Capítulo 23

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—Se fue Annie—dijo Mary tras de ella—. Llevaba una cortada en la mejilla.

Anahi cerró los ojos y al ver sus manos estas empezaron a temblar al ver un pequeño rastro de sangre de Alfonso. Cayó de rodillas al piso y sus hermanas llegaron a su lado.

—Lo volví a hacer—dijo Anahi con dolor—. Lo confundí con James cuando íbamos a hacer el amor y lo lastime—Nora vio sorprendida a su hermana y Mary la vio con compasión—Lo confundí con James—Mary la abrazo y Anahi empezó a llorar.

Alfonso cerró rápidamente la puerta de la posada aun escuchando al dueño decirle que no podía tener a Bongo allí y él diciéndole que se marcharía ya mismo. Tomo su maleta y empezó a guardar sus cosas pero las lágrimas le impedían ver lo que estaba haciendo. Escuchaba el pequeño collar de Bongo sonar a sus pasos y el dolor fue inmenso.

—Anahi—dijo llorando y deslizándose al piso Se tocó la mejilla que aun sangraba y bajo la mirada totalmente dolido.

Bongo se acercó a él y como si pudiera sentir su tristeza se lamentó Alfonso lo tomo en brazos y lo abrazo contra su pecho.

—Yo sabía que le costaría Bongo—dijo enterrando el rostro en el cuerpecito de Bongo—. Pero nunca me imaginé que me dolería tanto su rechazo. Yo la amo y como me vio y como me rechazo me destruyo Bongo, ¿Cómo podremos empezar una familia así? Le dije que era yo y aun así me corrió de su casa—las lágrimas corrían por las mejillas de Alfonso.

Alfonso se apoyó en el colchón de la cama y empezó a llorar. Jamás había llorado por una mujer. Jamás había sentido que su corazón había estado en el cielo y había bajado al infierno en dos minutos. Lloro de dolor por saber que lo habían rechazado. Su corazón estaba herido y su orgullo también porque sabía que no podría hacer que Anahi olvidara a James. ¡Lo había llamado James! Lo había confundido con él porque sus caricias también le daban asco. Tomo su celular y suspirando marco el número que venía a su mente en ese momento la persona que lo entendería porque era la única que sabía la realidad de Anahi.

Dulce suspiro cansada mientras servía los últimos cafés. Estaba realmente agotada y apenas era mediodía si seguía a ese ritmo terminaría completamente agotada al cerrar. Y saber que tenía que llegar a casa sola no le apetecía en nada. Últimamente se estaba sintiendo muy solitaria, tenia muchos amigos y era una mujer que le sonreía a la vida pero muchas veces le hacia falta tener a alguien a su lado. Alguien que la apoyara. Sabía que no era bueno pero últimamente envidiaba mucho a Anahi. Su amiga había sufrido pero ahora tenia a un hombre que la adoraba y Dulce sabía que tendrían un final feliz. Escucho su celular sonar y con un suspiro se dirigió a su bolsa y se sorprendió al ver quien llamaba.

—¿Alfonso? —dijo suavemente escucho un sollozo al otro lado—. ¿Alfonso que pasa?

—¿Puedo visitarte en la cafetería? —dijo con suavidad.

—Claro Alfonso, ¿le paso algo a Annie? —preocupada al escucharlo sollozar—. ¿Qué te pasa?

—Te explico llegando, ¿Puedo llevar a Bongo? —dijo suavemente.

—Claro no hay problema te espero en mi casa, ¿sabes donde es no? —Alfonso le confirmo la dirección y quedaron en verse en diez minutos.

Al colgar Dulce se quedó sumamente preocupada y tomando su bolso y dejando a una encargada salió de la tienda.

—Annie tienes que calmarte no te hará ningún bien estar así—Anahi seguía llorando con dolor—. No entiendo que paso, todo esta bien, ¿Qué pudo ir mal?

Mi Destino A&A (Historia Original)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora