"Nuestros lugares"

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Pov Tomás

Habían pasado un 4 meses desde que me case con la mujer que más amo. Por motivos laborales habíamos decidido posponer nuestra luna de miel y hacerla en algún momento que los dos podamos, Esperanza estaba muy comprometida con su segundo disco y la estaba rompiendo, yo por mi parte, no podía dejar la empresa.

El sol brillaba de un amarillo fuego fuerte, la nubes en el cielo eran casi invisibles, la brisa cálida que reinaba en el ambiente dibujaba un leve movimiento en las finas hojas de los árboles. Las flores y los frutos eran de un color calido, algunos tonos de rosa fuerte, otras flores violetas, algunas turquesas, naranjas y de otroa tipos primaverales. Era un día exquisito, hermoso. El toque del verano, amaba el clima en su totalidad, el calor era hermoso.
Entrelace mi mano con la mi esposa, que lindo sonaba. Nos dirigimos hacia un banquito que daba justo al río donde solíamos ir seguido. Era un buen lugar, hacia años que lo conocía pero comenzamos a ir incluso aún cuando yo era Obispo, luego dejamos de ir y una parte de nosotros olvido ese lugar pero hace poco habíamos encontrado una foto que nos habíamos sacado en aquel lugar así que habíamos decidido volver.
Hacia semanas que volvíamos al mismo lugar, al mismo río, al mismo banco que estaba justo enfrente de este. Reinaba una paz y tranquilidad que en otro lugar no encontrábamos, parecía que era nuestro lugar y así lo bautizamos aunque probablemente teníamos un millón de lugares que habíamos bautizado como nuestros.

-Te amo mucho, mucho.-Susurre en el oído de mi esposa mientras ella apoyaba su cabeza en mi hombro.

-Creó que no me alcanzan ni las palabras ni los te amo para hacerte saber lo mucho que yo te amo.-Dijo ella esta vez, suspiro y levantó su mirada para encontrarse con la mía.-Te imaginas? Digo, el primer sueño ya se me cumplió nos casamos, el segundo se esta por cumplir con esta hermosa nena que esta por venir, el tercero es poder ciudad de nuestros nietos y malcriarlos.-Sonrei ante sus palabras, y si, era hermoso lo que ella quería porque yo también lo deseaba.

Flashback
Unos días después de nuestra boda, teníamos turno con el médico, la primer ecografía para saber el sexo del bebé, ambos estábamos tan nerviosos que hasta nos sudaban las manos.

-Y si todo es un sueño? Y si no hay bebé?.-Esperanza casi que derramaba un par de lágrimas y yo estaba más nervioso que ella pero con una felicidad extrema.

-Te podes calmar mi amor? Acá hay un bebé fruto de nuestro amor, deja de pensar cosas raras.-Sujete la mano de mi esposa, y el médico que nos miraba sorprendido y con una sonrisa en la cara levantó la remera de Esperanza que se encontraba acostada en una camilla. Un gel helado se derramo por el vientre de Esperanza y ella apretó aún más fuerte mi mano como si ya estuviera dando a Luz, era una exagerada.

Sonrei ante ello y ambos miramos atentos al pequeño monitor que dejaba ver lo que había allí dentro.
Un ruidito fuerte y especial comenzó a escucharse, como si fueran latidos.

-Bien, esos ruiditos que parecen pequeños golpes son los latidos de su bebé, ahora voy a ver en que condiciones esta y de que sexo es.-El médico comenzó a explicarnos y una lágrima se derramo por mi cara. Era felicidad y emoción.

Una parte pequeña como si fuera una cabeza se asomó, un pequeño dedo dentro de la boca también aparecía en pantalla.

-Bueno miren, ahí se puede ver la cabezita y parece que a su bebé le gusta morder su dedo porque por lo que veo lleva un largo tiempo en la misma posición, esta cómodo.-El médico repitió mientras carcajeó y ahora tanto Esperanza como yo estábamos empapados en lágrimas con dos sonrisas enormes.

-Ahora si.-Dijo el médico nuevamente mientras pasaba el pequeño aparato apretando más el vientre de mi mujer, miraba atento la pantalla mientras fruncía el seño.-Bueno papa, yo te diría que te vayas preparando para en un futuro no ser tan celoso de tu princesa y a vos mamá te recomiendo que vayas comprando muñecas.-El médico concluyó diciendo y ambos nos miramos felices, bese los labios de Esperanza y otras cuantas lágrimas de emoción se derramaron.

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora