-Narrado en primera persona (Grace)-
- ¿Qué te gusta Calum? No me extraña.- rió Kate por la otra línea.
- Y dios, ayer por la noche me moría de ganas de besarle.- suspiré.
- Acabaréis juntos, lo veo.- dijo a lo que sonreí.
- No digas bobadas, total él quiere ya a otra.
- Bueno, no sé qué ponerme esta tarde.- se quejó.
- Ponte guapa, que no se arrepienta.
- Mi belleza es natural.- la escuché reír.
- Eso piensas ahora. ¿Qué le ves a Hemmings? Después de esta noche te parecerá un idiota.
- No creo. No he hablado mucho con él, pero no sé...- la oí.
- Ponte vestido, hasta luego.- me despedí.
Colgué el teléfono fijo de la casa y cogí el móvil.
Tenía un mensaje de Cal, que provocó un zoológico de mariposas en mi estómago.
"Srto. Hood: Te gustó lo de ayer? Deberíamos quedar mas así."
"Grace: Sii, tienes razón."
"Srto. Hood: Tienes comida?"
"Grace: Si, pero para ti no. Enserio podrías venirte pero me van a decir que estoy saliendo mucho."
"Srto. Hood: Joe, nos vemos Hunter."
Bloqueé el móvil y me tiré en mi cama, ya hecha.
Sonreí como una tonta mirando al techo.
¿Estaría haciendo bien no contándole esto a Calum?
Decidí escribir una entrada en mi blog.
Después fui a darme una ducha y bajé a comer.
Estaba en casa una amiga de Alexia, así que el tema de conversación fue básicamente hablar con ella.
Se nos hicieron las 4 de la tarde, y yo a las 5 tenía que estar con Hemmings.
Fui a mi habitación para arreglarme un poco, mallas y una camiseta.
Estaba bastante contenta.
¿Quien decía que por amor sólo se sufría? Yo estaba genial sabiendo que me había enamorado.
Aunque los problemas estaban por llegar.
Eché mi libro de biología y mi portátil en la mochila, y con una gran sonrisa en la cara empecé a andar hacia la casa de Luke.
Al llegar me abrió un Luke con lo que parecía un principio de barba.
Qué adorable.
"Decimotercera nota mental: Hemmings no es nada adorable, céntrate."
- Hola, pasa.- me saludó con la voz ronca.
- Buenas.- sonreí.
Al escuchar su voz supuse que la noche anterior había salido.
- Se te ve muy contenta.- dijo mientras buscaba su libro.
- Se puede decir que no tengo motivos para estar triste.- reí, sacando el portátil- ¿Vamos a tu habitación o nos quedamos en el salón?
- En el salón, que el sofá está blando.- comentó.
- Eres idiota.
- Oh gracias. ¿Qué hay que hacer hoy?- me preguntó.
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Damn| cth;lrh
FanfictionMaldito Hood, maldito Hemmings. Nunca pensé que esto sería tan difícil.