Un amor casi imposible

Dia de amor

Pov Tomás

Desperté aferrado a la mujer que más amo. Mire sus matices, sus labios que me enamoraban delineados con un color rosa fuerte que los caracterizaba, pase mi mano por su cabello corriendo un mechon atrás de su oreja, acaricie su espalda completamente desnuda mientras disfrutaba de su piel extremadamente suave. Bese su mejilla libre y cálida, mientras que la otra se apoyaba contra mi pecho también desnudo.
Pase mi mano por su vientre e imagine una vida entera con ella juntos a nuestros futuros hijos. Si, quería tener hijos con ella. Una parte mía y de ella que se complementará creando a la más linda persona que llevaría nuestros genes. Sonrei al imaginarme a Esperanza tan madre, tan tierna y buena como lo era, educando y criando a nuestros hijos, enseñándoles de la vida y aportándoles su amor.
Cerré mis ojos nuevamente después de ver que las agujas del reloj marcaban un horario muy pronto para despertarme. Volví a aferrar aun más a mi a Esperanza y me dormí pensando en la hermosa noche de amor que habíamos tenido, nuestro primer encuentro después de nuestra reconciliación y de su gran noche. Orgullo, esa era la palabra que sentía. Orgullo y amor.

Pov Esperanza

Me aferre a mi hombre que aún seguía dormido a mi lado, sus brazos estaban aferrados a mi cintura, levante mi cabeza para poder abrir los ojos y verlo. Mis manos aún estaban recostadas en su cálido pecho tallado por el mismo Jesús.
Pase mis manos por mis ojos refregandolos y recorde los besos que había dejado la noche anterior sobre cada uno de ellos. Acaricie mis mejillas y sentí nuevamente su camino de besos y su leve mordida que había marcado mi mejilla. Toque mi oreja y el instante justo cuando el se entretenía mordiendo mi oreja mientras pronunciaba que me amaba. Mi cuello era testigo de sus húmedos besos que me daban tanto placer, junto con mis pechos, mi abdomen y todo el resto.
Es increíble y hermoso levantarme al lado de la persona que amo.
Decidí entrar a la ducha sin despertar a mi novio, antes llame a la recepción del hotel para pedir el desayuno a nuestro cuarto, recorde que hoy tenía que volverme a Buenos Aires pero tenía un pequeño problema, Tomás vive en Córdoba.
Esfume esos pensamientos para entrar en la ducha con el agua caliente recorriendo mi piel, coloque mi shampoo que tanto me gustaba, cerre mis ojos con delicadeza para que el agua no cayera en ellos pero al abrirlo me encontre con la.más linda imagen.

-Buenos días mi amor.-Tomás enredo sus fuertes brazos en mi cintura.

-Buenos días mi vida, como amaneciste?.-Pregunte mientras yo también me abrazaba contra el.

-Con la mujer que más amo. Te amo sabes, mucho.-Retrucó con su voz áspera que me erizaba la piel, increíble lo que provocaba en mi.

-Te amo mucho más, lo sabes.-Sonrei al verlo sonreír a el, acaricie sus brazos que para mi eran gigantes y en ellos me sentía la mujer más protegida del mundo. Estar entre ellos era mi lugar favorito.

Tomás me arrinconó y me beso suavemente pero como era costumbre, mis manos se aferraron a su pelo intensificando aquel beso. Nuestras piel se rozaba sin detenimiento, éramos uno. Sus manos recorrieron todo mi cuerpo mientras el calor aumentaba gracias a nosotros y al vapor que se había acumulado en el baño por el calor de la ducha. Entre mordidas, besos, caricias y demas, volvimos a amarnos.
Ambos nos cambiamos y Tomás me ayudó a armar la pequeña valija con ropa que había traído ccon los vestuarios del recital y los personales. La puerta del cuarto sonó y nuestro desayuno llegó. El primer desayuno después de la reconciliacion, era como volver a empezar.

-Mi amor, que vamos a hacer hoy?.-Tomás soltó emocionado pero yo negué con la cabeza.

-Tengo que volver a Buenos Aires mi amor, vine a Córdoba a hacer mi show, no se si recordado.-Dije en un deje de ironía y el fruncio el ceño ahora negando con la cabeza.