"Dia de padres"

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Pov Tomás

Ya habían pasado un mes desde aquel día tan esperado y lindo en donde nació nuestra hija. Tenía la piel blanca como Esperanza, y el color de sus ojos eran una mezcla entre verdes y celestes que los había heredado de mi, sin embargo la profundidad de los mismos era cosa de Esperanza.
Todos nuestros amigos y familiares estaban enamorados de nuestra hija. Hasta Máximo que venía casi todos los días a nuestro departamento a visitarnos, estaba muy cambiado. Jamás lo había visto de ese modo y aunque nunca me había llevado bien con mi hermano el ahora demostraba haber cambiado para bien y eso me gustaba después de todo el era mi único hermano y lo quería

Jorge y Clara eran dos abuelos increíbles, eran tiernos y delicados, estaba en todo momento y aunque Mía sólo tenía un mes, ellos estaban presentes en todo momento, casi que no querían despegarse de su nieta.
Pedro y Lola también estaban fascinados, Lola decía que tenía una mezcla entre ambos, pero que sin dudas la boca la había heredados de Espi.

Ni hablar de Esperanza y de mi, nosotros éramos dos padres que estábamos enamorados de nuestra pequeña. Mía era demasiado tranquila, Esperanza le cantaba canciones y ella cerraba sus ojitos al instante, aunque en los momentos de risa y juegos soltaba sonrisas y carcajadas que nos llenaba de amor.

-Mi amor si vieras la imagen hermosa que se ve de ustedes dos, las amo.-Solte llegando a la habitacion viendo a mi esposa acunar a mi hija en brazos mientras le tarareaba una canción de cuna.

-Son lo más importante que tengo, que hermosa familia, no?.-Ella soltó mientras apoyaba a Mia en la cuna que tenía sus ojitos ya cerrados.

-Si amor, quien lo diria no? Esto que el futuro tenia deparado para nosotros, vio la.pena tanto sufrir, luchar, estar distanciados para estar acá donde estamos con todo el amor que nos tenemos y si me preguntas si volvería a vivir todo de nuevo te digo que si, si tuviera que vivir mil veces lo mismo para estar acá como estoy hoy lo volvería hacer.-Bese sus labios y ella me sonrió, se aferró a mis brazos abrazandome y me volví a sentir el hombre más feliz del mundo.

-Gracias mi amor.-Ella soltó de la nada y la mire incrédulo. Si por decir gracias se trataba, yo tendria que agradecerle a ella de por vida or haberme salvado, por haberme hechó abrir los ojos, por darme todo lo que necesito.

-Y porque gracias?.-Pregunte esperando una respuesta.

-Gracias por amarme como lo haces, por cuidarme mejor dicho por cuidarnos, por protegernos, gracias por estar conmigo y gracias por siempre haberlo hecho aún cuando tenias en la cosa blanca atravesada en el cuello en aquellos tiempos, nunca me dejaste sola.-Ella volvió a decir mientras me besaba y se aferraba a mi pelo.

-En ese caso yo tendría que agradecerte de por vida, gracias por aparecerse en mi vida para moverme todas las estructuras, gracias por hacerme abrir los ojos y haberme ayudado a darme cuenta de que vos sos todo lo que necesito en esta vida, gracias por regalarme a lo más lindo de este planeta, simplemente gracias por amarme y por estar conmigo, te amo mi amor.-Solte y note un brillo particular en sus ojos, yo también tenia unas cuantas lágrimas acumuladas, la abrace casi desarmándola del abrazo fuerte y bese su mejilla.

Ella se abalanzó sobre mis brazos y me beso la cara, los labios y hasta me despeino por completo.
Reimos y ambos nos dirigimos a la cama, ella se acostó con su piyama de animalitos y yo como siempre dormí con un piyama de la parte de abajo pero sin remera.
Casi en un segundo Esperanza se quedo dormida y yo sólo la mire, era perfecta en todo sentido. Corri un mechón de su flequillo que caía en su cara y lo acomode detrás de la oreja, escuche su respiración tranquila y me puse a pensar en todó lo lindo que vivimos juntos y en como había cambiado mi vida desde que ella aparecio, la amaba muchísimo y ahora habíamos formado una familia hermosa.
La aferre contra mi cuerpo y ella escondió su cabeza debajo de mi cuello, rodeo sus brazos en mi torno y con esa paz que me brindaba me quede profundamente dormido.

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora