Tomar distancia II

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Pov Tomás
Esperanza salió corriendo cuando le conté lo que paso, ella estaba llorando y muy dolida. La segui pero ella corrió y en un momento la perdí de vista, la llame unas 50 veces pero ninguna me atendió y estaba empezando a preocuparme. La busque por todos lados donde crei que ella podía estar, fui a la casa de su prima pero tampoco estaba ahí. Les pedí ayuda al Gato y a Gilda para que me ayudaran pero no hubo caso, ninguno la encontró. Estaba destruido no quería ni pensar que le podía haber pasado algo por mi culpa, mientras pensaba en eso las lágrimas aparecieron. Yo sabía que el problema era mío y de ella pero no la encontraba así que fui hasta el convento y le avise a las hermanas lo sucedido y les dije que cualquier cosa que supieran de Esperanza me avisaran. Le pedi ayuda a Jorge ya que era policía y el tenía los recursos para encontrarla.
Ya eran las 9 y yo me moria por dentro, mi celular sonó y era Jorge.

-Jorge, decime que la encontraste por favor, no doy más.-Le dije en tono de suplica.

-Si, Tomás la encontré, yo estaba haciendo guardia cerca de una plaza y ella estaba abajo de un árbol llorando, creó que estuvo llorando por horas porque sus ojos estaban hinchados y bastante rojos, me contó que era por algo que había pasado con vos. Mira yo no soy quien para decirte esto pero yo la entiendo a Esperanza, a mi me esta pasando lo mismo con Clara y es feo saber que Dios te arranca a la persona que amas, trata de entenderla. Ella esta en su casa ahora.

Sabía que Jorge tenía razón pero esto no era una competencia para ver quien se ganaba mi amor, yo amaba a Esperanza pero también mi vocación. Le agradecí a Jorge y sali de mi casa dirigiéndome hacia el departamento de Esperanza, toque timbre y me abrió. Pude notar sus ojos aguados y muy rojos, se notó que estuve llorando.

-Esperanza sabes lo preocupado que estaba? Porque no me atendías? Sabes que si te pasaba algo por me moria y más si era por mi culpa.-Dije esto con unas lágrimas en mis ojos y lo único que atiné a hacer fue abrazarla por un rato largo.

-Estoy bien, si viniste a saber como estaba te digo que estoy bien. No te atendi porque hoy cuando desayunamos juntos deje mi celular en la mesa porque no tenía batería y me lo olvide.-Me dijo en tono frío y serio. Cuando me dijo eso me recordó a lo que pasamos la noche anterior y el desayuno que compartimos hoy y de verdad tenía mi corazón roto.

-Vine a decirte también que mañana me voy al monasterio y que no se cuando regreso, quería verte antes de irme.-Ella me miró fijo a los ojos.

-Y cuanto tiempo pensas estar ahi?.-Me pregunto tratando de hacerme creer que no le importaba.

-No se, hasta que tome una decisión.-Ella se quedó mirándome fijo hasta que ls abrace por última vez y me fui.

Me desperté a las 8 de la mañana y ya estaba partiendo para el monasterio. Después de varias horas de viaje llegamos a una quinta enorme que tenía una especie de iglesia o capilla con varias habitaciones. El cura párroco de ese lugar me llevó a mi habitacion para que me acomodara. Estuve el día entero encerrado en esa habitación y lo único que hice fue rezar y pensar en Esperanza. Se hicieron las 8 de la noche y el cura me aviso que estaba lista la comida, llegue a un comedor enorme donde había varias personas como yo que estaban en ese lugar para pensar y tomar una decision entre su vocación y algo más. Había algunos hombres que debían ser curas u obispos y varias mujeres que debían ser monjas y entre ellos me encontraba yo. Me sente en uno de los lugares que estaba vacío alejado de donde estaban todos y me quede mirando un punto fijo mientras pensaba en Esperanza en que estara haciendo, si me extrañara, con quien estará, todo eso se me vino a la mente hasta que una voz me saco de mis pensamientos.

-Ey hola, veo que estas muy sólo, no querés unirte a los demás?.-Me dijo la voz de una mujer, era un poco alta, con pelo castaño tirando a rubio y ojos verdes.

-Hola, no, si... La verdad no se, estoy tan confundido que lo único que quiero es estar sólo y pensar.-Le dije sincero como si la conociera de toda la vida.-A vos... Que te trae por acá?.-Le dije no muy convencido de mi pregunta.

-Estoy entre una de las decisiones más difíciles de mi vida. La verdad no estoy segura de lo que quiero y siento que mi decision puede afectar a una persona para bien o para mal, y si es para mal no me lo perdonaría.-Dijo y me sentí un poco identificado con lo que dijo. La mire fijo a los ojos y se veía triste.

-Y que es esa decisión difícil, si me querés contar, a lo mejor entre nosotros nos podemos ayudar.-Sentí que había algo especial en ella.

-Uff, es muy largo pero te lo voy a resumir. Yo soy novicia, estoy a un mes de ser monja pero alguien apareció en mi camino y me enamore, ya se que suena loco pero te juró que me enamore y no hay vuelta atrás.-Me dijo mirándome a los ojos y pude notar ese brillo cuando hablaba de la persona que amaba.-Yo lo amo y el a mi pero mi vocación me condena y yo no se que hacer.-Continuó y definitivamente me sentía identificado.

-Ay dios, no lo puedo creer.-Le dije sorprendido, pero no por el motivo de que ella estuviera ahí, si no porque estábamos los dos por el mismo problema, acaso era una señal de Dios?.-Estamos acá por el mismo motivo, yo me enamore de una persona, ella es todo, es.. Es tan esencial como el aire que respiro, ella se volvió en mi todo pero también amo a Dios. Cuando decidí alejarme un tiempo de la Iglesia y ver que quería hacer estuve un tiempo con ella y fue la mejor sensacion del mundo, sentí que todo era la felicidad pero me faltaba algo y de repente me ofrecieron ser obispo.-Le conté convencido y ella me miraba atenta y sorprendida cuando le dije lo de ser Obispo.

-Obispo? Enserio? Y que vas a hacer? Ay esto es tan feo, porque no nos podemos dividir en dos y tener la felicidad completa. La persona que amo dice que puedo ayudar a la gente sin la necesidad de ser monja pero no es lo mismo.-La escuche y me quede quieto, acaso todos decían lo mismo? Porque Esperanza me decía exactamente eso, y Jorge se lo decía a Clara pero nadie entiende el amor que nosotros sentimos por Dios.

-No puedo creer que estemos en la misma situación, sos como una señal que me mando Dios, y que tenés pensado hacer?.-Le dije y esas palabras salieron de la nada.

-No lo se aún, pero sin el no puedo vivir, es todo. Cuando estoy con el soy feliz y cuando no estoy con el pienso todo el día en lo que vivimos y eso tampoco es justo, es como si el le hubiera ganado a Dios auqnue esto no se trate de una competencia, así que creó que voy a decidirme a ir por el amor.-Me dijo y me quede perplejo, tenía razón, se notaba segura de si misma pero en cambio yo todavía no lo estaba, ser obispo es lo que siempre soñé y si con Esperanza no resultaba yo perdería la oportunidad de ser obispo.

-Que te llevó a entregar tu vida a Dios?.-Le pregunte por curiosidad, aunque parecía que le estaba haciendo un interrogatorio a la pobre chica.

-Mi padre. El... El se enamoró de mi madre y me tuvieron a mi, pero cuando mi madre dio a luz el parto se complico y ella murio. Mi padre estaba destrozado, el la amaba con locura y siempre me dijo que ella fue a la única persona que amo. Después de esto mi padre enfermo y hace un año falleció y antes de morir me dijo que lo busque en el corazón de Dios, que el iba a buscar a mi madre y que juntos iban a estar para mi. Entre en depresión y decidí entregar mi vida a Dios ya que era la única manera de estar en la máxima conexión con ellos y así logre salir de la depresion pero ahora me pasa esto y yo se que a lo mejor defraude a mi padre pero es lo que siento y no puedo ser infeliz. Ellos ya no están acá y mi vida sigue.-Me contó la historia y vi que unas lágrimas caian por su mejilla, yo trate de limpiarlas. Me miró a los ojos y me hizo una mueca de sonrisa, era muy bella y era muy transparente, sus ojos demostraban lo que realmente sentía. Me emociono su historia y me acorde de la mía, me acorde de que yo habia jurado en la tumba de mis padres luego de ese accidente que tuvieron por mi culpa, que yo entregaría mi vida a Dios para ayudar a las personas.

-Que terrible pero tenés razón la vida sigue y no podes estar aferrado al pasado.-Dije esto como si yo no estuviera aferrado a mi pasado. No se el ejemplo que quería dar si ni yo me entendía.

-Gracias.-Me dijo la chica.-Me desahogue hablando con vos, por cierto mi nombre es Juliana, cualquier cosa podes hablarme, gracias por los consejos.-Me dijo y me abrazo un rato largo, y se fue dándome un beso en la mejilla. "Gracias por los consejos", si, daba buenos consejos pero para aplicarlos era malísimo. Había ayudado a esta pobre chica a tomar su decisión pero yo seguia sin tomar una decisión.

Tomás con Juliana en un futuro o sólo una buena amiga? Mmm, todo puede ser..
Voten y comenten!!!!

Un amor casi imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora