"El Casamiento II"

1.5K 102 14
                                    

Pov Esperanza

Deje una carta en la Sacristía sobre el mueble que fue testigo de mil actos. Nuestro llamador de ángeles, el primer regalo que el me había hecho. A partir de ese momento algo en mi había cambiado, sentí como si eso ya lo hubiese vivido y mil cosas más también, quizás era el destino, quizás era lo que el destino tenía deparado para nosotros. Un lindo destino.

Arregle el peinado que me había hecho mi mamá y retoque el maquillaje, pensé por un momento todas las cosas que pase junto a Tomás como si hubiese recreado cada escena en menos de un minuto. Me pare frente al espejo de una de las habitaciones el Convento, aquella habitación en la que hacia mucho tiempo había dormido yo siendo novicia, quien lo diria.
Acaricie mi pansa por encima del vestido adornado con piedras preciosas, mi pansa aún no se notaba pero iba camino a dejarse notar, ya estaba entrando en el 4to mes y la semana que viene tenía una ecografia para saber el sexo de nuestro bebé, si bien lo podríamos haber sabido antes, tanto Tomás como yo habíamos decidido no saber pero nuestras ganas nos ganaron y no aguantábamos más así que decidimos hacer una nueva ecografía para saber que sería nuestro bebé.
Acomode nuevamente mi vestido, mire mi peinado, me perfume, recogí el ramo que tenía que tirar y me prepare para dar un gran paso en mi vida.

-Estas hermosa hija, estas lista?.-Mi papa me preguntó antes de ingresar a la capilla, tenia su brazo agarrado al mío y pudia notar sus ojos llenos de lágrimas.

-Gracias, sabes que desde que apareciste en mi vida cambiaron muchas cosas, sos una gran parte en mi papa.-Lo mire a los ojos y se me escapó una lágrima que Jorge no tardo en limpiar. Apreté más fuerte su brazo y dimos un paso hacia delante.

-No sabes lo importante que sos chiquita, ahora disfruta mucho de este día que es sólo para ustedes, tengo una gran sorpresa para ustedes dos más tarde.-Lo abrace y el depósito un beso en mi mejilla.

-Estoy nerviosa pa. No dejes que me caiga.-Volví a decirle mientras sentía como se abrían las puertas de la capilla y la música comenzaba a sonar de fondo, de pronto ya me encontraba caminando tomada del brazo de mi padre por la larga alfombra roja que conducía al altar donde me esperaba el gran hombre de mi vida.

-Nunca dejaría que te caigas, te quiero.-Mi papa me comentó por lo bajo cuando llegamos a la punta del altar, me abrazo por última vez y corrió a sentarse junto con mi mamá y el resto de los invitados. Mi novio me acercó la mano para que me terminara de subir al altar y con su vista me recorrió de pies a cabeza.

Estaba con un traje perfecto, parecia un muñequito de esos que traen las tortas, hermoso, perfecto.
Nos miramos fijamente a los ojos y casi que sentía la profundidad de sus ojos verdes por momentos, celestes por otros, que penetraban en mi mirada de ojos negros y profundos como el me llamaba en ciertos momentos.
Me sonrió y yo le regale una amplia sonrisa, agarró mi mano y ambos giramos para que el Cura nos recibiera, ni Tomás ni yo sabíamos quien era el cura que nos iba a casar porque las hermanas del Convento nos tenían una "sorpresa".

-Bueno tortolitos, Felicidades.-Joaquín, el amigo de Tomás y también mío, nos regalo una sonrisa mientras nosotros abríamos los ojos sin poder creerlo.

-Joaquín?.-Saltamos al unísono con Tomás que segundo después me miró divertido.-Ey loco, te extrañamos.-Volvió a decir mi casi esposo, mientras palmeaba el hombro de Joaquín.

-Yo a ustedes, ahora vamos a lo lindo y después nos ponemos al día.-Asentimos y Joaquín comenzó la ceremonia.-Bueno como todos saben estamos aquí reunidos para presenciar este maravilloso matrimonio entre Tomás Ortiz y Julia o Esperanza Correa Albarracín.

Nuestro amigo y ahora el cura que nos iba a casar siguió diciendo unas cuantas palabras más y en mi cabeza sólo rondaba las palabras SI QUIERO, y todo lo que tenía planeado decir después de eso. Mire a Tomás que estaba concentrado en las palabras de su querido amigo, lo observe por segundos o quizás minutos, no tenía idea del tiempo, me quede observándolo su impecable cabellera en donde asomaban algunos cabellos finitos color blanco, sus ojos que aún de costado brillaban por su color, sus mejillas adornadas de otros cuantos pelitos blancos, me quede observando lo impoluto que estaba vestido y lo lindo que se veía, parecía un sueño todo.

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora