había sucedido con Luke y yo.

****

Luego de contarle todo lo que había sucedido, comenzamos a hablar de cualquier cosa, me habló de su familia, de sus experiencias y me sacó una sonrisa con sus locuras. Sin pensarlo, el tiempo se nos había pasado rápido y ya eran las 3:00 pm. Asthon se había ido hace unos minutos luego de decirme que no saliese hasta que fuera un poco más tarde, que debería descansar. Y eso es lo que voy a hacer. Ya que le prometí que no saldría y tengo mucha pereza como para hacerlo. Agarré el edredón y me cubrí a mí misma, quedándome completamente dormida.

-¡Piiiii! ¡Piiii! ¡Piiiii!-escuché sonar el despertador. Lo había programado para que me despertará a las 6:00 pm y son... las 6:30 pm, bueno, son solo 30 minutos demás pero igualmente tengo el sueño pesado. La bella durmiente se despierta más rápido que yo.

Me levanté y fui al baño a tomar una ducha. Era Halloween y no tenía un vestido que ponerme, ni mucho menos una fiesta en donde lucirlo. Por eso, gente, tiene que ser sociables y no una marginada como yo. Cenicienta tenía más amigos. Yo ni amigos animales tengo. Es más, hasta blanca nieves tenía amigos enanitos.

Princesas de Disney bajando la autoestima desde tiempos memorables.

Luego de unos 15 minutos bañándome, me vestí con una falda negra floreada y una camisa de tirantes con una chaqueta fina de color negro, lo único especial es que me coloqué una máscara de carnaval porque es lo único que conseguí. Es decir, obvio, tampoco tengo narnia en mi ropero. ¿Se imaginan que eso fuera verdad? Yo normal buscando ropa en el armario y de repente veo nieve al fondo.

Salí de la habitación y bajé las escaleras, pero todo estaba oscuro. No podía ver nada. Saqué mi teléfono y alumbré las escaleras pero no iluminaba mucho. Cuando llegue al final, las luces se encendieron haciéndome saltar del susto. Mierda, un poquito más y me da un paro. Con el corazón acelerado, miré a todos lados y las luces comenzaron a titilar y de repente todo está más raro. Maldita paranoia. De seguro las luces están normal y todo es producto de mi imaginación. Respiré profundo y me dije a mi misma que no era nada. Seguí caminando hasta la cocina y escuché voces que venían de la nada.

-¿Dios?-miré hacia el techo, con la esperanza de que fuese Dios el que me estuviera hablando y no un espíritu de esos que ni con agua bendita se van. Pero nadie contestó. Todo quedo en un profundo silencio.

Mierda. Y más mierda. Me va a llevar un espíritu y nadie se va a dar cuenta. De seguro la vieja del súper-mercado invocó al demonio detrás del papelito de la compra. Debí revisarlo. Bueno, ya se para la próxima, si es que hay. Bien, de seguro estoy siendo paranoica pero vamos, ustedes estarían igual o peor que yo. Porque, sinceramente, nos soy MUY amante de lo paranormal.

Las luces se apagaron y se volvieron a encender, dejando ver una silueta en la puerta de la cocina. Solté un grito ahogado y las piernas amenazaban con fallarme, pero me mantuve firme, respirando profundamente. Volvieron a apagarse y se encendieron, pero esta vez no había nadie. El corazón se me aceleró y sentía un miedo presionándome el pecho. Debí ser mejor persona, debí recoger animales en la calle y ayudar a cruzar la calle a viejitos de 80 años, y no estar aquí, sufriendo por amor. Pero bueno, tal vez el más allá sea un lugar acogedor, ejem claro, ejem.

-Tn.-alguien dijo mi nombre. Las luces titilaron y cerré los ojos con fuerza, odio el amor y toda su mierda, hasta paranoico te vuelven, ¿Qué sigue? ¿Que vea a mi amigo imaginario? Volví a abrirlos y alguien estaba parado frente a mí, con una sonrisa psicópata en su rostro. Ni siquiera podía gritar. Si me oriné, ya se a quién culpar, aunque nadie me crea.

-¡Sorpresa!-se escucharon gritos por todos lados y la gente comenzó a salir de cualquier lugar. La música comenzó a sonar y todos estaban vestidos para la ocasión, ¿Una fiesta de Halloween? Genial. Las luces fueron remplazadas por la de las discotecas.

Miré a la persona que estaba aún frente a mí, observándome. Se me hacía conocido pero no podía descifrar quién era, debido a su mascara que solo permitía verle los ojos. Él solo me observaba, sin decir nada. Y yo hacía lo mismo. Sus ojos eran azules. Pudé notar por los pequeños rayos de luces de colores que nos rodeaban. Sentía algo dentro de mí, una presión en la boca del estómago. Se acercó a mí, vacilando a cada paso que daba. Quedó frente a mí e inmediatamente supe quién era. Luke.