Capitulo Treinta y Cuatro.

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Después de la increíble mañana que pase con Nick nos fuimos a comer directamente a un restaurante que queda cerca de la playa muy cerca de la casa de Rose, la diferencia es que nos estábamos quedando en la casa de sus padres, -Los de Nick- de los cuales evitó hablar. Así que supongo que hay una historia detrás.

Siempre hay una historia detrás.

-¿Y? -Sonrió mientras llevaba el salmón a su boca- ¿Te gustó el paseo?

-Estas total y absolutamente loco. -Respondí enseguida.- pero, si.

-Lo supuse, soy lo más. -Dijo divertido.

-Te recuerdo que se donde vas a dormir, así que yo que tu dejo de ser tan chocante. -sonreí.- tengo algunas experiencias con Investigation Discovery.

-Voy a dormir a tu lado, All. -sonrió- Si me lo permites.

oh, aquí vamos de nuevo.

-Ya hemos hecho más que dormir y sinceramente nunca me preguntaste nada.

-Eso era porque no me importaba o creía que no me importaba.

-Ah -sonreí- supongo que eso tengo que tomármelo como un cumplido, ¿No?

-No, tienes que tomarlo como lo que es. -siguió comiendo- la verdad.

A veces es tan... exasperante.

-Como sea. -Dije irritada ya.

-¿Quieres que vayamos a la playa un rato después de aquí?

-Bueno, todo depende de si no quieres lanzarte de otro avión.

-Por ahora estoy bien en tierra firme.

-Me alegro de eso. -Respondí llevando a mi boca el ultimo bocado del pescado rosado y sintiendo que la panza en algún momento me estallaría. Si que estoy llena.

-Bueno, tengo planes para nosotros. -Dijo sacando su billetera de la parte trasera de su pantalón.

Espero que sean los mismos planes que los míos.

Termino de comerse lo que tenía en el plato y se levanto a pagar a la caja. Nick si que esta bueno; la espalda marcada, tiene un trasero de muerte, los hombros se le marcaban en la camisa y entonces me estoy dando cuenta que esta pagando y que además me regalo el paseo en paracaídas, odio que me paguen todo.

El regreso hacia mi sonriente y me extendió la mano para que lo siguiera entrelazando su mano en la mía dirigiéndonos afuera.

-La otra semana se casan. -Dice con melancolía refiriéndose a Rose y a Mitch.

-Lo se. -Sonreí- ¿Por qué lo dices con ese tono?

-Porque no quiero que acabe este que tenemos.

Mierda, el corazón se me detuvo.

-Me parece que esto que tenemos ya va más allá de Mitch y Rose.

-Lo sé. -Sonrió- ¿Vamos a nadar un poco?

-Acabamos de comer. -Alce mis cejas- ¿Cual es el apuro?

Dije en un tono divertido pero sin embargo el se encogió de hombros. ¿alguna vez sabré que piensa? Necesito que se comunique conmigo, que me diga que pasa.

-Podríamos tomar sol.

-¿Con que te puedo chantajear para que me digas en que piensas? A veces no puedo descifrarte.

-Eso es bueno, quizás sea mejor así.

-Estas loco.

-Puede ser. -se rió- vamos.

Justo como Animales  [1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora