La cena mas esperada

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Pov Esperanza
Abrí la puerta y me lo encontré ahí tan perfecto, tan hombre, tan el. Me perdí en sus ojos como era de esperar, estos 5 meses sin ver sus ojos, sin verlo, sin sentirlo, no se como estaba viva.
-Hola.-Le dije casi susurrando ya que seguía pérdida en sus ojos.-Pasa.
-Hola, te necesitaba... Necesitaba verte.-Me dijo y me abrazo dándome un beso en la mejilla.-Vine a hablar con vos de un tema importante Esperanza, como ya sabes no estoy ejerciendo como cura pero aún así no estoy libre, no soy un hombre libre, me entendes no?.-Me dijo calmó y pausado tratando de hacerme entender.
-Si entiendo, pero porque me decís esto?.-Le dije sorprendida.
-Te digo esto porque yo quiero pasar tiempo con vos pero no me pueden ver, con... Con una mujer, por un tiempo no, hasta que me decida y le comunique al Obispo mi decision.-Me dijo algo apenado y con la mirada triste con los ojos cristalizados.
-Enserio me decís? Ey Tomás, que te pasa? Porque te pones así? Escuchar yo se lo que sentís, yo se lo que te pasa.-Le dije, aunque no se si realmente lo entendía, nunca me paso de tener que elegir entre dos cosas que realmente amaba, aunque no se si realmente me amaba.
-No se si lo entendes, no se si lo entenderías. Esperanza yo te amo, enserio, te amo como nunca ame a una mujer en mi vida pero también amo a Dios y le debo mi vida, se la entregue a el. Estoy entre la decisión más difícil de mi vida, entre mi vocación y Dios, ayudar a los demás y vos, mi Esperanza mi amor.-Me dijo y fue lo más sincero que dijo. Me quede con una angustia en el pecho que me mataba, no quería que el deje su vocación el era tan el siendo cura, ayudando a los demás. Me sentí mal por el, ademas no se lo podía sacar a la gente solo porque lo quería para mi y tampoco quería que el deje su vocación por mi y fuera infeliz. Recorde algo que me había dicho mi prima, "Si amas algo, dejalo ir", esa frase sabía que tenía razón pero sería lo más injusto porque yo iba a canjear mi feliz por la de el.
-No quiero que seas infeliz conmigo, yo te amo pero si te tengo que dejar ir lo voy a hacer, yo, yo no quiero perder, no voy a competir contra Dios.-Le dije aunque todos sabemos que yo lo amo y aunque sea mega archi obispo, papa, cura o un viejo loco lo voy a seguir amando.
-No me digas eso, por favor. Yo todavía no tengo en claro las cosas pero te prometo que sea cual sea la decisión que tome, voy a estar siempre para lo que necesites, te lo juro.-Me dejaba más tranquila escuchar esas palabras, aunque no este convencida. Decidí ddejar el tema ahí y le prepuse lo que tenía en mente.
-Esta bien, dijiste lo que necesitaba escuchar. Quiero dejar este tema de lado por ahora y tengo en mente ir a cenar los dos juntos, te parece? Hablar, como amigos, hace 5 meses no te veo, acepte por favor.-Le dije segura
-Te parece?.-Hizo una pausa y continuó.-Si tenés razón, dale vamos, a las 8 te paso a buscar.
Nos despedimos, eran las 6 p.m así que decidí darme una ducha y preparar lo que iba a ponerme, después de todo nada podía salir mal.
Me puse un vestido negro que dejaba mi espalda al descubierto, me maquille, me peine con ondas y me puse el perfume que tanto le gustaba a Tomás, se habían hecho las 8 así que Tomás ya estaría por llegar.
Me sente en mi sillón pensando en ese sueño que había tenido hacia tiempo atrás, recorde que Clara me dijo que los sueños se podian hacer realidad aunque era una locura, hasta que el timbre me sacó de mis pensamientos.
Abrí la puerta y me lo encontré a el con su sonrisa de galán y sus dientes perfectos, sus ojos más lindos que nunca, de camisa blanca y sacó entallado que hacían que pierda el control.
-Hola.-Le dije totalmente enamorada.
-Hola.-Dijo mirándome de arriba a abajo.-Estas hermosa, sos hermosa, muy.-Me dijo y no pude evitar sonreír y morder mis labios.
Salimos de mi departamento y fuimos a un restaurant muy fino, nos sentamos en una mesa apartados de la gente con vista al río y velas alrededor sin dudas esta era la noche más linda de mi vida, por ahora era así.

Pov Tomás
No podía dejar de ver a Esperanza, estaba tan hermosa, es hermosa. No podía dejar de ver sus ojos negros que me volvían loco y sus labios pintados de rojrojo. Sin dudas era la mujer de mi vida. Estábamos muy callacallados hasta que rompi el silencio.
-Querés?.-Le dije señalando al champagne.
-Si quiero, a vos te quiero.-Me dijo mientras le servia en la copa, me detuve y la mire a los ojos sin decir nada.-Estoy muy feliz de estar acá con vos Tomas.-Continuó diciendo.
-Yo también estoy contento de estar acá con vos, cenando, mirándote a vos y a nadie más. Te quiero tanto que no te das una idea. Sos la mujer más linda, más maravillosa y más tierna que conoci en toda mi vida.-Le dije esas palabras porque me salieron del alma, fue lo que sentí.
Pasaron 2 horas, dos horas de risas, mimos, miradas y más amor. Esperanza estaba un poco borracha y bueno, no voy a mentir, yo también lo estaba.
Esperanza se paro para ir al baño y la vi irse de lejos, no pude evitar seguirla. La atrape subiendo unas escaleras y no me controle, se veía tan linda. La agarre del la cintura y la pegue más a mi, la mire a los ojos después la boca y la bese, fue un beso hermoso como todos los que me daba con Esperanza, aunque sabia que esto estaba mal no iba a arruinar nuestra noche e iba a dejar que las cosas pasarán y se dieran como se tenían que dar. Me separe de Esperanza que aún me seguia dando pequeños besos y le dije.
-Y si nos vamos? Paguemis la cuenta y vamos.-Le dije mirándola a los ojos y vi en su mirada un poco de tristeza, a lo mejor pensó que me quería ir porque la estaba pasando mal pero todo lo contrario, tenía otros planes.
-Porque te querés ir? Perdon, arruine nuestra noche, es eso no?.-Me dijo y no pude evitar verla tan indefensa, tan chiquita y la abrace.
-No mi amor, no arruinaste nada. Tengo otro plan, hoy es nuestra noche.-Le dije convencido y le deje besos en el cuello y pude notar que se estremeció.
Nos fuimos del lugar y Esperanza estaba loca con que queria ir a un boliche que había a unas cuadras de donde estábamos, me lo pidió por favor y como débil que soy hacia la mujer que amo no pude decirle que no. Llegamos al lugar y era lindo, bastante grande. Tenía sillones, mesas, una barra para tomar tragos, típico bar pero era lindo. Vi como sonaba una canción fiestera y Esperanza empezó a bailar, tenía esa chispa y esa energía que me volvía loco, la vi de lejos y me tiro un beso con la mano, me miraba provocadora y con un daikiri en la mano. No pude evitar reir, supe que estaba algo "alegre". Me acerque a ella y me dijo algo al odio que no entendí por la música muy fuerte del lugar y porque ella cada dos palabras se reia.
-Esperanza ya bailaste, vamos.-Le dije algo serio.
-No padre, un ratito más.-Me dijo. "Padre" esa palabra que sonaba en mi mente pero prometí que no iba a arruinar nuesnuestra noche poniéndome en serio y en "Viejo loco" como me decía ella.-Baile conmigo.-Me dijo como una nena y no pude evitar sonreír. Paso sus manos por mi cuello y yo puse mis manos en su cintura ya que la canción era un lento. Parecía que estaba todo arreglado para nosotros dos. Estaba todo perfecto, me aferre más a ella y la levante un poquito, aún con sus zapatos altos era enana y eso me mataba de amor. Estábamos en la mitad del baile cuando de repente alguien grito mi nombre y me di vuelta.

Quien será?????
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Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora